Durante la última década se registraron grandes progresos en la lucha contra las enfermedades infecciosas desatendidas en Latinoamérica y el Caribe, como la enfermedad de Chagas, la lepra y la oncocercosis, pero el compromiso sostenido de los gobiernos de la región y otras instituciones y socios sigue siendo necesario para controlar y eliminar este grupo de enfermedades que afectan en mayor medida a la población que vive en la pobreza, afirmaron expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el marco del lanzamiento del Segundo Reporte Glo-bal de las Enfermedades Tropicales Desatendidas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El nuevo informe de la OMS reporta un avance mundial sin precedentes en contra de 17 enfermedades tropicales desatendidas gracias a una nueva estrategia global, un suministro regular de medicamentos de calidad y costo-efectivos y apoyo de los socios mundiales. En América el grupo se conforma por 12 de esas enfermedades y se clasifican bajo el nombre de enfermedades infecciosas desatendidas, muchas de las cuales son causadas por parásitos, otras por bacterias o virus.
Un total de diez enfermedades (filariosis linfática, oncocercosis, ceguera por tracoma, enfermedad de Chagas, malaria, lepra, sífilis congénita, tétanos neonatal, rabia transmitida por perros y peste) podrían ser eliminadas entre 2015 y 2020, y otras dos (geohelmintosis y esquistosomosis) mejor controladas en la región, según las metas de eliminación aprobadas en 2009 por el Consejo Directivo de la OPS y de acuerdo a la Hoja de Ruta de la OMS para enfermedades tropicales desatendidas (2012).
Si finalmente se comprueba que éste es un caso de fiebre amarilla (FA), sin duda implica al ciclo de transmisión selvática, con la partici-pación de primates no humanos y mosquitos selváticos. El virus de la fiebre amarilla selvática es endémico en el VRAEM, en la provincia de Huanta, y pueden presentarse casos esporádicos de la enfermedad en personas no vacunadas, especialmente los que trabajan o via-jando por la selva. Hubo dos casos fatales de fiebre amarilla en el área en marzo y julio de 2012. Ya que el mosquito Aedes aegypti, un eficiente vector del virus de la fiebre amarilla, presente en las tierras bajas de la zona oriental de Perú, es lo suficientemente abundante como para transmitir el virus del dengue, existe el riesgo de un pasaje de la transmisión selvática al ciclo urbano. Eso hace que la vacuna-ción contra la fiebre amarilla de las personas que viven en estas áreas sea una importante medida preventiva. Sería importante conocer si el caso se confirma, o no.
Entre los avances regionales de la última década figuran:
Comentarios
Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.