En un estudio de gran tamaño con pacientes renales ("The Lancet") | 14 JUN 11

Simvastatina + Ezetimibe reduce el riesgo de enfermedad cardiaca

El fármaco para el colesterol redujo los problemas cardiovasculares en hasta 25 por ciento en este grupo de alto riesgo.

La combinación de Simvastatina 20 mg + Ezetimibe 10 mg, el fármaco reductor del colesterol, redujo el riesgo de enfermedad cardiaca en pacientes renales en hasta 25 por ciento, según los resultados del mayor ensayo sobre la enfermedad renal jamás llevado a cabo.
 
"Las personas que sufren de enfermedad renal están en alto riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular", explicó el autor del estudio, el Dr. Colin Baigent, profesor de epidemiología de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido. "Pero hay muy pocos estudios que intentan ver cómo se puede reducir ese riesgo. Sabemos que en las personas sanas, reducir el colesterol LDL o 'malo' disminuye el riesgo. Pero ahora este es el primer estudio en mostrar que reducir el LDL en pacientes de enfermedad renal también disminuye el riesgo".
 
Baigent y colegas informan sobre su investigación, que fue parcialmente financiada por Merck/Schering-Plough Pharmaceuticals, en la edición en línea del 9 de junio de la revista The Lancet. Los hallazgos debían ser presentados esta semana en la reunión anual de la Asociación Renal del Reino Unido y la Sociedad Renal Británica en Birmingham, Inglaterra.
 
La combinación de Ezetimibe y Simvastatina

Ayer, la Asociación de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. hizo un llamado por etiquetas de advertencia para Simvastatina debido a un aumento en el riesgo de daño muscular observado en los pacientes que toman la mayor dosis del fármaco, de 80 miligramos al día.
 
Baigent anotó que aunque se sabe que las estatinas solas son eficaces en la reducción del colesterol, uno de los desafíos de tratar a los pacientes de enfermedad renal es que no procesan esos medicamentos tan bien, lo que hace que las dosis altas de estatinas sean potencialmente tóxicas. Sin embargo, al juntar una dosis relativamente baja de la estatina con Ezetimibe, el equipo esperaba lograr el mismo efecto reductor del LDL usando una dosis de estatina mucho más baja.
 
"Es un truco bastante bueno", aseguró Baigent, quien hace unas tres décadas se enfrentó a la enfermedad renal. "Esta combinación produce los mismos efectos reductores del LDL que una dosis triple de la estatina sola".
 
En este estudio, los autores se enfocaron en un conjunto de casi 9,300 pacientes de enfermedad renal crónica de ambos sexos, que tenían a partir de los 40 años, con una edad promedio de 62. Todos eran participantes del "Estudio de protección cardiaca y renal" (SHARP, por su sigla en inglés), que se llevó a cabo en un periodo de siete años en 380 hospitales de 18 países.
 
Comenzando en 2003, alrededor de un tercio de los pacientes ya recibían diálisis al inicio del estudio. Casi dos tercios eran hombres, y ninguno tenía antecedentes de ataque cardiaco.
 
Alrededor de la mitad de los pacientes fueron asignados al azar para recibir la asociación Simvastatina / Ezetimibe. La otra mitad recibió placebos.
 
Los pacientes recibieron un seguimiento mínimo de cuatro años. El equipo registró todos los casos de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular, procedimientos vasculares, hospitalizaciones y efectos secundarios.
 
Los resultados: el grupo de Simvastatina/Ezetimibe experimentó 17 por ciento menos eventos cardiovasculares importantes, frente al grupo de placebo.
 
Además, debido a que alrededor de un tercio del grupo de Simvastatina/Ezetimibe no tomó el fármaco todo el tiempo, los investigadores calcularon que con un cumplimiento del cien por ciento, en realidad se hubiera reducido el riesgo de eventos cardiovasculares importantes en aproximadamente 25 por ciento.
 
"Este hallazgo tiene implicaciones importantes, tanto para las personas que reciben diálisis del riñón como para el grupo más numeroso de personas que tienen alguna etapa de enfermedad renal pero que aún no han llegado a necesitar diálisis", señaló Baigent.
 
"Así que esto tendrá ramificaciones para muchos, muchos millones de personas, dado que se calcula que el diez por ciento de la población tiene alguna forma de enfermedad renal", añadió.
 
El Dr. Robert Provenzano, jefe de nefrología del Hospital y Centro Médico St. John en Detroit, se hizo equipo de la opinión de Baigent.
 
"La enfermedad renal crónica es una epidemia mundial", aseguró. "A medida que otros países se 'occidentalizan', hallamos que la incidencia de enfermedad renal crónica e insuficiencia renal terminal aumenta. Lo vemos en India, y en China. Lo vemos por todos lados. Es un problema inmenso".
 
"El problema es que aunque ya hemos identificado los factores de riesgo básicos, hasta ahora la mayoría de datos sobre el colesterol y el riesgo ha sido circunstancial, o se ha confundido con muchos problemas más", anotó Provenzano. "Pero ahora el estudio SHARP ha respondido la pregunta, y encontró que el colesterol LDL o malo tiene un impacto directo en la aceleración de la enfermedad renal crónica. Y hallaron una forma de evitar el alto perfil de efectos secundarios de las estatinas al combinarlas con otro fármaco".
 
"Pero si se sufre de enfermedad renal, esto no la curará en sí", advirtió. "Pero trata las comorbilidades que pueden matar a estos pacientes. Y eso hace que este hallazgo sea extremadamente útil".
 
FUENTES: Colin Baigent, M.D., professor, epidemiology, University of Oxford, England; Robert Provenzano, M.D., chief, nephrology, St. John Hospital and Medical Center, Detroit; June 9, 2011, The Lancet online; June 6-9, 2011, presentation, UK Renal Association and British Renal Society meeting, Birmingham, England.

 

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