Indices anuales de rehospitalización | 16 NOV 17

Ventajas de la combinación de Valproato y antipsicóticos atípicos en pacientes bipolares

La combinación de estabilizadores del estado de ánimo y antipsicóticos atípicos se emplea con frecuencia para el tratamiento de los pacientes con trastorno bipolar. De acuerdo con la información disponible, el empleo de valproato puede brindar ventajas en comparación con el litio al ser combinado con antipsicóticos atípicos
Autor/a: Woo Y, Bahk W, Min K y colaboradores Psychiatry and Clinical Neurosciences 68(6):418-424, Jun 2014

Introducción y objetivos

Se estima que hasta el 40% de los pacientes con trastorno bipolar (TBP) que responden al tratamiento inicial presentan recaídas durante el primer año de seguimiento. Dadas las consecuencias negativas significativas de la reiteración de los episodios de cambios en el estado de ánimo, es fundamental contar con estrategias de prevención de recaídas para utilizar como terapia de mantenimiento. Esto permitirá mejorar la evolución de los pacientes a largo plazo.

Entre las recomendaciones vigentes para el tratamiento de los pacientes con TBP se incluye la administración de litio como droga de primera línea durante la fase de mantenimiento. No obstante, el empleo de litio tiene limitaciones, como la aparición de efectos adversos, el índice terapéutico bajo y el riesgo de toxicidad ante la sobredosis. Lo antedicho indica la necesidad de contar con alternativas para la terapia de mantenimiento de las personas con TBP.

Existen diferentes drogas con propiedades estabilizadoras del estado de ánimo como el valproato, un agente empleado para la terapia de mantenimiento de los pacientes con trastorno bipolar desde hace cinco décadas. El efecto terapéutico del valproato se vincularía con sus propiedades gabaérgicas, dado que se propuso que la manía aparece ante una disminución del nivel de neurotransmisores inhibitorios.

La prescripción de valproato es creciente, no sólo para la terapia de mantenimiento sino para el tratamiento de los pacientes con TBP que cursan episodios agudos. Además, el tratamiento con valproato es recomendado en aquellos sujetos que sufrieron un episodio maníaco o hipomaníaco, al igual que el tratamiento con litio.

La elección de litio o valproato para el tratamiento de los pacientes con TBP no resulta sencilla. De acuerdo con la información disponible, la eficacia de las drogas es similar durante la fase de mantenimiento. En cambio, otros autores informaron que el litio es superior en comparación con el valproato. Dado que ambos fármacos tienen ventajas y desventajas, la combinación del litio y el valproato es una opción cada vez más elegida a la hora de tratar a los enfermos con TBP.

La presente investigación se llevó a cabo con el objetivo de comparar el tratamiento con litio o valproato en combinación con un antipsicótico atípico. La evaluación tuvo lugar en términos de índices anuales de rehospitalización luego de un episodio maníaco.


Pacientes y métodos

El presente estudio fue retrospectivo y se llevó a cabo mediante la revisión de las historias clínicas de los pacientes internados en los servicios de psiquiatría de hospitales universitarios ubicados en Corea debido a que presentaban un episodio maníaco.

Los casos de interés se correspondieron con pacientes mayores de 20 años que reunían los criterios para el diagnóstico de TBP tipo I incluidos en la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV). Todos los pacientes recibían litio o valproato en combinación con aripiprazol, olanzapina, risperidona o quetiapina en el momento del alta y durante al menos 12 meses después.

Los autores compararon el tratamiento con litio o valproato en combinación con un antipsicótico atípico en términos de tiempo transcurrido hasta la necesidad de una nueva internación. También se evaluaron las características clínicas y demográficas de los pacientes. Esto incluyó la edad, el sexo, la presencia de síntomas psicóticos, el antecedente de episodios depresivos, la necesidad de tratamiento complementario con antipsicóticos y la duración de la internación. Las escalas aplicadas incluyeron la Global Assessment of Functioning (GAF) y la Clinical Global Impression–Bipolar Version–Severity (CGI-BP-S).


Resultados

El período de estudio tuvo lugar desde enero de 2003 hasta diciembre de 2010. En total, 485 pacientes requirieron internación debido a la presencia de un episodio de manía bipolar. El 76.1% de dichos pacientes recibieron litio o valproato en combinación con un antipsicótico atípico. El análisis se llevó a cabo en una población de 254 pacientes, el 44.1% de los cuales era de sexo masculino.

La media de edad de la población evaluada fue 36.4 ± 12.8 años. El 40.9% y el 59.1% de los pacientes recibieron litio y valproato en combinación con un antipsicótico atípico, respectivamente. Los grupos no difirieron en términos de edad, sexo, nivel educativo o antecedente de episodios depresivos. Tampoco se observaron diferencias significativas entre los grupos en cuanto al puntaje en las escalas GAF y CGI-BP-S en el momento de la admisión o del alta hospitalaria.

Asimismo, ambos grupos presentaron características similares en cuanto a la presencia de síntomas psicóticos, la duración de la internación y las características del tratamiento antipsicótico y estabilizador del estado de ánimo.

El 17.3% de los pacientes requirieron la rehospitalización durante el año posterior al alta debido a la presencia de un episodio de alteración del estado de ánimo. La necesidad de rehospitalización se asoció con diferencias significativas de puntaje de las escalas GAF y CGI-BP-S en el momento del alta en comparación con la ausencia de necesidad de hospitalización. Concretamente, los pacientes que fueron internados nuevamente presentaron un puntaje promedio inferior en la escala GAF en el momento del alta en comparación con los pacientes que no fueron rehospitalizados.

En cuanto al puntaje de la escala CGI-BP-S, los valores fueron superiores entre los pacientes rehospitalizados en comparación con el grupo restante. La rehospitalización también se asoció con un antecedente más frecuente de episodios depresivos en comparación con la ausencia de rehospitalización, aunque dicha diferencia no resultó significativa. Tampoco se hallaron diferencias significativas entre ambos grupos al evaluar el antipsicótico administrado, el lugar de internación, la dosis diaria promedio de estabilizadores del estado de ánimo y de antipsicóticos y las características clínicas y demográficas de los pacientes, con excepción del estabilizador del estado anímico administrado.

Los índices de rehospitalización durante el año posterior al alta fueron significativamente elevados entre los pacientes tratados con litio, en comparación con los integrantes del grupo que recibió valproato. Además, se observó una diferencia significativa entre ambos grupos al evaluar los índices de rehospitalización vinculados con episodios maníacos o mixtos. Dichos índices fueron 11.5% y 5.3% en los grupos tratados con litio y valproato, respectivamente. En cambio, los grupos no difirieron en términos de índices de rehospitalización asociados con la aparición de episodios depresivos. Estos índices fueron del 10.6% y 8%, en igual orden.

El período promedio transcurrido hasta la rehospitalización fue significativamente más corto en el grupo tratado con litio, en comparación con el grupo tratado con valproato. Concretamente, los períodos registrados fueron 310 ± 10.6 días entre los pacientes tratados con litio y 340 ± 5.9 días entre los sujetos que recibieron valproato. No se hallaron diferencias significativas entre ambos grupos en cuanto a la dosis diaria promedio de antipsicóticos atípicos que recibieron los participantes durante el estudio.

 

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