"The New England Journal of Medicine"

¿Son todas las dietas iguales?

Según un estudio de NEJM, la dieta resulta eficaz cuando es sana y baja en calorías, con independencia de su contenido en proteínas o carbohidratos.

La reducción de las calorías en la dieta ayuda a perder peso independientemente de la limitación del consumo de hidratos, proteínas o grasas, según un estudio desarrollado conjuntamente por la Escuela de Salud Pública de Harvard y el Centro de Investigación Biomédica Pennington de la Universidad Estatal de Louisiana (Estados Unidos). El trabajo, publicado en el último número de la revista The New England Journal of Medicine (2009;360:859-873), muestra asimismo que el asesoramiento por especialistas y los grupos de ayuda son también claves en el proceso.
 
En el ensayo participaron 811 hombres y mujeres, divididos en cuatro grupos según las dietas basadas en los distintos nutrientes: dos altas y dos bajas en grasas, con mayor o menor presencia de proteínas y carbohidratos. Todas las dietas eran cardiosaludables –reemplazaban las grasas saturadas por las insaturadas y contenían mayores niveles de productos integrales, frutas y verduras.
 
Los científicos llevaron a cabo una reducción de 750 calorías en las dietas, pero el consumo no fue en ningún caso inferior a las 1.200 calorías totales diarias. Además se pidió a los participantes que realizaran 90 minutos de ejercicio moderado a la semana. Además, durante dos años recibieron asesoría personalizada cada ocho semanas, así como sesiones de grupo tres de cada cuatro semanas durante los primeros seis meses y después cada dos semanas.
 
 
Más asesoramiento, menos peso
 
Los resultados mostraron que, con independencia de la dieta, la pérdida de peso y la reducción de la circunferencia de cadera eran similares. Los participantes perdieron una media de 5,9 kilogramos a los seis meses y mantuvieron una pérdida de 4 kilogramos a los dos años.
 
La pérdida de peso se produjo sobre todo en los seis primeros meses, pues transcurrido el primer año todos los grupos comenzaron a ganar peso de manera gradual. Sin embargo, la cantidad de peso que volvieron a ganar fue mucho menor, en torno a un 20% menor, que en anteriores estudios. La circunferencia de cintura se redujo en una media de 5 centímetros concluidos los dos años de seguimiento.
 
Así, todas las dietas, con independencia de los niveles de carbohidratos, grasas y proteínas, se asociaron con una pérdida de peso significativa. En palabras de la Dra. Elizabeth G. Nabel, co-autora del estudio, “los resultados muestran que si las personas siguen una dieta sana y reducida en calorías tienen más de un método nutricional para conseguir y mantener un peso saludable”.
 
Otro de los hallazgos que los investigadores consideran clave es que los participantes que acudían de forma regular a las sesiones de asesoramiento perdían más peso que aquellos que no lo hacían. Aquellas personas que acudieron a unas dos terceras partes de las sesiones perdieron 9,9 kilogramos en comparación con los 4 kilogramos de media del total de participantes.


La Nación

No importa cuál sea la dieta, sino reducir las calorías
La proporción de proteínas, grasas o carbohidratos no hace ninguna diferencia

A la hora de bajar de peso, existe una amplia gama de dietas para elegir: bajas en grasas, en carbohidratos o ricas en proteínas son las opciones más conocidas. Sin embargo, un grupo de científicos de la Escuela de Salud Pública de Harvard y el Centro Pennington de Investigación Biomédica de Luisiana las puso en la mira. Descubrió que la mejor solución para perder kilos es reducir las calorías y ser constante con la dieta, independientemente de cuál se haya elegido.

"El secreto es que no interesa si uno se concentra en reducir las grasas o los carbohidratos -dijo la doctora Elizabeth Nabel, directora del Instituto Nacional Cardíaco, Pulmonar y Hematológico, que financió la investigación-. Limitar el consumo de calorías y quemarlas con ejercicio es la clave", agregó.

El estudio, que fue publicado ayer en la edición del New England Journal of Medicine , hizo un seguimiento de 811 adultos excedidos de peso, de entre 30 y 70 años, durante 24 meses. Un 38% de los voluntarios eran hombres, y el 62%, mujeres.

Los investigadores les asignaron una dieta al azar entre cuatro. Todas contenían grasas saludables, eran bajas en colesterol, ricas en granos integrales, frutas y verduras, pero tenían diferentes niveles de grasas, proteínas y carbohidratos.

Se estimuló a cada paciente para que perdiera 750 calorías diarias, que hiciera 90 minutos de ejercicio por día, que llevara un diario alimentario publicado en Internet y se reuniera regularmente con asesores en nutrición.

Ninguna de las dietas fue superior. La reducción de peso y del tamaño de cintura fue parecido en todos los grupos, y fue difícil para los participantes atenerse a un solo método.

En promedio, adelgazaron 6 kg a los seis meses, pero después de un año comenzaron a subir de peso. Al término de la investigación, habían bajado unos 4 kg.

Pero el ansia de comer, la sensación de saciedad o de hambre, y el grado de satisfacción obtenido con la dieta también fueron similares en todos los voluntarios.

"Estos resultados muestran que mientras se siga un régimen sano para el sistema cardiovascular, reducido en calorías, no hay un único enfoque nutricional para perder kilos y mantener un peso sano", concluyó Nabel.

Agencias AP y EFE