Infecciones óseas y articulares | 05 FEB 18

Infecciones de huesos y articulaciones

Recomendaciones basadas en consenso sobre el diagnóstico y manejo de las infecciones osteoarticulares en niños
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Texto principal
1. INTRODUCCIÓN

Las Guías para Infecciones Óseas y Articulares (Guías ESPID) de La Sociedad Europea de Enfermedades Infecciosas Pediátricas (European Society for Paediatric Infectious Diseases, ESPID) están destinadas a ser utilizadas por profesionales de la salud que cuidan a niños con infecciones óseas y articulares (IOAs). Aunque las IOAs pueden incluir una amplia gama de presentaciones, estas guías se centrarán en la "IOA hematógena aguda en niños", con énfasis en las infecciones bacterianas.

Las guías ESPID son recomendaciones de práctica basadas en consenso desarrolladas de manera sistemática que pretenden ser claras, válidas y confiables, presentadas con aplicabilidad clínica. Dado que la evidencia a partir de ensayos controlados aleatorios grandes es poco frecuente o inexistente, las declaraciones y recomendaciones de práctica proporcionadas aquí con frecuencia reflejan el proceso de consenso de expertos en base a la mejor práctica actual.

Aunque estas pautas incluyen recomendaciones basadas en evidencia y opiniones para el diagnóstico y manejo de niños con IOA, estas pautas pueden no proporcionar la mejor solución clínica y no están destinadas a servir como un sustituto del criterio clínico de los médicos en casos individuales o para establecer un protocolo válido para todos los niños con estas infecciones. En consecuencia, no representan el "único" enfoque apropiado para niños con este tipo de infección.

Amablemente los autores refieren a la versión completa disponible en internet (Contenido digital suplementario, http://links.lww.com/INF/C729) para más información sobre las fuentes utilizadas, estrategias de búsqueda de la literatura, metodología de desarrollo de las guías y el Equipo de Revisión de la ESPID.

Los autores de estas Guías ESPID han hecho considerables esfuerzos para garantizar que la información en la que se basan sea precisa y actualizada. Se recomienda encarecidamente a los usuarios de estas pautas confirmar que la información contenida en ellas, especialmente las dosis de medicamentos, sea correcta mediante fuentes independientes. La ESPID y los autores de estas guías no aceptan ninguna responsabilidad por inexactitudes, información percibida como engañosa o el resultado de cualquier régimen de tratamiento detallado en las pautas.


2. RESUMEN DE LAS RECOMENDACIONES PARA LAS IOAs

Hay escasez de datos de ensayos clínicos o estudios de cohortes prospectivos para informar sobre el diagnóstico y manejo de la IOA en niños. La mayoría de los datos se derivan de estudios observacionales retrospectivos de variable calidad. Por lo tanto, la ESPID decidió aplicar una calificación simple de las declaraciones de práctica en esta guía (ver notas a continuación).

  1. La IOA afecta con mayor frecuencia a niños menores de 5 años, y la infección más a menudo involucra articulaciones y huesos de las extremidades inferiores (IIA).
     
  2. Staphylococcus aureus es el microorganismo más prevalente involucrado en las IOAs en niños de todas las edades. Además, Kingella kingae es un patógeno causal común en niños < 5 años de edad en algunas regiones (IIA).
     
  3. La proteína C reactiva (PCR) y la eritrosedimentación para el diagnóstico de IOA tienen una alta sensibilidad, que se incrementa ligeramente combinando las 2 pruebas, mientras que la especificidad es baja (IIB).
     
  4. La ecografía (EE.UU.) tiene una alta sensibilidad para el diagnóstico de la artritis séptica (AS), mientras que la resonancia magnética (RM) es el estudio de imágenes más confiable para el diagnóstico de la IOA en general (IIA).
     
  5. El aislamiento de un microorganismo del hueso, la articulación o la sangre con un síndrome clínico o radiológico compatible con IOA es el estándar de oro para el diagnóstico en niños (IIA).
     
  6. La terapia antibiótica empírica debe comenzar tan pronto como sea posible después de recoger las muestras apropiadas para el análisis microbiológico al sospechar una IOA en niños (IIA).
     
  7. La terapia empírica debe incluir un antibiótico con la apropiada cobertura contra S. aureus sensible a la meticilina (SAMS) y contra S. aureus meticilina resistente (SAMR) en áreas geográficas con más del 10% -15% de prevalencia de esta bacteria (IIA).
     
  8. La terapia empírica en niños pequeños debe incluir cobertura para K. kingae en áreas relevantes (IIA).
     
  9. Las cefalosporinas de primera generación, penicilinas antiestafilocócicas (PAEs) y la clindamicina son los antibióticos más estudiados en la IOA en niños (IIA).
     
  10. Si se sospecha una infección por SAMR y el paciente no está críticamente enfermo, la terapia empírica debe incluir clindamicina si la tasa de S. aureus resistente a la clindamicina es menor del 10%-15%. Debe incluirse un glicopéptido u otro antibiótico apropiado para el SAMR, como linezolide, si las tasas locales de SAMR resistente a la clindamicina son altas (IIIB).
     
  11. La AS en niños debe tratarse con drenaje articular por artrocentesis, artrotomía o artroscopía, según la preferencia y la experiencia de los médicos y cirujanos tratantes. La artrocentesis puede ser apropiada como el único procedimiento invasivo en la mayoría de los casos no complicados de AS en niños (IIB).
     
  12. La terapia intravenosa (IV) corta seguida de terapia oral es apropiada en la mayoría de los niños con IOA sin complicaciones en base a la ausencia de complicaciones y los resultados favorables (IA).
     
  13. El tratamiento antibiótico oral de seguimiento debe guiarse por las susceptibilidades antibióticas de la bacteria aislada; si es susceptible, los antibióticos de elección son cefalosporinas de primera generación y clindamicina (IIA).
     
  14. La duración total mínima de la terapia con antibióticos debe ser de 2-3 semanas para la AS y de 3-4 semanas para la osteomielitis (OM) (IA).
     
  15. Las IOAs complicadas o de alto riesgo como las producidas por Salmonella, SAMR o cepas Panton-Valentine leucocidina (PVL)-positivas, que se desarrollan en lactantes pequeños, o con lenta mejoría clínica, pueden necesitar recibir una mayor duración de tratamiento IV y oral (IIB).
     
  16. Los factores de riesgo asociados con secuelas incluyen lactantes pequeños y recién nacidos, infecciones causadas por SAMR o cepas PVL-positivas, mayor duración de los síntomas antes del inicio de la terapia y compromiso de la cadera. Por lo tanto, los niños con IOA que tienen cualquiera de estos factores de riesgo deben ser seguidos más de cerca y durante un tiempo más largo para descartar o tratar secuelas (IIB).
     
  17. Un equipo multidisciplinario debe seguir a los niños con IOA hasta que la función osteoarticular se restablezca y las secuelas se resuelvan. Si el crecimiento óseo es la única preocupación, se consultará con un especialista ortopédico. Los lactantes con IOA en la cadera o con cualquier participación de las fisis deben seguirse por períodos prolongados de tiempo (IIB).

 

Notas

Calidad de la evidencia

I = Buena evidencia: ensayos controlados con placebo aleatorizados; otros estudios apropiadamente aleatorizados; buenos meta-análisis y revisiones sistemáticas de ensayos controlados aleatorios.

II = Evidencia moderada: estudios bien diseñados pero no aleatorizados, estudios de cohorte y de control de casos.

III = Evidencia pobre: ??opinión de expertos, serie de casos.

- Fuerza de la recomendación-consenso en base al cálculo de votos para A, B o C por los miembros del equipo: A = fuerte recomendación; B = recomendación moderada y C = débil recomendación.


3. EPIDEMIOLOGÍA

Las infecciones musculoesqueléticas involucran huesos, músculos y articulaciones y son una causa importante de morbilidad y mortalidad en ciertas circunstancias o entornos en niños de todo el mundo.1,2 La IOA hematógena aguda en niños puede manifestarse clínicamente como OM, AS, ambas combinadas (OM-AS) o piomiositis. La espondilodiscitis pediátrica es poco común y representa el 1%-2% de todos los niños con OM. La piomiositis puede complicar una IOA y también puede ser una infección primaria sin la coexistencia de IOA.

  • La OM aguda es un proceso inflamatorio en el hueso con destrucción ósea, generalmente como resultado de una infección bacteriana.3 En lugares de altos ingresos, el tiempo desde el inicio de los síntomas hasta la presentación para consulta médica suele ser < 5 días, y rara vez más de una semana.4,5 La mitad de los niños con OM hematógena aguda son menores de 5 años de edad.1
     
  • La AS es una infección aguda de la articulación que ocurre con mayor frecuencia en niños pequeños, siendo principalmente monoarticular.4,6 (Ver sección 5 "Características clínicas").
     
  • La espondilodiscitis se caracteriza por una infección que afecta al disco intervertebral y vértebras.
    adyacentes. Al principio de la enfermedad, la diferenciación entre la discitis y la OM vertebral puede ser difícil. Los patógenos implicados en la discitis son similares a los de otras IOAs.3 Ocurre principalmente en niños < 5 años de edad.2,7 La OM vertebral es más común en niños mayores y generalmente involucra la parte anterior del cuerpo vertebral.7 En estos casos, deben considerarse agentes infecciosos como Mycobacterium tuberculosis y Salmonella.
     
  • La piomiositis presenta con frecuencia afectación pélvica y puede estar relacionada con el SAMR o la producción de PVL.8-11
 

3.1. Guías europeas

Europa es un grupo de países con grandes diferencias de población, cultura, riqueza y servicios de salud. Todas las variaciones de la enfermedad se ven afectadas por diferencias en la epidemiología de los patógenos y la resistencia bacteriana, diferencias en la presentación de las cohortes reportadas entre regiones, enfoques médicos de enfermedades infecciosas, posibilidades de cuidado médico, etc.

Para tratar las variaciones en la disponibilidad de recursos, este documento tiene como objetivo proporcionar opciones de herramientas diagnósticas y de tratamiento. En la versión completa (Contenido digital suplementario, http://links.lww.com/INF/C729) puede observarse la incidencia de IOA en varios países europeos (entre 1,4 y 22 por 100.000 personas). Las diferencias en la incidencia también pueden estar relacionadas con la diferente capacidad para alcanzar diagnósticos etiológicos y métodos de vigilancia.


3.2.
Predisposiciones / Factores de riesgo

La mayoría de las IOAs no tienen una condición predisponente y ocurren en niños generalmente sanos. En situaciones específicas, se han descripto las siguientes asociaciones:

  • Infección respiratoria superior (K. kingae)12,13
  • Trauma precedente,14 aunque algunos trabajos recientes cuestionan esto ya que el trauma es muy común en niños15
  • Heridas,3 erosiones e infección por varicela (Streptococcus del grupo A)3
  • Enfermedad de células falciformes (Salmonella spp.)3,16
  • Inmunodeficiencia, por ejemplo, enfermedad granulomatosa crónica (Serratia y Aspergillus)17
  • Heridas penetrantes, por ejemplo, a través de la suela de un zapato o sandalia (anaerobios y Pseudomonas)2
  • Condiciones de vida y ocupación, por ejemplo, manejo de animales y trabajo de laboratorio en casos de infección causada por Brucella y Coxiella spp.18,19
  • Contacto con tuberculosis pulmonar o estadía en áreas endémicas (IOA tuberculosa)
  • Recién nacidos: prematurez, infecciones de la piel, bacteremia o candidemia y catéter venoso central previo.20,21

4. ETIOLOGÍA Y PATOGÉNESIS

  • La mayoría de las IOAs en los niños son de origen hematógeno, y ese es el enfoque de estas pautas. Con mucha menos frecuencia que en adultos, las IOAs en niños pueden ser secundarias a una infección adyacente, material protésico o traumatismo.
  • Por razones prácticas, se considera generalmente IOA "aguda" y "subaguda" a aquella con un historial < 2 semanas y 2 semanas a 3 meses, respectivamente.

4.1. Agentes causales y resistencia bacteriana

  • La prevalencia de diferentes patógenos hallados en varios países europeos es el principal factor que influye en el régimen antibiótico en la IOA. Algunos puntos importantes son una mayor incidencia de SAMR adquirido en la comunidad (SAMR-AC) en algunos países como Rumania o Grecia, o diferencias importantes en la incidencia de K. kingae en algunos países (es decir, muy baja en Escandinavia y bastante alta en España, Francia o el Reino Unido). Un reciente estudio pediátrico europeo sobre enfermedad invasiva por S. aureus mostró una prevalencia de SAMR del 8%.22 Se ilustran los patógenos más comunes por edad en la IOA aguda.
     
  • La OM y la AS son causadas con mayor frecuencia por S. aureus, seguidas por K. kingae o Streptococcus grupo A dependiendo de la edad y otros factores de riesgo, o la ubicación geográfica. En algunos estudios, K. kingae es la segunda (o incluso la primera) etiología más común después del S. aureus en niños < 5 años de edad donde se ha realizado reacción en cadena de la polimerasa (RCP) en tiempo real.5,24-27
     
  • Los patógenos involucrados con menos frecuencia en estas infecciones son Streptococcus pneumoniae, Pseudomonas, Salmonella, Haemophilus influenzae tipo b (Hib), entre otros.
    .
     
  • Streptococcus del grupo B y Escherichia coli son patógenos importantes en recién nacidos
  • En ciertas áreas, un número variable pero considerable de casos son causados por SAMR-AC.

Patógenos más comunes por edad en la IOA aguda

Grupo de edad Patógeno
Lactantes:
< 3 meses de edad
Staphylococcus aureus
Escherichia coli
and y otras bacterias Gram-negativas
Streptococcus grupo B
Cándida albicans
Neisseria gonorrhoeae
(neonatos)
Niños pequeños:
3 meses a 5 años de edad
S. aureus
Kingella kingae
Streptococcus grupo A
Streptococcus pneumoniae
(especialmente en menores de 2 años de edad)
Haemophilus influenzae tipo b (excepcional en poblaciones vacunadas adecuadamente)
Niños mayores:
= 5 años de edad
S. aureus
Streptococcus
grupo A
N. gonorrhoeae (en adolescentes sexualmente activos)

5. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS

La "presentación clásica" de la IOA es fiebre, signos de dolor o edema localizado y limitación del movimiento o cojera.

 

5.1. Síntomas generales

Existe una superposición considerable en los síntomas de la OM, la AS y la piomiositis: la OM frecuentemente tiene un comienzo más insidioso; la AS se presenta más frecuentemente con fiebre, edema y disminución del rango de movimiento, excepto cuando se trata de articulaciones ocultas, como sacroilíacas o vértebras; y la piomiositis del psoas también puede ser muy difícil de diagnosticar. Otros síntomas son los siguientes:

  • Claudicación o falta de soporte de peso
  • Negación a utilizar la extremidad y/o disminución del rango de movimiento6
  • Inicio agudo o subagudo de las molestias: AS 2-4 días5,29 y OM 6-7 días5,29
  • Fiebre presente en 30%-40% de los casos1,5,6,30
  • En recién nacidos y bebés pequeños solo síntomas inespecíficos

Una revisión sistemática de la literatura de 201230 de estudios pediátricos sobre OM mostró:

  • 81% dolor
  • 70% signos y síntomas localizados
  • 62% fiebre
  • 50% rango de movimiento reducido
  • 50% soporte de peso reducido.

5.2. Síntomas específicos según localización

En niños con IOA, la infección puede afectar cualquier hueso, músculo o articulación. Lo más común es el compromiso de los huesos largos y las articulaciones de los miembros inferiores4-6. La OM multifocal se observa en 5% -10% de los lactantes (especialmente recién nacidos y lactantes pequeños).6,31 El dolor en la OM tiende a ser más localizado. La sensibilidad, el enrojecimiento y el edema son más comunes en la AR. La piomositis, cuando involucra músculos alrededor de la articulación de la cadera, puede imitar a una AR.32


6. DIAGNÓSTICO

En este momento, se carece de pruebas claras sobre el beneficio clínico de la procalcitonina

6.1. Pruebas de laboratorio

En caso de sospecha de IOA, normalmente se recomiendan las siguientes pruebas: hemograma completo, PCR y eritrosedimentación.

En este momento, se carece de pruebas claras sobre el beneficio clínico de la procalcitonina.39-41 La tinción de Gram puede ser muy informativa, tanto para el líquido sinovial como para la potencial biopsia/aspiración ósea. Esta prueba es especialmente importante porque los cultivos pueden ser negativos. La citología del fluido sinovial no se considera mandatoria porque sus hallazgos se superponen con otras enfermedades.

6.2. Microbiología

Siempre deben realizarse hemocultivos antes de instaurar el tratamiento antibiótico. El uso de frascos de hemocultivo para cultivar fluido sinovial y exudados óseos en los últimos años ha dado lugar al reconocimiento de K. kingae como una de las causas más comunes de IOA en niños < 5 años de edad en regiones o países seleccionados.45

En los últimos años, los métodos de amplificación de ácidos nucleicos (ej., RCP convencional y en tiempo real) también han mejorado la detección de bacterias no aisladas por cultivo.25,45 Esto puede ser muy importante cuando hubo uso previo de antibióticos (la RCP de líquido sinovial sigue siendo diagnóstica hasta 6 días después del inicio del antibiótico) o para un patógeno en el que los métodos de diagnóstico siguen siendo subóptimos.12,13,24-26,45 K. kingae es identificado principalmente a través de RCP eubacterial utilizando cebadores de ARN ribosomal dirigidos al gen del ARN ribosómico 16S. Los cebadores más específicos pueden aumentar la sensibilidad de la RCP para detectar Kingella.12,13,24

El diagnóstico etiológico es muy recomendable, aunque el S. aureus es tan común que un tratamiento empírico anti SAMS/SAMR por lo general funcionaría bien, especialmente en niños = 5 años de edad. Aunque la mayoría de los casos de IOA con cultivo negativo pueden ser tratados exitosamente con antibióticos empíricos, es importante establecer un diagnóstico microbiológico para ajustar el tratamiento y descartar causas no infecciosas de enfermedad.

Mientras que la artrocentesis tiene un objetivo terapéutico en la AS, (ver "Sección 7.5 "), la necesidad de una aspiración ósea ante la sospecha de OM no complicada es más controvertida porque este procedimiento no parece afectar el resultado de estas infecciones.4,23

6.3. Estudios de imagen

Radiografía

Las imágenes radiográficas se consideran una prueba de referencia importante en todos los pacientes para comparar el cambio posterior si la enfermedad no mejora rápidamente y para descartar otras condiciones subyacentes.

  • OM aguda: Con frecuencia normal al inicio del estudio. Las imágenes repetidas muestran la aparición de cambios osteolíticos o elevación perióstica, principalmente 10-21 días después del inicio de los síntomas.3
     
  • OM subaguda: Los cambios observados con frecuencia se pueden confundir con malignidades,46 que generalmente requieren biopsia quirúrgica para un diagnóstico definitivo.
  • AS: Utilidad limitada; edema de tejidos blandos.
     
  • Discitis: Las radiografías de columna lateral muestran cambios tardíos a las 2-3 semanas de enfermedad, especialmente disminución del espacio intervertebral y/o erosión de la placa vertebral.
     
  • OM vertebral: Muestra inicialmente una rarefacción (adelgazamiento) localizada en un cuerpo vertebral único, luego destrucción del hueso anterior. La resonancia magnética puede estar indicada ante la sospecha de espondilodiscitis y OM vertebral o pélvica.

Resonancia Magnética (RM)

La  RM es la modalidad de imagen más informativa para la OM, porque puede detectar anomalías dentro de los 3-5 días del inicio de la enfermedad. Además, revela detalles de la afectación de los huesos y tejidos blandos, incluyendo la formación de abscesos, secuestros o piomiositis asociada

o trombosis venosa contigua, y puede ayudar al cirujano a planificar la cirugía más adecuada para el diagnóstico y/o fines terapéuticos. La RM puede no ser necesaria en ciertas situaciones donde otras herramientas clínicas y de diagnóstico son muy sugerentes del diagnóstico. Puede estar indicada en condiciones clínicas severas, cuando hay dudas razonables sobre el diagnóstico, o cuando se sospecha una complicación. Otras indicaciones pueden ser las siguientes:

 

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