¿Su uso aumenta el riesgo? | 24 FEB 14

Relación entre antagonistas de los receptores de angiotensina y riesgo de cáncer en diabeticos tipo 2

El presente estudio, que investigó esta asociación específicamente en pacientes con diabetes tipo 2, no ha podido demostrar un efecto de clase de estos fármacos sobre dicho riesgo.
Autor/a: Dres. Changq C, Lin J, Wu L, Lai M Fuente: SIIC Journal of Clinical Oncology 29(22):3001-3007, 2011

Introducción

Los antagonistas del receptor tipo 1 de angiotensina (ARA) son muy utilizados en el tratamiento de la hipertensión y la insuficiencia cardíaca, y constituyen una alternativa válida a los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) para reducir el riesgo de eventos cardiovasculares.

Un reciente metanálisis informó que los pacientes tratados con ARA presentan incremento moderado en el riesgo de presentar cáncer, lo cual ha suscitado gran preocupación por la seguridad de esta clase de drogas. Sin embargo, dado que los ensayos incluidos en el metanálisis no fueron diseñados para explorar resultados asociados con el cáncer, la naturaleza post hoc de dicho trabajo podría generar sesgo y reducir así la validez de sus hallazgos. De todos modos, queda claro que es necesario tomar medidas para evaluar la seguridad de los ARA.

Los ARA son la droga antihipertensiva de elección para los pacientes con diabetes. En este sentido, se ha postulado que el olmesartán reduce la incidencia de microalbuminuria, efecto que sería independiente de la disminución de la presión arterial. Es sabido que esta clase de drogas tiene un efecto protector sobre el sistema cardiovascular y sobre el riñón en los pacientes con diabetes. Sin embargo, no hay información disponible acerca de la asociación entre los ARA y el riesgo de cáncer en este tipo de pacientes.

En consecuencia, se decidió llevar a cabo un estudio de casos y controles a nivel nacional a fin de evaluar la incidencia de cáncer asociado con el uso de ARA en la población general de pacientes con diabetes de Taiwán.



Métodos

La base de datos nacional utilizada para el estudio contiene toda la información referente a consultas, internaciones, prescripciones, enfermedades y estado vital del 99% de la población taiwanesa. Un total de 21 750 pacientes con diabetes de reciente diagnóstico y que iniciaron tratamiento antihipertensivo fueron identificados a partir de dicha base de datos en el período de julio a diciembre de 2000. A continuación, se realizó un seguimiento de los pacientes hasta diciembre de 2007 a fin de identificar nuevos casos de cáncer en dicha población. Los participantes fueron luego clasificados según el tipo específico de cáncer en las siguientes categorías: hígado, colorrectal, pulmón, urológico, mama, próstata, gástrico y pancreático. Además, hasta 4 personas por cada caso, pareadas por sexo y edad, fueron seleccionadas para integrar el grupo control.

Para conformar el grupo de casos, se excluyó toda persona menor de 30 años y mayor de 100 años, con diabetes dependiente de insulina o diagnóstico de diabetes tipo 1, así como aquellos con antecedentes de cáncer previo al inicio del tratamiento antihipertensivo. El uso de IECA se eligió como comparador para las mismas indicaciones que los ARA.

Además, se recogió información acerca de los tipos de drogas prescriptas, las dosis, la fecha de prescripción y los demás datos del tratamiento desde el inicio de la terapia hasta el diagnóstico de cáncer. También se registró el uso de otros fármacos antihipertensivos, insulina, hipoglucemiantes orales y estatinas, así como la información sobre comorbilidades y el nivel socioeconómico.

Resultados

Según los resultados del estudio, aproximadamente el 54% de los pacientes recibió IECA, mientras que el 36% fue tratado ARA. La duración promedio acumulada del tratamiento fue de 603 días para los participantes asignados a ARA. Durante el período en estudio, valsartán, losartán e irbesartán fueron las drogas de esta clase más utilizadas (37.8%, 29.2% y 19.9%, respectivamente).

Un total de 1 281 nuevos pacientes con cáncer fueron identificados en el grupo de casos. Los tipos más comunes fueron el cáncer de hígado (22%), el colorrectal (15%), el de pulmón (11%) y el urológico (6%). Por su parte, en el grupo control se identificaron 5 104 nuevos casos de cáncer. Los pacientes con cáncer obtuvieron mayor probabilidad de tener retinopatía, neuropatía y nefropatía diabéticas, así como presentar enfermedad hepática, renal y pulmonar crónicas, pero con menor probabilidad de tener enfermedad cardiovascular.

En el análisis de variable única, no se halló una asociación significativa entre el uso de ARA y la incidencia total de cáncer. El riesgo estimado disminuyó levemente luego del ajuste por potenciales factores de confusión. Sin embargo, se observó una tendencia a la asociación negativa entre la incidencia total de cáncer y una mayor dosis diaria promedio, aunque dicha asociación no alcanzó significación estadística. Asimismo, no se encontró un incremento en el riesgo de aparición tardía de cáncer en aquellos pacientes que estuvieron expuestos a los ARA por 3 años o más. Al analizar la dosis acumulada, se observó una tendencia hacia una disminución en el riesgo de cáncer en los pacientes con mayor dosis acumulada.

En el análisis estratificado no se halló una asociación significativa entre el uso de ARA y determinados tipos de cáncer. Específicamente, no hubo asociación entre los ARA y el cáncer urológico o pancreático. Al considerar los tipos individuales de ARA, losartán disminuyó el riesgo de cáncer, mientras que candesartán y telmisartán posiblemente lo aumentaron. De todos modos, el número de pacientes con cáncer expuestos a cada ARA individual fue demasiado pequeño para permitir evaluar con precisión el riesgo asociado con cada tipo específico de cáncer.

 

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