Mayor concentración en pacientes sintomáticos | 02 JUN 14

La Pepsina en saliva podría ayudar a diagnosticar reflujo gástrico

El valor de corte para la positividad de la pepsina era 16 ng/mL.

Por Lorraine L. Janeczko

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) podrían evitar el uso innecesario de un tratamiento antirreflujo y algunas pruebas invasivas y costosas con un test para determinar el nivel de pepsina en saliva durante la consulta, indica un estudio de la industria farmacéutica.

El análisis de pepsina en saliva con el Peptest (RD Biomed) complementaría los cuestionarios que se utilizan para diagnosticar el trastorno en el consultorio, según precisan los autores en la revista Gut.

"La pepsina se encuentra en la salud de las personas sanas y con acidez. Pero independientemente de la acidez del reflujo, la prevalencia y la concentración de pepsina en saliva eran mayores en los pacientes con síntomas asociados al reflujo que en el grupo de control", explicaron.

"En aquellos con acidez funcional, la prevalencia y la concentración de pepsina en saliva era más baja", indicó el investigador principal, doctor Daniel Sifrim, de la Facultad de Medicina y Odontología de Barts y Londres, en Inglaterra.

Sifrim agregó: "Un tercio de los participantes asintomáticos saludables tenían pepsina en saliva, lo que sugiere que el reflujo psicológico provocaría la aparición de pequeñas cantidades de la enzima en la cavidad oral".

"Por lo tanto, la principal diferencia con los pacientes sintomáticos sería cuantitativa, es decir, la concentración", añadió.

El test de pepsina en saliva tiene puntos positivos y negativos, según opinó el doctor C. Prakash Gyawali, de la Facultad de Medicina de la Washington University, en Missouri. "Es objetivo y fácil de utilizar", señaló.

Gyawali aclaró que la prueba se realizó "en un ambiente controlado (todos los pacientes utilizaban medicamentos para la ERGE y las muestras de saliva se obtuvieron una hora después de las comidas exactamente o al despertar), lo que sería difícil replicar en la práctica clínica".

Los autores reunieron 104 voluntarios saludables sin síntomas y 134 pacientes con los síntomas típicos de la ERGE (acidez con o sin regurgitación) en un centro médico académico urbano de Gran Bretaña. Incluyeron pacientes con una cirugía esofágica o gástrica previa o un trastorno motor esofágico.

Todos los participantes respondieron el Cuestionario de Enfermedad por Reflujo (RDQ por su nombre en inglés). Se les monitorizó el reflujo con impedancia con pHmetría.

Cada uno tomó una muestra de su saliva al despertar y antes de comer, beber o cepillarse los dientes, y, nuevamente, una hora después del almuerzo y de la cena.

El valor de corte para la positividad de la pepsina era 16 ng/mL y los participantes formaron parte de uno de tres grupos, dependiendo de la duración de la exposición al ácido (AET, por su sigla en inglés) esofágico y el resultado del análisis de asociación de síntomas de reflujo en saliva.

Los pacientes con AET total mayor al 4,2 por ciento formaron parte del grupo ERGE; aquellos con AET normal pero una asociación de síntomas positiva (SAP) mayor al 95 por ciento integraron el grupo con "esófago hipersensible" (EH), y los que tenían AET normal y una asociación de síntomas negativa (SAP menos al 95 por ciento) formaron el grupo con acidez funcional (AF).

Los investigadores ignoraban esa división y los resultados de las pruebas.

La edad promedio del grupo de control (31 años) era significativamente menor que la de los pacientes con ERGE (53 años), los pacientes con EH (43 años) y los pacientes con AF (50 años). En los grupos, hombres y mujeres estaban representados por igual.

Treinta y tres de los 87 participantes saludables sin síntomas (grupo de control) obtuvieron uno o más resultados positivos en los test de pepsina en saliva.

La prevalencia de pepsina en saliva fue significativamente más alta en los pacientes con acidez que en el grupo de control: 75 de los 111 obtuvieron uno o más resultados positivos en las muestras de saliva.

Entre los pacientes con acidez, aquellos con ERGE tenían una mayor prevalencia de pepsina elevada en saliva (45 de 58 con uno o más resultados positivos).

Los pacientes con EH tenían una alta prevalencia de pepsina en saliva (21 de 26 pacientes).

En cambio, sólo a nueve de 27 pacientes con AF se les detectó pepsina en saliva, significativamente menos que en los grupos con ERGE o EH.

La prevalencia de la detección de la pepsina era similar en los pacientes con AF y el grupo de control, y pocos pacientes obtuvieron un resultado positivo en las tres muestras.

El resultado positivo del test tuvo una sensibilidad del 77,6 por ciento.

"Se detectó pepsina en varios tejidos, incluida la boca, y es posible suponer que proviene del estómago en forma de un ataque de reflujo", dijo Gyawali.

Pero advirtió: "No pienso que este estudio demuestre que la pepsina en saliva permita diagnosticar la ERGE con certeza. Lo que los autores demostraron es que la pepsina se detecta en la saliva, en especial cuando el test se realiza una hora después de comer, más comúnmente cuando los reflujos son frecuentes que cuando no lo son (como en el grupo control)".

"La ausencia de pepsina en saliva sirve más para descartar la posibilidad de tener reflujos frecuentes que lo que su presencia ayuda a diagnosticar de manera concluyente la ERGE grave", opinó Gyawali, que no participó del estudio.

FUENTE: Gut

 

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