Sobre todo en los adultos más jóvenes | 08 ABR 14

El insomnio podría aumentar el riesgo de ACV

Investigadores de Taiwán hallaron la conexión más firme entre las personas menores de 34 años.

Las personas que sufren de insomnio podrían estar en un mayor riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), sobre todo si son adultos jóvenes, sugiere un nuevo estudio taiwanés de gran tamaño.

Durante cuatro años, los investigadores hallaron que el insomnio pareció aumentar las probabilidades de que una persona fuera hospitalizada por un ACV en un 54 por ciento.

El riesgo aumentó mucho más para las personas de 18 a 34 años, que tenían ocho veces más probabilidades de sufrir ACV si tenían insomnio, cuando se compararon con sus pares que dormían bien, halló el estudio.

"Prestamos mucha atención a la hipertensión, a la obesidad y a los problemas relacionados con el colesterol. Son factores de riesgo conocidos", apuntó el Dr. Demetrius Lopes, director del Centro Cerebrovascular Intervencionista de la Universidad de Rush, en Chicago, y vocero de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association). "Pero creo que lo que se subestima es cuánto daño puede provocar el hecho de no contar con una buena rutina de sueño, sobre todo a una edad temprana".

El nuevo estudio comparó expedientes médicos seleccionados al azar de más de 21,000 personas con insomnio y 64,000 sin insomnio en Taiwán. Ninguna tenía un diagnóstico previo de ACV ni apnea del sueño.

Los hallazgos aparecen en la edición de mayo de la revista Stroke.

Durante el seguimiento de cuatro años, 583 personas insomnes y 962 no insomnes fueron admitidos en el hospital por ACV. Tras tomar en cuenta otros factores, los investigadores concluyeron que las personas con insomnio tenían un mayor riesgo de ACV, en comparación con las que dormían bien.

El investigador Ya-Wen Hsu, de la Universidad de Chia Nan, y sus colaboradores, también hallaron que el nivel de insomnio del que sufría una persona tenía una influencia directa sobre su riesgo aparente de ACV.

Las personas que sufrían de insomnio persistente tenían un riesgo más alto de ACV que las personas con insomnio intermitente, y ambos grupos tenían un mayor riesgo que las personas cuyo insomnio desapareció durante el estudio.

Los insomnes también tendían a sufrir más factores de riesgo que pueden conducir al ACV, como diabetes, hipertensión y colesterol alto.

Aunque el estudio encontró una relación entre el insomnio y un mayor riesgo de ACV, no demostró que existiera causalidad.

"Hemos visto que las personas que tienen problemas para dormir presentan otros factores de salud que aumentan el riesgo de ACV", apuntó la Dra. Suzanne Steinbaum, cardióloga preventiva del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. "Este problema conductual, el insomnio, tiene todos estos múltiples factores asociados que pueden conducir a un mayor riesgo de ACV".

Pero, ¿aumenta el insomnio los demás factores de riesgo, o un estilo de vida malsano que aumenta el riesgo de ACV de una persona también hace que sufra de insomnio?

Probablemente sea un poco ambas cosas, planteó el Dr. Mark Urman, cardiólogo encargado del Instituto de Cardiología Cedars-Sinai, en Los Ángeles.

"Se convierte en un círculo vicioso", señaló Urman. "Cuando no se duerme bien de noche una y otra vez, esto puede contribuir a otros factores de riesgo como los niveles de glucosa en la sangre y la hipertensión". A su vez, esos factores fomentan incluso más el insomnio.

Por otro lado, un sueño regular saludable puede ser un regalo para la salud de una persona, comentó Lopes, de la Universidad de Rush. El sueño ayuda al cuerpo a coordinar la presión arterial, a gestionar las hormonas y a reducir el estrés, anotó.

"Creo que el sueño se subestima en cuanto a su poder, en cuanto a la cantidad de sanación que ocurre mientras se duerme", apuntó Lopes.

El estudio deja una cosa clara: los adultos jóvenes no son tan invencibles como quizá crean ser, concurrieron los expertos. Estudiar o irse de fiesta hasta tarde en la noche podría dejarles en un mayor riesgo de ser hospitalizados por un ACV.

"Nadie es una excepción", enfatizó Steinbaum, del Lenox Hill. "La forma en que vivimos toda nuestra vida afecta a nuestra salud cardiovascular. Esto no comienza a los 50 o los 60. Comienza al inicio de la vida".

FUENTES: Demetrius Lopes, M.D., director, Interventional Cerebrovascular Center, Rush University, Chicago, and spokesman, American Heart Association; Suzanne Steinbaum, M.D., preventive cardiologist, Lenox Hill Hospital, New York City; Mark Urman, M.D., attending cardiologist, Cedars-Sinai Heart Institute, Los Angeles; May 2014 Stroke.

 

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