Las pruebas de función tiroidea se realizan en hasta el 30% de las personas mayores de 65 años, con un costo anual para el NHS de alrededor de £ 30 millones. Un gran estudio de investigación sugiere que muchas de estas pruebas son innecesarias.
Roberts y sus colegas analizaron los datos de casi 3000 pacientes que tenían una función tiroidea normal desde el principio y se volvieron a analizar después de aproximadamente 5 años. Solo una pequeña proporción de ellos mostró algún cambio en la función tiroidea: 17 casos en 12,919 personas-año.
Las pruebas de función tiroidea se realizan con frecuencia cada año en personas mayores, a menudo en respuesta a síntomas inexplicables o como parte de la atención de rutina.
Con base en estos hallazgos, los investigadores desaconsejan realizar pruebas repetidas de rutina en personas mayores que tienen un resultado de prueba de función tiroidea normal en los últimos 5 años, a menos que esté clínicamente indicado.
Además de reducir la carga de trabajo y las molestias para el paciente, seguir este consejo podría generar importantes ahorros de costos para el NHS.
Resumen
Antecedentes
Las pruebas de función tiroidea (TFT) se encuentran entre las pruebas más solicitadas a nivel internacional. Sin embargo, la práctica de pruebas es inconsistente, y potencialmente subóptima y demasiado costosa. La historia natural de la función tiroidea sigue siendo poco conocida.
Objetivo
Establecer la estabilidad de la función tiroidea a lo largo del tiempo e identificar predictores de desarrollo de disfunción tiroidea manifiesta.
Diseño y configuración: seguimiento longitudinal en 19 prácticas generales en el Reino Unido.
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