Las bases genéticas | 13 FEB 21

La ciencia de las siestas

Los investigadores identificaron tres mecanismos distintos que promueven la siesta y encontraron que muchos genes relacionados con la siesta también regulan otros aspectos del sueño.
Autor/a: Hassan S. Dashti, Iyas Daghlas, Jacqueline M. Lane, Yunru Huang, Miriam S. Udler, et al. Fuente: Nature Communications DOI https://doi.org/10.1038/s41467-020-20585-3 Genetic determinants of daytime napping and effects on cardiometabolic health

HOSPITAL GENERAL DE MASSACHUSETTS

La frecuencia con la que una persona toma siestas durante el día, si es que lo hace, está parcialmente regulada por sus genes, según una nueva investigación dirigida por investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH) y publicada en Nature Communications.

En este estudio, el más grande de su tipo jamás realizado, el equipo del MGH colaboró ​​con colegas de la Universidad de Murcia en España y varias otras instituciones para identificar docenas de regiones genéticas que gobiernan la tendencia a tomar siestas durante el día. También descubrieron evidencia preliminar que vincula los hábitos de la siesta con la salud cardiometabólica.

"La siesta es algo controvertida", dice Hassan Saeed Dashti, PhD, RD, del Centro MGH de Medicina Genómica, coautor principal del informe con Iyas Daghlas, estudiante de medicina de la Escuela de Medicina de Harvard (HMS). Dashti señala que algunos países donde las siestas durante el día han sido parte de la cultura (como España) ahora desalientan el hábito. Mientras tanto, algunas empresas en los Estados Unidos ahora promueven la siesta como una forma de impulsar la productividad. "Era importante tratar de orientar las vías biológicas que contribuyen a por qué tomamos la siesta", dice Dashti.

Anteriormente, la coautora principal Richa Saxena, PhD, investigadora principal del Laboratorio Saxena en MGH, y sus colegas utilizaron bases de datos masivas de información genética y de estilo de vida para estudiar otros aspectos del sueño. En particular, el equipo ha identificado genes asociados con la duración del sueño, el insomnio y la tendencia a madrugar o "noctámbulo".

Para comprender mejor la genética de la siesta, el equipo de Saxena y la coautora principal Marta Garaulet, PhD, del departamento de Fisiología de la Universidad de Murcia, realizaron un estudio de asociación de todo el genoma (GWAS), que implica un escaneo rápido de conjuntos completos de ADN, o genomas, de un gran número de personas. El objetivo de un GWAS es identificar variaciones genéticas asociadas con una enfermedad específica o, en este caso, un hábito.

Para este estudio, los investigadores del MGH y sus colegas utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido, que incluye información genética de 452.633 personas. Se preguntó a todos los participantes si tomaban siestas durante el día "nunca / raramente", "a veces" o "habitualmente".

El GWAS identificó 123 regiones en el genoma humano que están asociadas con las siestas diurnas. Un subconjunto de participantes usó monitores de actividad llamados acelerómetros, que brindan datos sobre el comportamiento sedentario durante el día, lo que puede ser un indicador de la siesta. Estos datos objetivos indicaron que los autoinformes sobre la siesta eran precisos. "Eso dio una capa adicional de confianza en que lo que encontramos es real y no un artefacto", dice Dashti.

 

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