Sus características clínicas relacionadas | 24 MAR 19

Ruidos en la articulación temporomandibular

Entre los pacientes que manifestaron ruidos articulares el 50% presentó dolor articular, 27.7% dolor de cabeza, 22.2 % bloqueo mandibular y un 11.1% dolor de oído
Autor/a: Rubén Cárdenas Erosa, Celia Elena Mediburu Zavala, David Cortes Carrillo Universidad Autónoma de Yucatán, México  IntraMed Journal Vol2 , Nº2
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RESUMEN

Objetivo:

Determinar las características clínicas relacionadas con la presencia de ruidos en la articulación temporomandibular de pacientes que acuden al posgrado de Odontología Restauradora de la Facultad de Odontología de la Universidad, Autónoma de Yucatán. Antecedentes: García y cols, reportaron que pacientes que manifestaron ruidos articulares el 50% presentó dolor articular, 27.7% dolor de cabeza, 22.2 % bloqueo mandibular y un 11.1% dolor de oído.  

Material y métodos:

Se estudiaron 1000 pacientes, de éstos 488 presentaron ruidos en la articulación temporomandibular (ATM), realizándose una evaluación clínica que incluía la palpación de los músculos masticatorios, la valoración de las superficies dentales y los movimientos mandibulares. Se efectuó un interrogatorio para determinar la presencia de hábitos parafuncionales y la terapia ortodontica.  

Resultados:

De los 488 pacientes con ruidos en la ATM el 95% presentó chasquidos. El 73% de los ruidos se mostraron en una articulación. Un 48% presento dolor en uno o varios músculos masticatorios, con un valor de P=.469, no habiendo diferencias significativas.

Las facetas de desgaste mostraron un valor de P=.000 y las interferencias oclusales excéntricas un valor de P=.000, mostrando ambas diferencias significativas. El hábito parafuncional, como el apretamiento o rechinamiento durante el día, 30.5%. 

Seis por ciento fueron sometidos a tratamiento de ortodoncia. De las variables, hubo discrepancias entre la presencia de interferencias oclusales excéntricas (85%) y los facetamientos patológicos (74.6 %) en comparación con las demás variables de estudio.

Conclusiones:

La afectación del sistema articular es frecuente y existe una relación con el factor oclusal.   Los elementos determinantes de la oclusión presentaron algún grado de afectación.  El factor dental mostró una mayor frecuencia.

Introducción:

La articulación temporomandibular (ATM) constituye una de las articulaciones más complejas del organismo. Se encuentra constituida de tres elementos articulares: el cóndilo mandibular, la cavidad glenoidea y el cóndilo del temporal y el disco interarticular (1, 2).

En estado de reposo el disco interarticular se encuentra entre la parte anterosuperior del cóndilo y la zona posterior de la eminencia articular estando la banda posterior del disco localizada en una posición de las 12 horas (3).

Cuando existe alguna alteración en la función de alguno de los elementos que forman parte del complejo sistema de la articulación temporomandibular se desencadenan una serie de trastornos que en conjunto se denominan como “Disfunción de la ATM” o “Desordenes temporomandibulares (DTM)” (4).

Los DTM responden a una serie de condiciones caracterizadas por dolor en la articulación o de sus tejidos circundantes, limitaciones funcionales de la mandíbula o ruidos articulares, siendo padecimientos con una etiología no del todo clara pero que en general se considera del tipo multifactorial.  

Entre los síntomas más comunes incluyen dolor mandibular, apertura bucal limitada o dolorosa, dolor de cabeza, dolor de cuello, ruidos en las ATMs o imposibilidad para abrir la boca (4).

Los ruidos en la ATM, indican una anormalidad que por lo general suelen ser una indicación de alteraciones en la posición del disco articular y que se denominan como desplazamientos discales (3). Los ruidos en la ATM han sido clasificados en dos tipos principales: el chasquido o click y la crepitación (3).

El chasquido es un ruido especial de crujido o castañeo. Diversos estudios demuestran una incidencia de entre el 14% y el 44% de las poblaciones estudiadas. La crepitación es otro tipo de sonido articular que se describe como una serie de ruidos de roce o raspadura y que están asociados a la osteoartrosis, a la perforación discal, artritis reumatoide y condromatosis sinovial (3).

Cellic y col, revelaron que el 45% de la población que estudiaron presentaron algún tipo de disfunción temporomandibular (TM) de los cuales el 40% correspondió a la manifestación de clicks o chasquidos en las articulaciones y solamente el 1% presentó crepitación (5).

García y cols, reportaron que de todos los pacientes que manifestaron ruidos articulares el 50% declaró dolor articular, 27.7% dolor de cabeza, 22.2 % bloqueo mandibular y un 11.1% dolor de oído (6).

Algunos autores mencionan que la fricción en las superficies articulares está implicada en el desarrollo de los desplazamientos discales. Los microtraumatismos y los macrotraumatismos parecen estar implicados en el aumento de la fricción intraarticular (7)

Quinteromarmol y cols,   llevaron a cabo un estudio con una muestra de 130 pacientes en el que demostraron que los ruidos articulares se presentan en un 78% de los pacientes que padecen trastornos temporomandibulares y que un 80% del total manifestó más de un ruido simultáneamente.

El estudio reveló una relación significativa con respecto a la presencia o ausencia de una guía canina e incisal con la manifestación de trastornos TM (8).

Nagamatsu y cols, efectuaron una investigación en una población de adolescentes en Okayama, Japón observando una incidencia del 95% de chasquidos en pacientes que manifestaron bruxismo nocturno.  Se demostró que más que el apretamiento nocturno el hábito de rechinar los dientes durante el día fue el hábito más común asociado a esta manifestación (9).

Azak y cols, en el 2006,   realizaron un estudio en una población de Turquía demostrando una incidencia del 27.3% de pacientes con ruidos en la ATM (chasquidos) y se observó una correlación de los chasquidos con hábitos parafuncionales (apretamiento), demostrando que el 39.4% de los pacientes con ruidos manifestaban esta característica (10).

Winocur y cols,  ejecutaron un estudio en el año 2001,  en una población de adolescentes entre 15 y 16 años para relacionar los hábitos parafuncionales y los trastornos temporomandibulares en el cual quedo demostrado que la manifestación de ruidos en la ATM fue el segundo síntoma más común con un 12.1% (11).


Material y Métodos

Se realizó un estudio observacional, prospectivo transversal y explicativo. 

Se estudiaron 1.000 pacientes que acudieron a la clínica de posgrado de Odontología Restauradora de la Facultad de Odontología de la Universidad Autónoma de Yucatán, México durante el período de enero del 2011 a mayo del 2012, incluyendo en la muestra a 488 pacientes con un rango de edad entre los 15 y los 85 años, quienes cumplieron con los criterios de inclusión, los cuales fueron manifestación de algún tipo de ruido articular.

Se consideraron los siguientes criterios de exclusión:

  1. Pacientes con trastornos sistémicos articulares.
  2. Pacientes con diagnóstico de padecimientos sistémicos que pudieran afectar al sistema estomatognatico y a la articulación temporomandibular.
  3. Pacientes con antecedentes de traumatismo en el maxilar inferior o en la zona de la articulación temporomandibular.
  4. Pacientes que estuvieran en ese momento, recibiendo alguna terapia para los trastornos temporomandibulares.
  5. Pacientes en los cuales no se logró realizar la exploración clínica para el llenado del instrumento de recolección de datos.

Metodología

Para la evaluación clínica de los ruidos articulares se procedió a sentar cómodamente al paciente en un sillón dental en una posición semireclinada con el plano oclusal paralelo al piso y en un estado de relajación.

 

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