Neumonía por Pneumocystis carinii

Las formas tróficas se adhieren fuertemente a las células alveolares de tipo I mediante la interdigitación de sus membranas con las del huésped. La unión de los Pneumocystis con el epitelio se ve facilitada por las interacciones de las proteínas con el huésped, como la fibronectina y la vitronectina, que se unen a la superficie de Pneumocystis y median la adhesión a los receptores de integrina presentes en el epitelio alveolar. En los tejidos infectados, las células de tipo alveolar I con Pneumocystis adheridos aparecen vacuoladas y erosionadas.

Sin embargo, los estudios de los cultivos de las células epiteliales del pulmón muestran que la adherencia de los Pneumocystis sola no altera la estructura o la función de barrera de las células epiteliales alveolares, a pesar de que la reparación proliferativa del epitelio está reducida. Por lo tanto, es imposible que la adherencia de Pneumocystis al epitelio alveolar sea la responsable del daño alveolar difuso en la neumonía grave. Más aun, las respuestas inflamatorias en el huésped son responsables en principio del compromiso de la superficie alveolocapilar.