Una realidad cada vez más preocupante | 13 FEB 12

Expertos advierten sobre la gonorrea resistente a los antibióticos

El arsenal de armas eficaces contra la enfermedad de transmisión sexual se agota, señalan los investigadores.

La gonorrea resistente a los antibióticos es una realidad cada vez más preocupante, y hay que tomar medidas para limitar el riesgo de que la cepa intratable de la enfermedad de transmisión sexual (ETS) se propague por EE. UU., advierten los investigadores.
 
"Intentamos mantenernos un paso por delante mediante la publicación de estas advertencias y alertas", señaló la Dra. Gail Bolan, de la división de prevención de enfermedades de transmisión sexual de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
 
Más de 600,000 estadounidenses contraen gonorrea cada año, lo que la convierte en la segunda enfermedad contagiosa más común del país. Las minorías de todos los tipos, ya sean por raza, etnia u orientación sexual, se consideran entre las poblaciones más vulnerables, según la información de respaldo del nuevo informe.
 
La gonorrea resistente a los fármacos no es un fenómeno nuevo, apuntaron Bolan y colegas. En la Segunda Guerra Mundial, la gonorrea se volvió resistente a la sulfanilamida. En los 80, apareció resistencia a los antibióticos penicilina y tetraciclina. Más recientemente, se observó resistencia a las fluoroquinolonas en 2007.
 
Sin embargo, ahora el problema son las llamadas cefalosporinas de tercera generación, que incluyen cefixima de administración oral y ceftriaxona inyectable, los únicos tipos restantes de antibióticos eficaces recomendados por los CDC, cuando se toman junto con uno de dos antibióticos orales (azitromicina o doxiciclina).
 
En un artículo que aparece en la edición del 9 de febrero de la revista New England Journal of Medicine, los investigadores advirtieron que se han observado señales de resistencia incluso en esta línea de defensa.
 
Bolan señaló que "ahora el punto es que solo nos queda la última clase de antibióticos que sabemos, porque han sido estudiados, que son un tratamiento eficaz contra la gonorrea". Si una cepa de gonorrea resistente se vuelve común, "hay el potencial de que no tengamos otros antibióticos a los cuales recurrir", añadió.
 
Se han identificado cepas de la enfermedad resistentes a las cefalosporinas en Japón (2003 y 2009) y en Reino Unido (2010). Estos fármacos siguen siendo "altamente eficaces" contra la mayoría de cepas de gonorrea en EE. UU., anotaron los autores del estudio.
 
Pero los investigadores dijeron que se necesitan la vigilancia del paciente y políticas coordinadas de salud pública si los EE. UU. desean mantenerse un paso por delante de las cepas resistentes a las cefalosporinas.
 
La prevención siempre es esencial, señaló Bolan, y señaló que la gonorrea se puede prevenir mediante el uso de condones.
 
Pero dado que la gonorrea con frecuencia es asintomática, "muchos pacientes que sufren de esta infección no saben que están infectados. Así que es muy importante que los individuos se hagan exámenes médicos de rutina", añadió.
 
"Y ciertamente, si alguien tiene síntoma, nos interesa que... se evalúe rápidamente", añadió. Entre las mujeres, los síntomas pueden incluir descarga vaginal, una sensación de quemazón al orinar y dolor en el coito. Entre los hombres, las señales características incluyen descarga del pene, sensación de quemazón al orinar y dolor durante la defecación.
 
Aunque los métodos de evaluación son eficaces, no indican resistencia a los antibióticos. Bolan apuntó que pacientes y médicos deben trabajar juntos para asegurar que el tratamiento antibiótico recomendado haga su trabajo, al monitorizar por cualquier señal de fracaso del tratamiento.
 
Las parejas sexuales (de hasta hace dos meses) de las personas diagnosticadas también deben recibir tratamiento. Y dado que la gonorrea podría ser una señal potencial de infección con VIH, los investigadores urgen pruebas repetidas de VIH para los diagnosticados con gonorrea.
 
En un comentario sobre el estudio, el Dr. Thomas Quinn dijo que el espectro de una gonorrea cada vez más resistente a los antibióticos es preocupante.
 
"Se trata de una enfermedad muy común, y hablamos de millones de casos en todo el mundo", apuntó Quinn, investigador principal de la Sección Internacional de VIH/ETS del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU.
 
"Si no se trata, o no se trata con éxito, por lo general no amenaza la vida, pero sí conlleva complicaciones graves en ambos sexos", añadió. Es particularmente peligrosa para las mujeres "debido al riesgo de infertilidad".

 

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