Artículo de revisión | 06 FEB 02

Neoplasias del intestino delgado

En este artículo, los autores hacen una exhaustiva revisión de los tumores del intestino delgado.
Autor/a: Dres. Gill SS, Heuman DM y Mihas AA. Fuente: Division of Gastroenterology, Medical College of Virginia, Commonwealth Virginia University, Richmond, Virginia, U.S.A J Clin Gastroenterol 2001 Oct;33(4):267-82
Tumores malignos

Adenocarcinoma (no ampollar)

Es el más común de los tumores malignos del ID (30 a 50% de todas las neoplasias del ID). La gran mayoría aparece en el duodeno y el yeyuno, excepto en presencia de la enfermedad de Crohn, sobre todo en varones mayores de 70 años. Un estudio europeo reciente lo ha asociado con el alcohol pero no con el tabaco, como así con ciertas ocupaciones. Otros factores predisponentes son: la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca, la neurofibromatosis y los procedimientos de derivación urinaria como el conducto ileal. El factor de riesgo más importante es la presencia de un adenoma preexistente, en asociación única o múltiple con uno de los sindromes de poliposis múltiple. Más del 40% de los pacientes con poliposis adenomatosa familiar tiene pólipos adenomatosos en el ID proximal y el 5% desarrolla adenocarcinoma invasivo del duodeno.

Estos últimos devienen sintomáticos muy rápidamente, lo que permite su diagnóstico temprano y la consiguiente intervención terapéutica. Sin embargo, la mayoría de los carcinomas del ID son asintomáticos en el momento del diagnóstico. Su cercanía con los vasos linfáticos de la mucosa explica su tendencia a las metástasis precoces.

Según los autores, se presentan con obstrucción, hemorragia gastrointestinal franca u oculta, pérdida de peso e ictericia y para su diagnóstico se recurre a los estudios de contraste baritado y endoscopia gastrointestinal alta. Los adenocarcinomas del ileo asociados con enfermedad de Crohn son de difícil diagnóstico porque pueden confundirse con las lesiones de la enfermedad de base. Para los tumores en otros segmentos es necesaria la enteroclisis o la enteroscopia. Las metástasis se evalúan por TC, y a veces por resonancia magnética, ecografía endoscópica o angiografía.

La estadificación se hace de acuerdo con el sistema TNM y el tratamiento de elección es la cirugía. Los tumores duodenales pueden necesitar pancreatoduodenectomía y en otras localizaciones puede requerirse la resección simple del segmento afectado, con parte del mesenterio y un amplio margen quirúrgico de seguridad. La quimio y la radioterapia no son útiles, aclaran los autores.. Si el tumor es poliposo y está confinado a la mucosa y la submucosa puede extirparse por vía endoscópica.

Adenocarcinoma ampollar

El más común es el de la ampolla de Vater. En realidad, dicen los autores, este tumors es el tumor extracolónico más común en los pacientes con poliposis adenomatosa familiar (100 a 200 veces más que en la población general). Se presenta con obstrucción biliar e ictericia.

El diagnóstico se hace por contraste baritado o endoscopia. La duodenoscopia con vista lateral es muy útil para el examen y la biopsia de la ampolla. La ecografía endoscóp

 

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