Según los autores, "se trata de la primera vez que una hormona ha mostrado causar una reducción a largo plazo de la ingesta de calorías en voluntarios obesos".
En la investigación, un grupo de 12 personas obesos y 12 delgadas recibieron inyecciones de PYY o placebo. Incluso antes del tratamiento, se observó que los obesos presentaban bajos niveles de la hormona.
Tras el tratamiento, todos los sujetos redujeron su ingesta de calorías a lo largo de 24 horas. Posteriormente, se encontró que las inyecciones de PYY dan lugar a una reducción de los niveles plasmáticos de ghrelina, una conocida hormona estimulante del apetito.
Webs Relacionadas
Imperial College London
http://www.ic.ac.uk/
New England Journal of Medicine
http://content.nejm.org/