Recientemente, investigadores canadienses presentaron el caso de una mujer de 36 años de edad que exhibió un síndrome de úlcera rectal solitaria cuyas características clínicas predominantes fueron una mucorrea persistente y severa, junto a una hiperplasia polipoide erosionada, con síntomas de prolapso rectal.
Desde el punto de vista endoscópico, la paciente padecía múltiples (50 a 60) lesiones polipoides pequeñas y blancuzcas en el recto, que fueron inicialmente malinterpretadas como un adenoma velloso , poliposis juvenil o próctitis atípica. A pesar de que las lesiones fueron tratadas y resueltas con una coagulación plasmática de argón, la mujer desarrolló una úlcera rectal solitaria. La paciente padeció un prolapso rectal masivo durante un período de 6 meses anterior al estudio y fue sometida a un tratamiento quirúrgico.
Dado que la mucorrea severa y la presencia de lesiones polipoides múltiples son consistentes con un diagnóstico histológico de hiperplasia polipoide erosionada, los investigadores consideran que el caso de esta paciente es único.