Pirfenidona y nintedanib | 20 MAY 14

Fibrosis pulmonar idiopática, resultados alentadores

Los médicos han tenido poco que ofrecer a los pacientes de fibrosis pulmonar idiopática.

Dos medicamentos ofrecen nuevas esperanzas a los pacientes con una enfermedad progresiva y letal que les roba el aliento al cicatrizar los pulmones, según los resultados de ensayos clínicos.

Ambos fármacos, la pirfenidona y el nintedanib, parecen ralentizar el avance de la fibrosis pulmonar idiopática o FPI, una enfermedad incurable y antes intratable que hace que el tejido de la profundidad de los pulmones se endurezca y cicatrice.

Los pacientes de FPI tienen una tasa de supervivencia a tres años del 50 por ciento, peor que la de la mayoría de formas de cáncer, señaló el Dr. Gary Hunninghake, especialista en enfermedades pulmonares del Hospital Brigham and Women's de Boston.

Pocos viven más de cinco años tras el diagnóstico, y la única forma de salvar sus vidas es reemplazar sus pulmones.

"En resumen, esto es bastante importante para el campo de la FPI", aseguró Hunninghake. "No cura la enfermedad. Esto sin duda no es el final de la terapia para estos pacientes. Pero la idea de que hay algo que podemos hacer además de remitirles a un trasplante de pulmón es bastante importante".

Los resultados de los dos ensayos de los medicamentos aparecen en la edición en línea del 18 de mayo de la revista New England Journal of Medicine. Esa edición también informa sobre un tercer medicamento para la FPI, llamado acetilcisteína, que resultó inefectivo en un ensayo clínico.

Más de 100,000 estadounidenses sufren de FPI, lamentó el Dr. David Lederer, coautor del estudio sobre la pirfenidona. La mayoría tienen entre 50 y 70 años de edad. La enfermedad comienza con una falta de aliento o una tos seca y carraspera, pero pronto priva al cuerpo de la persona del oxígeno necesario para moverse o funcionar de forma adecuada.

Los médicos no saben qué causa la FPI, aunque sospechan que fumar, la genética, ciertas infecciones virales o el reflujo ácido podrían desempeñar un papel al dañar los pulmones, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.

De los dos fármacos, la pirfenidona ofrece la mayor esperanza entre médicos y pacientes, apuntó el Dr. Gregory Cosgrove, director médico de la Pulmonary Fibrosis Foundation.

La pirfenidona está aprobada para el tratamiento de la FPI en otros países, pero hasta ahora la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. ha denegado la aprobación debido a los resultados mezclados en los ensayos clínicos, señaló Hunninghake.

En este ensayo más reciente, los médicos trataron a 555 pacientes de FPI durante un año con pirfenidona o un placebo inactivo. La pirfenidona produjo una reducción significativa en la tasas de declive de la función pulmonar, y aumentó la distancia que los pacientes podían caminar.

"Este fármaco ralentizó muy claramente el avance de la enfermedad, según lo mide la función pulmonar, y también parece tener un efecto sobre la mortalidad", señaló Lederer, codirector del programa de enfermedad intersticial pulmonar del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.

Los investigadores no comprenden del todo el modo en que la pirfenidona funciona contra la FPI, apuntó Lederer, pero el fármaco parece inhibir una importante proteína de "factor de crecimiento" en el desarrollo de la fibrosis. También parece tener propiedades antiinflamatorias.

Un segundo grupo de ensayos clínicos evaluó el fármaco nintedanib contra un placebo durante un año en más de 1,050 pacientes de FPI.

El nintedanib también redujo significativamente la tasa de declive de la función pulmonar, mejorando la capacidad de respiración de los pacientes. El medicamento se dirige de forma específica a las proteínas "factor de crecimiento" que hacen que el tejido pulmonar se endurezca y cicatrice.

Los problemas gastrointestinales, incluyendo la diarrea, fueron los efectos secundarios más comunes con ambos fármacos, reportaron los investigadores.

El tema de la aprobación ahora depende de la FDA. "Lo más probable es que ambos ensayos fueran diseñados para obtener la aprobación de la FDA tras su publicación", aseguró Hunninghake.

En general, los resultados de estos ensayos darán unos ánimos muy necesitados por los pacientes de FPI. "Es una época de optimismo para los pacientes de fibrosis", aseguró Cosgrove.

La enfermedad ha sido difícil de resolver porque los modelos con animales de la fibrosis pulmonar no se corresponden bien con los humanos, comentó. Pero el rápido avance de la secuenciación del ADN ha dado a los investigadores otra avenida para comprender cómo funciona la fibrosis.

"No haber elaborado una terapia efectiva en los últimos 10 o 15 años ha sido frustrante", lamentó Cosgrove. "Pero el grado de frustración ha hecho que la comunidad de la FPI realmente se una para respaldar la participación en los ensayos clínicos, y esos ensayos han provisto una base para estos nuevos avances".

FUENTES: Gary Hunninghake, M.D., director, Sarcoidosis and Granulomatous Lung Disease Service, Brigham and Women's Hospital, Boston; David Lederer, M.D., M.S., associate medical director, Lung Transplant Program, and co-director, Interstitial Lung Disease Program, Columbia University Medical Center, New York City; Gregory Cosgrove, M.D., chief medical officer, Pulmonary Fibrosis Foundation, and associate professor of medicine, pulmonary division, National Jewish Health, Denver; May 18, 2014, New England Journal of Medicine, online.

 

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