Entre ellos hay más personas sin seguro médico, con un dominio limitado del inglés y que viven por debajo del umbral de la pobreza.
Las comunidades de EE UU con una alta densidad de población hispana tienen mayores tasas de muerte por enfermedad cardiovascular, como ataques cardiacos o ictus, que otros vecindarios más diversos. Así concluye un nuevo estudio publicado en el Journal of the American Heart Association. Además, la mortalidad por estas causas aumenta en toda la comunidad, tanto para los hispanos como para los blancos no hispanos.
Los condados con mayor población hispana soportan peores situaciones económicas, falta de acceso a servicios de salud de calidad y barreras idiomáticas
En realidad, los hispanos tienen tasas de mortalidad cardiovascular más bajas que los blancos no hispanos (244,8 frente a 189,0 por cada 100.000 habitantes), a pesar de que su bajo estatus socioeconómico se relaciona con una mala salud. Este fenómeno se conoce como paradoja hispana o paradoja epidemilógica latina. Sin embargo, el nuevo estudio demuestra que la salud cardiovascular se resiente en entornos donde la comunidad latina es mayoría.
“Este hallazgo desafía las nociones sobre el efecto protector de los enclaves culturales entre los hispanos, la llamada 'paradoja hispana”, explica Fátima Rodríguez, cardióloga en la Universidad de Stanford y autora principal del estudio.
Los hispanos son uno de los grupos étnicos más grandes y de más rápido crecimiento en EE UU. Representan aproximadamente el 17% de la población, una cifra que se espera llegue al 30% para 2050. Experimentan una carga desproporcionada de factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular, incluida obesidad, presión arterial alta y diabetes tipo 2.
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