Uso racional de antibióticos para frenar la resistencia

La herramienta AWaRe clasifica los antibióticos en tres grupos:

1. acceso
2. vigilancia
3. reserva

Indica qué antibióticos usar para las infecciones comunes o graves, cuáles se deben usar con moderación o preservación, y cuáles se deben usar solo como último recurso.

La OMS dijo que la campaña podría aumentar la proporción del consumo mundial de antibióticos en el grupo Acceso en al menos un 60%, al tiempo que reduce el uso de antibióticos en los grupos Vigilancia y Reserva. Esto reduciría el riesgo de resistencia porque los antibióticos de Acceso son de espectro estrecho, dirigidos a un microorganismo específico en lugar de a varios.

Al lanzar la nueva campaña, la OMS calificó la resistencia a los antimicrobianos como una “amenaza mundial para la salud y el desarrollo que sigue aumentando a nivel mundial”. Dijo que, aunque más de 100 países habían creado planes nacionales para enfrentar la resistencia a los antimicrobianos, solo una quinta parte de esos planes fueron financiados y implementado.

Para 2023, el 60% de todos los antibióticos consumidos deben provenir de Access, el grupo de antibióticos con el menor riesgo de resistencia.

La OMS ha advertido previamente sobre la grave falta de nuevos antibióticos que se están desarrollando para contrarrestar la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos, y pide una inversión urgente en investigación y desarrollo para tratar infecciones resistentes a los antibióticos.

Pero su último anuncio dice que, en ausencia de dicha inversión, mejorar el uso de antibióticos fue "una de las acciones clave necesarias para frenar una mayor aparición y propagación de la resistencia antimicrobiana".