Desde el espacio propio al espacio de los otros | 26 OCT 18

La neurociencia de la "memoria corporal"

Evolución de la individualidad al ser social: memoria, representaciones y matriz corporal en bebés y adultos
Autor/a: Giuseppe Riva Cortex 104(-):241-260, Jul 2018
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Esencia:

  • Las diferentes representaciones del ser corporal se refieren al individuo en relación con su propio cuerpo en el espacio y el tiempo y, a la experiencia objetiva de éste, de acuerdo con la apreciación de las personas del entorno y su pertenencia a una estructura social; se combinan en una matriz corporal, que permite mantener la homeostasis fisiológica y equilibrio psicológico.
     
  • La memoria corporal resume las actividades posibles a ejecutar en situaciones concretas y si bien, puede ser modificada por la experiencia sensorial, es principalmente innata.

 

Introducción

El conocimiento del propio cuerpo demanda la integración de la información proveniente de distintas fuentes:

Los sentidos corporales que permiten la percepción del entorno.

Los interoceptores
o terminaciones nerviosas sensoriales que registran los estímulos originados en los órganos internos (detectan su funcionamiento).

Los propioceptores
, que localizados en los músculos y articulaciones, posibilitan determinar la posición relativa de los segmentos corporales contiguos.

El sistema vestibular
, mediante el cual se perciben los movimientos y la posición de la cabeza.

Cabe destacar que, en la integración de esta información en diferentes estructuras cerebrales (cortezas extraestriada, premotora, parietal posterior y temporo-parietal), incide la memoria corporal, la que se ha postulado, consiste en una serie de representaciones a partir del procesamiento, en situaciones previas, de las distintas fuentes de información sensorial.

Por otra parte, se puede ejercer un efecto en el conocimiento integrado que posee un individuo de su propio cuerpo en representaciones (autoconciencia del ser corporal), al cambiar los estímulos visuales, los detectados por el sistema somatosensorial y por los interoceptores.

Asimismo, en la actualidad, se indaga la relación existente entre las habilidades cognitivas superiores (capacidad de decidir y procesar las emociones, la percepción y la atención) a partir del estudio de la interacción funcional de diferentes áreas corticales.

El objetivo del presente trabajo fue determinar la asociación entre memorial corporal y el conocimiento del propio cuerpo, mediante la aplicación de las herramientas de la neurociencia, neuropsicología y psicología cognitiva.

Fig. 1

Memoria corporal y representaciones

La memoria corporal resume las actividades posibles a ejecutar ante un determinado entorno, es decir, prepara al organismo para enfrentar situaciones concretas.

Esta memoria, si bien puede ser modificada por la experiencia sensorial, es principalmente innata, ya que la información recogida por los propioceptores no es suficiente para explicar el conocimiento espacial del cuerpo, como se evidencia en la percepción de un miembro ausente (miembro fantasma), debido a su amputación en los primeros años de vida o anomalías hereditarias.

Es importante mencionar que la estructuración del conocimiento del cuerpo a partir de seis representaciones en las que se procesa la información sensorial y la concerniente a las pautas sociales, comienza en las etapas iniciales del desarrollo del individuo.

En este sentido, la primera representación del cuerpo es aquella generada por la confluencia de la información proveniente de los diferentes receptores sensoriales (receptores del sistema vestibular, propioceptores e interoceptores), lo que permite a los neonatos percibir, de manera inconsciente, el cuerpo sensible (the sentient body) y su existencia como individuo diferente de los elementos del entorno.

De esta forma, se constituyen los circuitos neuronales en distintas áreas sensitivas y motoras del cerebro en función de los receptores sensoriales en los segmentos corporales, que en los recién nacidos comienza, en primera instancia, a partir del sentido del tacto; el contacto físico con elementos del ambiente le revela la presencia de un entorno.

La observación y contacto con personas importantes para el bebé resulta imprescindible para la maduración de estructuras cerebrales

Asimismo, la activación de determinadas estructuras de las cortezas sensitivas y motoras es provocada por la actividad de las neuronas espejo en bebés de 14 meses, en respuesta al estímulo visual que constituye el movimiento de una región del cuerpo efectuado por una persona de su entorno (en el bebé se activan los circuitos nerviosos implicados en dicho movimiento).

En consecuencia, la observación y contacto con personas importantes para el bebé resulta imprescindible para la maduración de estructuras cerebrales, como lo evidencia el desarrollo de procesos de asociación entre la información visual integrada en áreas temporales y la generación de una respuesta motora en la región parietal.

Cabe destacar que, durante los primeros 6 meses, el bebé puede ubicar su cuerpo en el espacio (the spatial body), ya que en el cerebro se procesa la información sensorial auditiva, del sistema vestibular, visual, somestésica y propioceptiva.

Luego, en una etapa posterior del desarrollo, los bebés de edad > 6 meses perciben la capacidad de controlar a su cuerpo en movimiento, ante eventos circunscriptos a un determinado espacio y tiempo (the active body), debido a que en esta instancia, se produce en el cerebro la integración de la información visual y propioceptiva con la correspondiente respuesta motora.

 

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