Por Frederik Joelving
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio reveló que en Estados Unidos se están utilizando inadecuadamente fármacos costosos que apuntan a aumentar la producción de glóbulos rojos en pacientes oncológicos, lo que preocupa por sus efectos adversos y los recursos desperdiciados.
Un equipo halló que el 25 por ciento de las veces, pacientes recibían agentes estimulantes de la eritropoiesis (AEE) durante más de una semana, muy poco tiempo para ser efectivos.
"Son fármacos muy costosos y con varios efectos adversos", dijo el doctor Jason Wright, del Centro Médico de la Columbia University de Nueva York, que dirigió el estudio publicado en Journal of Clinical Oncology.
Se estima que la cobertura federal estadounidense Medicare invierte más de 1.000 millones de dólares por año en AEE, que incluyen marcas como Epogen (Amgen) y NeoRecormon (Roche).
Los productos están aprobados para pacientes oncológicos tratados con quimioterapia; la duración recomendada del tratamiento es de entre dos y 14 semanas.
A veces, los efectos secundarios superan los beneficios, ya que entre ellos se incluye la formación de coágulos sanguíneos y la aparición de problemas cardíacos. En algunos casos, promueven el crecimiento tumoral.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos emitió una advertencia más fuerte para estos fármacos en el 2007.
El equipo de Wright analizó datos de 21.000 beneficiarios de Medicare tratados con AEE por tumores comunes entre 1995 y el 2005. El 24 por ciento los tomó durante una semana o menos.
"Se está sometiendo a los pacientes a una toxicidad potencial a cambio de muy pocos beneficios clínicos, de modo que son recursos desperdiciados", dijo Wright a Reuters Health.
El 8 por ciento de los beneficiarios habían tomado los fármacos durante más de 14 semanas y un 14 por ciento lo había hecho mientras no estaba recibiendo quimioterapia.
"Nos preocupa que los médicos no siempre saben cuál es la indicación correcta de estos fármacos", agregó.
Explicar los resultados es difícil, ya que los médicos estarían suspendiendo el uso de los medicamentos antes de tiempo porque los pacientes no los toleran.
Pero cuando se trata del uso no aprobado y prolongado, surge otra posibilidad que preocupa. De hecho, un estudio previo había demostrado que los médicos recetan más AEE cuando los pacientes pagan por cada servicio recibido.
El equipo de Wright halló también que los médicos de práctica privada eran más propensos que el resto a recetar esos fármacos por más tiempo, pero menos propensos a indicarlos durante menos de una semana.
"Los pacientes deben conocer qué fármacos les recetan los médicos", dijo Wright. Y agregó: "Debería existir un programa educativo riguroso que acompañe el uso de estos medicamentos para que los médicos conozcan qué pacientes serán los más beneficiados".
FUENTE: Journal of Clinical Oncology, online 1 de agosto del 2011