Madrugadores versus noctámbulos y sensibilidad a la insulina | 22 SEP 22

Influencia del cronotipo en el riesgo cardiovascular

Las personas que son 'noctámbulos' podrían tener un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas que aquellas que son 'madrugadores'
Autor/a: Steven K. Malin, Mary-Margaret E. Remchak, Anthony J. Smith, Tristan J. Ragland, Emily M. Heiston, Udeyvir Cheema Early chronotype with metabolic syndrome favours resting and exercise fat oxidation in relation to insulin-stimulated non-oxidative glucose disposal

 

Nuevos hallazgos

¿Cuál es la pregunta central de este estudio?

El cronotipo refleja diferencias en los perfiles hormonales y metabólicos mediados por el ritmo circadiano. Pero, ¿el uso de combustible en reposo y/o ejercicio difiere en el cronotipo temprano versus tardío en lo que se refiere a la sensibilidad a la insulina?

¿Cuáles son los principales hallazgos y su importancia?

Los cronotipos tempranos con síndrome metabólico utilizaron más grasa durante el descanso y el ejercicio, independientemente de la aptitud aeróbica, en comparación con los cronotipos tardíos. Los primeros cronotipos también eran más activos físicamente durante el día. El mayor uso de grasas se relacionó con la eliminación de glucosa no oxidativa. Estos hallazgos sugieren que los cronotipos tempranos tienen diferencias en la selección de combustible que se asocian con el riesgo de diabetes tipo 2.


El cronotipo temprano con síndrome metabólico favorece la oxidación de grasas en reposo y ejercicio en relación con la eliminación de glucosa no oxidativa estimulada por insulina

Introducción

El cronotipo es una clasificación circadiana que identifica la preferencia de un individuo para realizar una actividad o reconocer el estado de alerta durante diferentes períodos del día. Los cronotipos tempranos (EC, por sus siglas en inglés) es decir, preferencia por levantarse temprano y/o realizar actividades más temprano en el día tienden a tener una prevalencia reducida de riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV), incluidos niveles bajos de triglicéridos y proteína C reactiva, con lipoproteína de alta densidad (HDL). Además, los EC tienden a realizar más actividad física general (AF) que sus contrapartes de cronotipo tardío (LC).

Se desconocen los mecanismos biológicos exactos por los que el cronotipo confiere un mayor riesgo de enfermedad, pero la sensibilidad a la insulina es un factor etiológico importante en la progresión a diabetes tipo 2 y CVD. Además, la incapacidad de cambiar entre las fuentes de combustible de lípidos y carbohidratos del estado de ayuno al estado de alimentación, conocida como inflexibilidad metabólica, puede preceder a la resistencia a la insulina.

Los carbohidratos se consideran la principal fuente de energía durante el ejercicio de intensidad moderada a alta en controles sanos, aunque se sabe que el entrenamiento reduce la dependencia del flujo de glucógeno/glucosa y aumenta la oxidación de grasas. Algo discordante con las observaciones de oxidación de grasas en ayunas es que las personas con resistencia a la insulina, prediabetes y/o diabetes tipo 2 tienen una menor utilización de glucógeno muscular y una mayor oxidación de grasas durante el ejercicio que sus contrapartes sanas.

Se ha pretendido que varios factores explican esta aparente paradoja (p. ej., exceso de lípidos y/o deterioro de la capacidad oxidativa), pero ningún estudio hasta la fecha ha examinado el impacto del cronotipo en la selección de combustible para el ejercicio. Esto es biológicamente relevante ya que el ritmo circadiano es una característica fundamental en el riesgo de enfermedades crónicas, en parte, a través de alteraciones del metabolismo energético. De hecho, recientemente informamos que las personas clasificadas como EC son más sensibles a la insulina en relación con la utilización de carbohidratos estimulados por insulina, un marcador de flexibilidad metabólica.


Comentarios

Nuestros patrones de actividad y ciclos de sueño/vigilia podrían influir en el riesgo de enfermedades, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas. Una nueva investigación publicada en Experimental Physiology encontró que los ciclos de sueño/vigilia causan diferencias metabólicas y alteran la preferencia de nuestro cuerpo por las fuentes de energía. Los investigadores encontraron que aquellos que se quedan despiertos hasta más tarde tienen una capacidad reducida para usar la grasa como energía, lo que significa que las grasas pueden acumularse en el cuerpo y aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

Las diferencias metabólicas se relacionan con qué tan bien cada grupo puede usar la insulina para promover la absorción de glucosa por parte de las células para almacenamiento y uso de energía. Las personas que son "madrugadoras" (individuos que prefieren estar activos por la mañana) dependen más de la grasa como fuente de energía y son más activas durante el día con niveles más altos de condición física aeróbica que los "noctámbulos". Por otro lado, los 'noctámbulos' (personas que prefieren estar activas más tarde durante el día y la noche) usan menos grasa para obtener energía en reposo y durante el ejercicio.

 

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