La ONU limita la presencia de plomo en la comida infantil

La Comisión del Codex Alimentarius de la ONU, que establece los estándares internacionales sobre seguridad y calidad de los alimentos, limitó la presencia de plomo en la comida infantil y de arsénico en el arroz y estableció estándares para evitar la presencia de medicamentos para animales en la carne, la leche, los huevos y la miel.
 
Después de tres días de discuciones, en la reunión anual en Ginebra, la comisión tomó cientos de decisiones, pero las principales fueron la "reducción del plomo en la comida infantil" y el "arsénico en el arroz" explicó en rueda de prensa Angelika Tritscher, coordinadora de salud alimentaria de la ONU, según reproduce la agencia

Sobre el plomo, la comisión estableció un límite de 0,01 miligramos por kilogramo, en los potes de comida de los bebés. Hasta ahora se permitía el doble, 0,02 miligramos por kilo.

Tritscher explicó que "los bebés y los niños son particularmente vulnerables a los efectos del plomo que pueden causar daño cerebral al afectar su normal desarrollo".

El plomo se encuentra naturalmente en el medio ambiente y se pueden encontrar restos en alimentos que se usan para producir la comida de bebés, por lo que la ONU propone elegir alimentos de zonas libres de plomo.

Con respecto al arsénico, el Codex de la ONU estableció un nivel máximo de 0,2 miligramos por kilogramo de arroz.

Una exposición prolongada al arsénico puede causar cáncer y lesiones en la piel, y también ha sido asociada a enfermedades cardiovasculares, diabetes y cerebrales.

El arsénico también se encuentra de forma natural en el agua y tierra subterránea en algunas partes del mundo, y puede entrar en la cadena alimentaria al ser absorbida mientras se cultiva.

El arroz absorbe particularmente más arsénico que otros productos, por lo que hay que tener cuidado con él, especialmente en países asiáticos donde se riega con aguas subterráneos y donde su consumo es muy alto.

Por otra parte, la comisión también estableció estándares para evitar la presencia de medicamentos para animales en la carne, la leche, los huevos y la miel.

Existen ocho medicinas (chloramphenicol, malachite verde, carbadox, furazolidone, nitrofural, chlorpromazine, stilbenes y olaquinadox) que pueden tener efectos adversos en la salud humana y contribuir a lograr resistencia a otros medicamentos para los humanos.