Cada vez hay mayor evidencia de que la enfermedad por reflujo gastroesfofágico (ERGE) provoca signos y síntomas laríngeos. En general, se los conoce como laringitis, otitis, rinitis o angina por reflujo, y actualmente se lo ha comenzado a denominar como reflujo laringofaríngeo. Delahunty y Cherry fueron los primeros en describir a la ERGE como un agente causal de úlceras laríngeas por contacto. Sin embargo, dicen los autores, también se han dado a conocer otros signos laríngeos también adjudicados a la ERGE.
Según los autores, el 7% de la población sufre reflujo gastroesofágico todos los días mientras que el 25% lo hace mensualmente. Se calcula que el 4 a 10% de los pacientes que consultan por lesiones otorrinolaringológicas (ORL) tienen síntomas relacionadas con la ERGE. Las presentaciones clínicas más comunes son:
· Dolor de garganta (10% de las consultas ORL)
· Disfonía
· Ardor o quemazón de garganta
· Carraspera excesiva
· Tos crónica
· Sensación de cuerpo extraño en la garganta (25%-50% de los casos)
· Disfagia
· Goteo retronasal
· Apnea
· Laringoespasmo
· Neoplasia
De acuerdo con los resultados del monitoreo de 24 horas del pH esofágico, el 55% al 79% de los pacientes con odinofagia que no responden al tratamiento tienen reflujo ácido. Más del 60% de los pacientes, dicen los autores, tiene laringitis crónica y faringitis difícil de tratar. La ERGE es la tercera causa de tos crónica, luego de los problemas sinusales y el asma, siendo responsable del 20% de los casos.
Sin embargo, dicen los autores, hasta el 50% de los pacientes con signos laringoscópicos relacionados con la ERGE no responde al tratamiento antiácido correcto y no muestran alteraciones del pH esofágico. Los especialistas sostienen que en estos pacientes no está bien controlado diariamente el grado de acidez esofágica o que otras sustancias no ácidas provenientes del duodeno o el páncreas serían las responsables de los síntomas.
Los autores de esta revisión consideran que el problema debe ser estudiado dividido en cuatro áreas: 1) la fisiopatología, 2) la laringoscopia, 3) el monitoreo del pH y, 4) el tratamiento. En este artículo, se revisa cada uno de esos temas, intentando esclarecer la asociación entre la ERGE y los signos y síntomas laríngeos como así identificar las áreas en las que falta investigación.
Fisiopatología
Aun se desconoce cuál o cuáles son los agentes específicos que producen los síntomas ORL y la patología de la laringe. Se cree que son el contenido gástrico, ácido y pepsina, y el contenido duodenal, ácidos biliares y la tripsina pancreática. "Es difícil determinar el potencial de lesión de cada uno de esos agentes debido a que el reflujo del contenido gástrico en el esófago suele estar mezclado con el contenido duodenal. Además, no se necesitan grandes volúmenes de reflujo o un reflujo continuo para lesionar la laringe humana, especialmente si como antecedentes las cuerdas vocales han sufrido lesiones virales, tabáquica, alcohólica o por mal uso de la voz." En teoría, prosiguen, con solo la exposición intermitente de pequeñas cantidades de esas sustancias pueden aparecer síntomas o lesiones laríngeas. En el trabajo original se analizan los diferentes métodos utilizados para la medición del reflujo de los diferentes agentes gastroduodenales, destacándose la escasez de trabajos al respecto. Sin embargo, algunos trabajos más recientes demostraron que los ácidos biliares conjugados y la pepsina solamente son lesivos para la laringe si se hallan en un medio ácido.
Traducción y resumen objetivo. Dra. Marta Papponetti. Editora responsable de Medicina Interna de Intramed. Especialista en Medicina Interna. Docente Autorizada de la Universidad de Buenos Aires.