Prevención cardiovascular | 20 NOV 14

El uso a largo plazo de antiagregación dual resulta seguro

Los beneficios de la combinación superan a los riesgos potenciales.

Los pacientes de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular (ACV) pueden tomar con seguridad aspirinas en combinación con un anticoagulante, confirma una investigación reciente.

La combinación anticoagulante no aumenta el riesgo de muerte precoz del paciente, según un nuevo estudio que fue presentado el domingo en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA), en Chicago. El informe también aparece en la edición en línea del 16 de noviembre de la revista The Lancet.

El análisis de los datos de más de una docena de ensayos clínicos no reveló un aumento en la tasa de mortalidad si los pacientes cardiacos tomaban ambos fármacos juntos durante periodos prolongados, señaló la coautora del estudio, la Dra. Laura Mauri, profesora asociada de medicina cardiovascular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston.

"Los pacientes no deben temer tomar estos fármacos", dijo Mauri. "De hecho, es importante que sigan tomándolos según las indicaciones, porque pueden salvarles la vida".

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. emitió un comunicado sobre la seguridad de los medicamentos basándose en los resultados de un análisis que afirmaba que los beneficios de los fármacos "siguen superando a sus riesgos potenciales", que incluyen un sangrado excesivo.

"Los pacientes no deben dejar de tomar estos medicamentos, porque hacerlo podría resultar en un aumento en el riego de ataques cardiacos, coágulos sanguíneos, ACV y otros problemas cardiovasculares importantes", según la declaración de la FDA. "Los profesionales de la salud no deben cambiar la forma en que recetan estos fármacos en este momento".

Tras un ACV o un ataque cardiaco, a los pacientes con frecuencia se les recetan medicamentos que reducen los coágulos sanguíneos al interferir con unas células coagulantes conocidas como plaquetas. Esos medicamentos antiplaquetarios reducen el riesgo de un ACV o ataque cardiaco posterior.

La aspirina es uno de los principales antiplaquetarios, y los médicos con frecuencia combinan la aspirina con anticoagulantes más recientes como clopidogrel o prasugrel, comentaron los investigadores en el material de respaldo.

Pero un par de ensayos clínicos recientes revelaron una tasa de mortalidad inesperadamente alta con la combinación, planteando inquietudes de que el uso conjunto de los fármacos podría estar haciendo daño a los pacientes de alguna manera desconocida, señaló Mauri.

Por ejemplo, el ensayo de Terapia antiplaquetaria dual (DAPT, por su sigla en inglés), otro estudio presentado en la reunión de la AHA en Chicago, mostró beneficios significativos de extender la terapia combinada más allá del estándar clínico de doce meses en los pacientes de ataque cardiaco a los que se administrado un dilatador (stent) para abrir una arteria bloqueada.

La terapia combinada reducía el riesgo de ataque cardiaco más o menos a la mitad si se continuaba durante hasta 30 meses, en comparación con los pacientes que solo tomaban aspirina, encontró el ensayo. Los pacientes en la terapia dual también experimentaron una reducción del 71 por ciento en el riesgo de formación de coágulos sanguíneos peligrosos dentro de sus dilatadores, según el estudio DAPT.

A pesar de esos puntos positivos, los pacientes del ensayo DAPT que tomaban los dos fármacos también parecieron presentar un aumento del 36 por ciento en el riesgo de muerte en el periodo del estudio, en comparación con los pacientes que solo tomaban aspirina.

"Pensamos que era importante ver si hay algún riesgo mayor sobre el cual preocuparse", dijo Mauri, investigadora líder del estudio DAPT.

Para investigar sus preocupaciones, los investigadores revisaron datos de 14 ensayos clínicos distintos sobre la terapia combinada de antiplaquetarios. Los ensayos incluyeron a casi 70,000 pacientes.

El análisis no encontró ninguna diferencia significativa en las tasas de mortalidad entre las personas que tomaron la terapia combinada durante más de doce meses, frente a las personas que recibieron solo la aspirina o la terapia dual durante menos tiempo.

El aumento en las tasas de mortalidad en el estudio DAPT parece deberse principalmente a que personas con diagnósticos previos de cáncer fueron asignadas al azar al grupo de pacientes que recibieron la terapia combinada, apuntó Mauri. Cuando se excluyeron esos pacientes, las diferencias en la tasa de mortalidad no siguieron siendo significativas.

"Los hallazgos nos tranquilizaron mucho", dijo Mauri. "Esos importantes fármacos no están asociados con un mayor riesgo de muerte".

Los resultados sin duda reconfortaron al Dr. Robert Harrington, presidente del Consejo sobre la Programación de las Sesiones Científicas 2014 de la AHA y catedrático del departamento de medicina de la Universidad de Stanford.

Harrington es cardiólogo intervencionista. Basándose en el análisis de seguridad y los resultados del ensayo DAPT, planifica hablar con sus pacientes cardiacos sobre los beneficios de prolongar la terapia farmacológica dual más allá de los doce meses usuales.

"Si alguien tolera los medicamentos, es probable que los continúe con esa persona", planteó Harrington.

Aunque su ensayo clínico DAPT motivó el análisis, Mauri dijo que realizar esta revisión de seguridad sobre una terapia combinada que se ha usado ampliamente durante al menos una década resultó valioso.

"Es bueno comprobar algo que hemos dado por sentado, y saber que estamos haciendo lo correcto", afirmó.

 

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