TDAH | 17 MAR 14

¿Qué es el trastorno de déficit de atención e hiperactividad?

El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos más comunes en la niñez y puede continuar hasta la adolescencia y la edad adulta.
INDICE:  1.  | 2. 

Existen tres tipos de TDAH:1
Predominantemente hiperactivo-impulsivo

  • La mayoría de los síntomas (seis o más) se encuentran en la categoría de hiperactividad-impulsividad.
     
  • Se presentan menos de seis síntomas de inatención, aunque que la inatención aun puede estar presente hasta cierto grado.

Predominantemente inatento

  • La mayoría de los síntomas (seis o más) se encuentran en la categoría de la inatención y se presentan menos de seis síntomas de hiperactividad-impulsividad, aunque la hiperactividad-impulsividad aun puede estar presente hasta cierto grado.
     
  • Los niños que padecen este tipo son menos propensos a demostrarlo o tienen dificultades para llevarse bien con otros niños. Puede que estén tranquilos, pero no quiere decir que están prestando atención a lo que están haciendo. Por lo tanto, la conducta del niño puede ser pasada por alto y los padres y maestros puede que no noten que el niño padece del TDAH.

Combinación hiperactivo-impulsivo e inatento

  • Están presentes seis o más síntomas de inatención y seis o más síntomas de hiperactividad-impulsividad.
     
  • La mayoría de los niños padecen el tipo combinado del TDAH.

Los tratamientos pueden aliviar muchos de los síntomas del trastorno, pero no existe cura. Con tratamiento, la mayoría de las personas que padecen del TDAH pueden tener éxito en la escuela y vivir vidas productivas. Los investigadores están desarrollando tratamientos e intervenciones más eficaces y usando nuevas herramientas como imágenes cerebrales, para comprender mejor el TDAH y encontrar maneras más eficaces de tratarlo y prevenirlo.

¿Cuáles son los síntomas del TDAH en niños?

La inatención, la hiperactividad y la impulsividad son los comportamientos clave del TDAH. Es normal que los niños a veces no presten atención o sean hiperactivos o impulsivos, pero en los niños con el TDAH, estas conductas son más severas y ocurren con más frecuencia. Para recibir un diagnóstico de este trastorno, un niño debe tener síntomas durante seis meses o más y en un grado mayor del que presentan otros niños de la misma edad.

Los niños que tienen síntomas de inatención pueden:

  • Distraerse fácilmente, no percibir detalles, olvidarse de las cosas y con frecuencia cambiar de una actividad a otra
     
  • Tener dificultad para concentrarse en una sola cosa
     
  • Aburrirse con una tarea después de tan solo unos minutos, excepto que estén realizando una actividad placentera
     
  • Tener dificultad para concentrarse en organizar y completar una tarea o en aprender algo nuevo
     
  • Tener problemas para completar o entregar tareas; con frecuencia, pierden las cosas (p. ej., lápices, juguetes, asignaciones) que se necesitan para completar las tareas o actividades
     
  • Parecen no escuchar cuando se les habla
     
  • Sueñan despiertos, se confunden fácilmente y se mueven lentamente
     
  • Tienen dificultad para procesar información de forma rápida y precisa como los demás
     
  • Tienen dificultad para seguir instrucciones

Los niños que tienen síntomas de hiperactividad pueden:

  • Estar inquietos y movedizos en sus asientos
     
  • Hablar sin parar
     
  • Ir de un lado a otro, tocando y jugando con todo lo que está a la vista
     
  • Tener problemas para sentarse y estar quietos durante las comidas, la escuela y cuando se les lee cuentos
     
  • Estar en constante movimiento
     
  • Tener dificultad para realizar tareas o actividades que requieren tranquilidad

Los niños con síntomas de impulsividad pueden:

  • Ser muy impacientes
     
  • Hacer comentarios inapropiados, mostrar sus emociones sin reparos y actuar sin tener en cuenta las consecuencias
     
  • Tienen dificultad para esperar por cosas que quieren o para esperar su turno en los juegos
     
  • Interrumpen con frecuencia conversaciones o las actividades de los demás
     

El TDAH puede confundirse con otros problemas

Los padres y maestros puede que no se den cuenta de que los niños con síntomas de inatención padecen este trastorno, dado que más a menudo son callados y son menos propensos a manifestarlo. Puede que se queden tranquilos, aparentando hacer sus deberes, pero a menudo no están prestando atención a lo que están haciendo. Puede que se lleven bien con otros niños, en comparación con quienes padecen otros tipos del trastorno, quienes suelen tener problemas sociales.

Pero los niños que padecen el tipo de TDAH de inatención no son los únicos cuyos trastornos pueden pasar inadvertidos. Por ejemplo, los adultos pueden pensar que los niños con los tipos de hiperactividad e impulsividad solo tienen problemas emocionales o de disciplina
 

¿Cuáles son las causas del TDAH?

Los científicos no están seguros cuales son las causas del TDAH, aunque muchos estudios sugieren que los genes tienen un rol importante. Como sucede con otras enfermedades, el TDAH es probablemente el resultado de una combinación de factores. Además de la genética, los investigadores están tratando de encontrar posibles factores medioambientales y están estudiando de qué manera las lesiones cerebrales, la nutrición y el entorno social podrían contribuir al desarrollo del TDAH.

Los genes. Los genes son los "planos" de nuestro organismo que heredamos de nuestros padres. Varios estudios internacionales de gemelos demuestran en sus resultados que el TDAH frecuentemente se transmite en las familias. Los investigadores están buscando varios genes que podrían hacer que la gente sea más vulnerable a padecer el trastorno.2,3 Si algún día se conocieran los genes responsables de dicho trastorno, los investigadores podrían evitarlo antes de que se desarrollen los síntomas. Aprender sobre los genes específicos podría también conducir a mejores tratamientos.

Los niños que padecen del TDAH quienes tienen una versión particular de cierto gen, tienen un tejido cerebral más delgado en las áreas del cerebro asociadas con la atención. Esta investigación del NIMH demostró que la diferencia no era permanente, sin embargo, y a medida que los niños que tienen este gen crecían, el cerebro llegaba al alcanzar un nivel normal de grosor. Al igual que síntomas del TDAH también mejoraban.4

Los factores ambientales.
Los estudios sugieren que existe un vínculo potencial entre el consumo de tabaco y alcohol durante el embarazo y en el TDAH en los niños.5,6 Asimismo, los niños en edad preescolar que están expuestos a altos niveles de plomo, que se encuentra a veces en cañerías o en la pintura en edificios viejos, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar el TDAH.7

Las lesiones cerebrales.
Los niños que han sufrido una lesión cerebral pueden mostrar algunas conductas similares a las de quienes padecen del TDAH. Sin embargo, solo un porcentaje pequeño de niños con TDAH han sufrido una lesión cerebral traumática.

El azúcar.
La idea de que la azúcar refinada causa el TDAH o empeora los síntomas es común, pero la investigación descarta esta teoría en lugar de sustentarla. En un estudio, los investigadores les dieron a dos grupos de niños alimentos que contenían azúcar o un sustituto del azúcar un día si y un día no. Los niños que recibieron azúcar no demostraron tener una conducta o capacidades de aprendizaje diferentes de quienes recibieron el sustituto de azúcar.8 Otro estudio en el que los niños recibieron cantidades mayores que el promedio de azúcar o sustitutos de azúcar mostró resultados similares.9

En otro estudio, los niños cuyas madres creían que sus hijos eran sensibles al azúcar recibieron el sustituto del azúcar llamado aspartamo. Aunque a todos los niños se les dio aspartamo, a la mitad de sus madres se les dijo que a sus hijos se les había dado azúcar, y a la otra mitad se les dijo que a sus hijos se les había dado aspartamo. Las madres que pensaban que sus hijos habían recibido azúcar los describieron como más hiperactivos que los otros niños y fueron más severas al criticar su conducta, en comparación con las madres que pensaban que sus hijos habían recibido aspartamo.10

Los aditivos alimentarios.
Una reciente investigación británica indica que puede existir un vínculo entre el consumo de ciertos aditivos alimentarios, como colorantes artificiales o conservantes, y un aumento en la actividad.11 Se están realizando investigaciones para confirmar estos hallazgos y para aprender mas sobre como los aditivos alimentarios pueden afectar la hiperactividad.



¿Cómo se diagnostica el TDAH?

Los niños maduran a ritmos diferentes y tienen personalidades, temperamentos y niveles de energía diferentes. La mayoría de los niños se distraen, actúan impulsivamente y se esfuerzan para concentrarse en un momento u otro. A veces, estos factores normales pueden confundirse con el TDAH. Los síntomas del TDAH generalmente aparecen a una temprana edad, generalmente entre los 3 y 6 años, y dado que los síntomas varían de una persona a otra, el trastorno puede ser difícil de diagnosticar. Primero, los padres pueden notar que su hijo pierde el interés en ciertas cosas antes que otros niños o parece estar constantemente "fuera de control". Con frecuencia, los maestros son los primeros en notar los síntomas, cuando un niño tiene dificultades para seguir normas, o con frecuencia “se aísla” en el salón de clases o el patio de recreo.

No existe una sola prueba que pueda diagnosticar que un niño padece del TDAH. Por lo contrario, un profesional de la salud con licencia necesita reunir información sobre el niño, su conducta y su entorno. La familia puede que quiera hablar con el pediatra del niño primero. Algunos pediatras pueden evaluar al niño ellos mismos, pero muchos derivarán a la familia a un especialista de la salud mental con experiencia en trastornos mentales de la niñez, como el TDAH. Primero el pediatra o especialista de la salud mental intentará descartar otras razones para los síntomas. Por ejemplo, ciertas situaciones, eventos o afecciones de la salud pueden causar conductas pasajeras en un niño que parece tener el TDAH. Entre ellos, el pediatra y el especialista determinarán si un niño:

  • Está sufriendo convulsiones aun no diagnosticadas que podrían asociarse con otras afecciones médicas
     
  • Padece una infección del oído medio que está causando problemas de audición
     
  • Tiene algún problema de visión o audición aun no diagnosticado
     
  • Tiene algún problema médico que afecta su pensamiento y su conducta
     
  • Tiene algún problema de aprendizaje
     
  • Padece de ansiedad o depresión u otros problemas psiquiátricos que podrían causar síntomas similares al TDAH
     
  • Ha sido afectado por un cambio significativo y repentino, como la muerte de un miembro de la familia, un divorcio o la pérdida de empleo de la madre o el padre.

Un especialista también verificará los registros escolares y médicos para obtener indicios, ver si el hogar o la escuela del niño parecen ser inusualmente estresantes o perjudiciales y reunir información de los padres y docentes del niño. Se puede hablar con entrenadores, niñeras y otros adultos que conozcan bien al niño. El especialista también preguntará lo siguiente:

  • ¿Son las conductas excesivas y de largo plazo? ¿Afectan todos los aspectos de la vida del niño?
     
  • ¿Suceden con más frecuencia en este niño en comparación con sus compañeros?
     
  • ¿Son las conductas un problema continuo o la reacción a una situación pasajera?
     
  • ¿Ocurren las conductas en diferentes ámbitos o solo en un lugar, como el patio de juegos, el salón de clase o el hogar?

El especialista presta mucha atención a la conducta del niño durante diferentes situaciones. Algunas situaciones son muy estructuradas, otras menos. Algunas requieren que el niño siga prestando atención. La mayoría de los niños con el TDAH pueden controlar mejor sus conductas en situaciones en las que están recibiendo atención individual y cuando tienen la libertad de concentrarse en actividades placenteras. Estos tipos de situaciones son de menos importancia en la evaluación. Un niño también puede ser evaluado para ver cómo actúa en situaciones sociales y puede ser sometido a pruebas de habilidad intelectual y logros académicos para ver si padece un problema de aprendizaje.

Finalmente, si después de recolectar toda esta información el niño cumple con los criterios para el diagnóstico del TDAH, se le diagnosticará el trastorno.



¿Cómo se trata el TDAH?

Los tratamientos disponibles en la actualidad se centran en reducir los síntomas del TDAH y mejorar el funcionamiento. Los tratamientos incluyen medicamentos, diferentes tipos de psicoterapia, educación o capacitación, o una combinación de tratamientos.

Medicamentos
El tipo más común de medicamento que se usa para tratar el TDAH se denomina "estimulante". A pesar de que puede parecer poco inusual tratar el TDAH con un medicamento que se considera un estimulante, en realidad, tiene un efecto calmante en los niños con el TDAH. Muchos tipos de medicamentos estimulantes están disponibles. Algunos otros medicamentos para el TDAH no son estimulantes y funcionan de manera diferente que los estimulantes. Para muchos niños, los medicamentos para el TDAH reducen la hiperactividad y la impulsividad y mejoran la capacidad para concentrarse, trabajar y aprender. Los medicamentos también pueden mejorar la coordinación física.

Sin embargo, no puede usarse un enfoque uniforme para todos los niños con el TDAH. Lo que funciona para un niño puede no funcionar para otro. Un niño puede tener efectos secundarios con cierto medicamento, mientras que otro niño puede no tenerlos. A veces, se deben probar varios medicamentos o dosis diferentes antes de encontrar uno que funcione para un niño en particular. Los cuidadores y médicos deben monitorear de cerca y cuidadosamente a todo niño que este tomando medicamentos.

Los medicamentos estimulantes vienen en diferentes formas, como píldoras, cápsulas, líquido o parches cutáneos. Algunos medicamentos también se presentan en variedades de acción corta, prolongada o liberación prolongada. En cada una de estas variedades, el ingrediente activo es el mismo, pero se libera de manera diferente en el cuerpo. Las formas de acción o liberación prolongada con frecuencia le permiten al niño tomar el medicamento solo una vez por día antes de la escuela, y así no tener que ir diariamente a la enfermería de la escuela para tomar otra dosis. Los padres y médicos deberán decidir conjuntamente qué medicamento es mejor para el niño y si lo necesita solo durante las horas de escuela o también para las noches y fines de semana.

A continuación presentamos una lista de medicamentos y la edad aprobada para su uso. Los médicos (generalmente psiquiatras) son quienes diagnostican y recetan medicamentos para el TDAH y en algunos estados, también pueden hacerlo los psicólogos clínicos, enfermeras practicantes y enfermeras especialistas en psiquiatría. Consulte con la agencia que otorga licencias en su estado para obtener más detalles.

Medicamentos para el TDAH aprobados por la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU. (FDA)*


*No todos los medicamentos para el TDAH están aprobados para uso en adultos.

NOTA: "liberación prolongada" significa que el medicamento se libera paulatinamente, de manera que una cantidad controlada ingresa al cuerpo durante un periodo de tiempo. "Acción prolongada" significa que el medicamento permanece en el cuerpo durante un plazo prolongado de tiempo.
Con el tiempo, esta lista crecerá, a medida que los investigadores continúan desarrollando nuevos medicamentos para el TDAH. Las guías de uso para cada uno de estos medicamentos están disponibles en el sitio de la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU .

¿Cuáles son los efectos secundarios de los medicamentos estimulantes?

Los efectos secundarios más comúnmente reportados son pérdida de apetito, problemas para dormir, ansiedad, e irritabilidad. Algunos niños también reportan dolores de estómago o dolores de cabeza leves. La mayoría de los efectos secundarios son leves y desaparecen con el tiempo o si el nivel de la dosis se reduce.

  • Disminución del apetito. Asegúrese de que su niño coma alimentos saludables. Si este efecto secundario no desaparece, consulte con el médico de su hijo. También hable con el médico si esta preocupado por el crecimiento o aumento de peso, mientras que este está tomando este medicamento.
  • Problemas para dormir. Si un niño no puede conciliar el sueño, el médico puede prescribir una dosis más baja de este medicamento o una variedad de acción corta. El médico puede también sugerir darle el medicamento más temprano en el día o abandonar la dosis de la tarde o la noche. A veces, si se presentan problemas para dormir, puede ser útil agregar una dosis baja de un antidepresivo o un medicamento para la presión sanguínea llamado clonidina. También puede ser útil mantener una rutina de sueño consistente que incluya elementos de relajación, como leche tibia, música suave o actividades tranquilas con luz tenue.
  • Efectos secundarios menos comunes. Algunos niños desarrollan movimientos o sonidos repentinos y repetitivos llamados tics. Estos tics, pueden o no ser notorios. Cambiar la dosis del medicamento puede hacer que los tics desaparezcan. Algunos niños también pueden manifestar un cambio de personalidad, como parecer "apáticos" o sin emociones. Hable con el médico de su hijo si observa alguno de estos efectos secundarios.

¿Son seguros los medicamentos estimulantes?

Bajo supervisión médica, los medicamentos estimulantes se consideran seguros. Los estimulantes no hacen que los niños con el TDAH se sientan excesivamente animados, aunque algunos niños han reportado sentirse un poco diferentes o "raros". Aunque existen pocas evidencias de que esto suceda, algunos padres se preocupan que los medicamentos estimulantes puedan conducir al abuso o dependencia de sustancias.

Advertencia de la FDA sobre los posibles efectos secundarios poco comunes

En 2007, la FDA solicitó a todos los fabricantes de medicamentos para el TDAH que desarrollaran Guías de Medicamentos para el Paciente que contuvieran información sobre los riesgos asociados con los medicamentos. Las guías deben alertar a los pacientes que los medicamentos pueden generar problemas cardiovasculares (corazón y sangre) o problemas psiquiátricos. La agencia adoptó esta precaución cuando una revisión de información descubrió que los pacientes con el TDAH que padecían afecciones cardíacas tenían un riesgo ligeramente mayor de sufrir apoplejía, ataques cardíacos y/o muerte súbita cuando tomaban los medicamentos.

La revisión también descubrió un aumento ligero de riesgo, alrededor de 1 en cada 1.000 personas que sufrieron problemas psiquiátricos asociados con los medicamentos, como escuchar voces, tener alucinaciones, sospechas sin motivos o convertirse en maníaco (un estado de ánimo extremadamente exaltado), incluso en pacientes sin antecedentes de problemas psiquiátricos. La FDA recomienda que todo plan de tratamiento para el TDAH incluya un registro inicial de antecedentes de salud, incluyendo los antecedentes familiares, y la realización de pruebas para detectar la presencia de problemas cardiovasculares o psiquiátricos.

Un medicamento para el TDAH, la atomoxetina no estimulante (Strattera), posee otra advertencia. Los estudios muestran que los niños y adolescentes que toman atomoxetina son más propensos a tener pensamientos suicidas que los niños y adolescentes que tienen el TDAH y que no toman ese medicamento. Si su hijo está tomando atomoxetina, vigile su conducta cuidadosamente. Un niño puede de repente desarrollar síntomas graves, de modo que es importante prestar atención a la conducta diaria de su hijo. Pregunte a otras personas que pasan mucho tiempo con su hijo para saber si se dan cuenta de cambios en el comportamiento de su hijo. Llame a un médico inmediatamente si su hijo muestra conductas poco usuales. Mientras su hijo este tomando atomoxetina, su hijo debe ver a un médico con frecuencia, especialmente al comienzo del tratamiento, y asegúrese de que cumpla con todas las citas con su médico.

¿Los medicamentos curan el TDAH?

Los medicamentos actuales no curan el TDAH, más bien, controlan los síntomas durante el período en el que se toman. Los medicamentos pueden ayudar a un niño a prestar atención y completar las tareas de la escuela. No está claro, si los medicamentos pueden ayudar a los niños a aprender o a mejorar sus habilidades académicas. Agregar una terapia conductual, consejería y apoyo práctico, puede ayudar a los niños con el TDAH y a sus familias a afrontar mejor los problemas cotidianos. Las investigaciones financiadas por el Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) han demostrado que los medicamentos funcionan mejor cuando el tratamiento se controla periódicamente por el médico que los receta y la dosis ajusta en función a las necesidades del niño.12

 

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