Estudio de 30 años de duración | 19 JUL 13

Los riesgos cardiacos aumentan con el número de años de obesidad

Un estudio reafirma el vínculo entre el peso excesivo y los problemas cardiovasculares.

Más malas noticias para los estadounidenses con sobrepeso: un estudio de 30 años de duración halla que el riesgo de enfermedades cardiacas aumenta mientras más tiempo es obesa una persona.

"Cada año de obesidad se asoció con un aumento del 2 al 4 por ciento en el riesgo de enfermedad cardiaca coronaria subclínica", señaló el autor principal del estudio, Jared Reis, epidemiólogo del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE. UU.

Una enfermedad cardiaca "subclínica" significa un daño en las arterias que aparece en marcadores, como, por ejemplo, la acumulación de calcio en las paredes de las arterias, pero que aún no se ha convertido en una enfermedad sintomática.

"Los que presentaban la mayor duración de obesidad general y obesidad abdominal tendían a tener el mayor riesgo" de enfermedad subclínica, señaló Reis.

El informe fue publicado en la edición del 17 de julio de la Journal of the American Medical Association.

En el nuevo estudio, el equipo de Reis utilizó escáneres para rastrear la acumulación de calcio en las arterias cardiacas de casi 3,300 adultos de 18 a 30 años. Cuando el estudio se inició a mediados de los 80, ninguno de los participantes era obeso.

Pero en el transcurso del estudio, más del 40 por ciento se hicieron obesos y el 41 por ciento desarrollaron obesidad abdominal (grasa excesiva en el vientre). Los que se hicieron obesos tendían a permanecer obesos durante años, anotaron los investigadores.

Los investigadores hallaron que el 27.5 por ciento de los participantes obesos a largo plazo mostraban señales de enfermedad cardiaca, y el problema empeoraba mientras más tiempo era obeso el individuo.

Más del 38 por ciento de los que pasaron más de 20 años con obesidad tenían arterias calcificadas, en comparación con solo alrededor de una cuarta parte de los que nunca aumentaron ese nivel de peso en exceso, mostraron los hallazgos.

Entre los que tenían obesidad general, el 6.5 por ciento tenían una calcificación arterial "extensiva" más peligrosa, al igual que el 9 por ciento de los que presentaban obesidad alrededor del vientre. En contraste, apenas alrededor del 5 por ciento de los que no eran obesos presentaban esa calcificación extensiva, hallaron los investigadores.

Reis dijo que los hallazgos podrían tener graves implicaciones para los estadounidenses a medida que envejecen.

"Con el aumento de los casos de obesidad en los últimos 30 años, los individuos más jóvenes se están haciendo más obesos a una edad más temprana que en generaciones anteriores", anotó. "Esta mayor duración de la obesidad podría tener implicaciones importantes sobre el sufrimiento futuro por la enfermedad cardiaca subclínica y potencialmente para las tasas de enfermedad cardiaca clínica en Estados Unidos".

Otro experto en el corazón se mostró de acuerdo.

"Las tasas de obesidad en niños y adultos han aumentado marcadamente en EE. UU. en los últimos 25 años", lamentó el Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles. "Esto es particularmente preocupante dado que la obesidad se asocia con un mayor riesgo de diabetes, enfermedad cardiovascular prematura y mortalidad".

El Dr. David Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Universidad de Yale, dijo que también le preocupan las crecientes tasas de obesidad entre los jóvenes.

"Hace mucho que temo que en una era de diabetes tipo 2 cada vez más prevalente entre los niños, podría llegar un día en que la angina se convierta en un rito de paso adolescente junto con el acné", planteó Katz.

Este nuevo estudio incrementa esa preocupación, dijo. "Demuestra lo que el sentido común sugeriría: mientras más dura la exposición a los efectos adversos de la obesidad, mayor es el daño en las arterias coronarias".

Según Katz, "este estudio es otro motivo, si es que lo necesitamos, para dedicar todos los esfuerzos posibles a la prevención, el control y a revertir la obesidad desenfrenada en la niñez".

FUENTES: Jared Reis, Ph.D., epidemiologist, U.S. National Heart, Lung, and Blood Institute; Gregg Fonarow, M.D., professor, cardiology, University of California, Los Angeles; David Katz, M.D., M.P.H., director, Yale University Prevention Research Center, New Haven, Conn.; July 17, 2013, Journal of the American Medical Association.

 

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