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Una mudanza puede afectar mentalmente a los niños

"No debería sorprendernos que a los adolescentes, en especial, y aún más que los chicos, les cueste adaptarse".
Fuente: Reuters 

Por Allison Bond

Tras analizar las historias clínicas de más de medio millón de niños, un equipo halló que la posibilidad de que un niño necesite atención psicológica crece un 20 por ciento después de una mudanza.

"Conocer cómo una mudanza afecta la salud psicológica de los niños sirve para que las familias y los médicos se anticipen al problema y se preparen adecuadamente", dijo el autor principal, Jeffrey Millegan, psiquiatra del Centro Médico Naval de San Diego, California.

La tradición de las mudanzas es común de las familias militares, aunque "los traslados geográficos son cada vez más frecuentes en la población general de Estados Unidos a medida que la economía se vuelve más dinámica", dijo Millegan por e-mail.

Sólo en el 2010, se mudaron 35 millones de estadounidenses (más del 10 por ciento de la población nacional), según publica su equipo en Journal of Adolescent Health.

Los autores revisaron las historias clínicas de los hijos de entre seis y 17 años del personal en actividad del Repositorio de Información Médica del Sistema de Salud Militar. Los datos corresponden al período entre 1 de octubre del 2006 y 30 de septiembre del 2009.

Finalmente, utilizaron información de 548.336 niños; casi 180.000 (25 por ciento) se habían mudado a otra ciudad o pueblo por lo menos una vez en el último año.

El equipo dividió a los participantes en dos grupos, de 6-11 años y de 12-17 años, y repasó si cada participante registraba por lo menos una consulta médica (ambulatoria, de emergencia o internación) con un diagnóstico de salud mental durante el año fiscal 2009.

Además, los autores reunieron más información de las historias clínicas de los pares y los hijos, como los antecedentes psiquiátricos, el lugar de trabajo, el rango militar, el sexo, la etnia y la edad.

Finalmente, calcularon la probabilidad de que un niño o un adolescente concurriera a un centro de salud por un diagnóstico de salud mental, como ansiedad, autolesiones, adaptación, desarrollo o trastornos de la personalidad y del ánimo.

El equipo halló que el grupo de entre 12 y 17 años que se había mudado en el último año tenía un 20 por ciento más probabilidad de necesitar una consulta de ER por algún problema psiquiátrico que el grupo que no se había mudado.

Los autores detectaron también un 4 por ciento más posibilidad de necesitar una consulta médica y un 19 por ciento más posibilidad de quedar internados por alguna causa psiquiátrica. En el grupo de entre seis y 11 años, la probabilidad de concurrir a una consulta médica por problemas de salud mental crecía un 3 por ciento.

"No debería sorprendernos que a los adolescentes, en especial, y aún más que los chicos, les cueste adaptarse", dijo Christopher Bellonci, psiquiatra infantil y adolescente del Hospital de Niños Floating del Centro Médico de Tufts.

"Los adolescentes tienen que encontrar un grupo de pares y una identidad fuera del hogar y eso no es fácil cuando una mudanza irrumpe en el grupo de pares y la escuela, que son los que deberían aportar contención y fortaleza", agregó.

A las familias que se mudarán, Bellonci, que no participó del estudio, les recomendó preparar a los niños y los adolescentes.

FUENTE: Journal of Adolescent Health

 

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