Todas, incluído el vino, elevan riesgo de recaídas | 05 FEB 14

Bebidas alcohólicas y riesgo de gota

Pueden causar la reaparición de ese trastorno doloroso.

Por Ronnie y Cohen

NUEVA YORK (Reuters Health) - Malas noticias para las personas con gota que disfrutan de una copa de vino. Un equipo halló que todas las bebidas alcohólicas, aun el vino, pueden causar la reaparición de ese trastorno doloroso.

"No quiero parecer demasiado dogmática y decir que hay que dejar de beber", dijo la autora principal del estudio, doctora Tuhina Neogi, reumatóloga de Boston University. Pero, "con estos resultados, le diría a los pacientes que cualquier tipo de bebida alcohólica gatillaría una crisis de la enfermedad. No es sólo la cerveza o los licores fuertes, sino también el vino".

La gota es una forma de artritis incapacitante que padecen más de 8 millones de adultos estadounidenses y la cifra sigue aumentando, según publica el equipo de Neogi en The American Journal of Medicine.

La llamada enfermedad de los reyes provoca inflamación y enrojecimiento articular, principalmente en el dedo gordo del pie de los hombres obesos, pero también en los pies, los tobillos, las rodillas, las manos y las muñecas. La sospecha de una relación con el consumo de bebidas alcohólicas existe desde la antigüedad.

Un hito en la investigación es un estudio del 2004 sobre más de 47.000 hombres. Allí, los autores habían comprobado que el consumo de cerveza y licores fuertes, pero no de vino, potenciaba el riesgo de padecer gota.

Pero Neogi comentó que algunos pacientes mencionan que "ni siquiera pueden oler el vino sin sufrir una recaída".

Los autores revisaron las respuestas que 724 adultos con gota proporcionaron entre el 2003 y el 2012 sobre sus ataques de gota, medicamentos, ejercicio, consumo de alcohol y alimentación. El 78 por ciento era hombre y los participantes provenían de todos los Estados Unidos.

El equipo observó que a mayor consumo de alcohol, mayor riesgo de tener un ataque de gota en 24 horas. Una bebida equivalía a una copa de vino, una cerveza de 340 ml o hasta 42 ml de alguna bebida destilada.

Los autores compararon la información de los participantes de los días que habían y no habían bebido. El consumo de una bebida no variaba demasiado al riesgo de tener una crisis de gota, pero beber entre una y dos bebidas en 24 horas aumentaba un 36 por ciento ese riesgo. Con dos a cuatro bebidas, el riesgo crecía un 50 por ciento.

El vino era uno de los peores disparadores de los ataques, por lo menos en los hombres. El consumo regular de una o dos copas elevaba un 138 por ciento el riesgo de sufrir una crisis, mientras que dos a cuatro porciones de cerveza lo hacía un 75 por ciento.

"El consumo moderado de alcohol", que es una copa para las mujeres y dos para los hombres, no aumentó significativamente el riesgo en las participantes, pero eran demasiado pocas como para identificar un efecto.

"Los resultados demuestran que el consumo de alcohol, sin importar qué tipo, aumenta el riesgo de padecer crisis de gota -indicó Neogi-. Y consumir cada vez más, aun moderadamente, también refuerza ese riesgo".

FUENTE: The American Journal of Medicine

 

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