Las mujeres tienen una menor cantidad de carga viral | 13 ENE 14

VIH, ¿el virus sexista?

El virus del VIH afecta a hombres y mujeres de cualquier edad, raza o estatus social alrededor del mundo.

Reyna Alejandra Fonseca Velázquez

Luego de un análisis estadístico, investigadores del IFUNAM han descubierto algunas diferencias en la evolución del Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) entre hombres y mujeres infectados que confirman que las mujeres tienen una menor cantidad de carga viral en la sangre que los hombres.

Según las estimaciones del Centro Nacional para la Prevención del SIDA y Control en México (CENSIDA) en el país hay 223,704 personas que viven con el VIH-1, de las cuales el 82% son varones y el 18% restante son mujeres.

Carlos Villareal Luján en colaboración con Paola Ballesteros-Zebadúa, Germinal Cocho (también del IFUNAM), Leonor Huerta, y José Luis Estrada partieron de las evidencias de que la carga viral en la sangre de mujeres infectadas por el VIH era menor que la detectada en los hombres, por lo que se dieron a la tarea de verificar si esta diferencia de carga viral es real y su relación con el género y los marcadores asociados con la infección por el virus, como la cuenta de ciertas células del sistema inmune denominadas linfocitos CD4.

En la investigación publicada en la revista Archives of Medical Research el 27 de marzo del 2013 titulada "Differences in HIV-1 Viral Loads Between Male and Female Antiretroviral-untreated Mexican Patients", Villarreal, Cocho y sus colegas efectuaron un estudio retrospectivo de 3,949 hombres y 696 mujeres mexicanos infectados de VIH-1 en donde se reportan las diferencias en la cantidad de virus en plasma sanguíneo con respecto al género, edad y cuentas de linfocitos CD4.

Las cifras analizadas fueron proporcionadas por el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con las cuales los investigadores crearon una base de datos para realizar con ella un estudio estadístico con una prueba estadística denominada Mann-Whitney, la cual permite comparar grupos (en este caso, de hombres y mujeres) para encontrar correlaciones con significado estadístico.

“Lo que hicimos fue clasificar a los pacientes, primero por sexo, luego por edades y luego por cuentas de linfocitos CD4”, señala Villarreal.

La base de datos contiene información de la carga viral inicial de los pacientes así como la carga viral medida en la sangre después de 6 meses de iniciada la terapia antiviral.

El resultado fue interesante y diferenciado entre hombres y mujeres. “Encontramos que las mujeres pueden tener una carga viral en la sangre entre la mitad o la tercera parte de la que tienen los hombres pero que se enferman en el mismo intervalo de tiempo después de la infección inicial”, dice Villarreal.

Al entrar en el cuerpo, el VIH infecta a los linfocitos CD4, las cuales son las directoras de orquesta del sistema inmune y colaboran con otras células para destruir microorganismos infecciosos. Se ha observado que la presencia constante del virus está relacionada con la disminución del número de células CD4 en la sangre, y esto eventualmente interfiere con el funcionamiento de la respuesta inmune y hace al cuerpo más propenso a contraer alguna enfermedad oportunista como tuberculosis, herpes u otras infecciones por virus, así como la aparición de varios tipo de cáncer, e incluso demencia.

Se sabe que el reservorio principal del virus es el tejido linfático (presente en los ganglios, el intestino delgado y los pulmones, entre otros) y que de éste puede transitar a la sangre, por lo que la disparidad de carga viral entre hombres y mujeres estaría relacionada con diferencias en la transferencia del virus o con una mayor eliminación de éste en la sangre de las mujeres.

“Pensamos que este fenómeno puede estar relacionado con una respuesta inmune más vigorosa en las mujeres dando lugar a una mayor eliminación del virus en su sangre aún cuando la infección crónica persista a un nivel alto en el tejido linfático”, explica. Sin embargo, Villarreal aclara que este resultado no indica que exista un riesgo más bajo en las mujeres que en los hombres de desarrollar SIDA.

Este estudio “forma parte de una serie de investigaciones que se realizan en el IFUNAM en colaboración con diversas instituciones de salud relacionados con tratar de dilucidar cuál es el origen del SIDA”, comentó Villarreal a Noticias IFUNAM.

Actualmente, Villarreal participa en estudios de otras enfermedades como la diabetes, en colaboración con el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM. En un futuro, pretende realizar estudios centrados em los vínculos de este padecimiento con otras enfermedades complejas, cuyo denominador común es la respuesta inflamatoria de tipo crónico.

Artículo original:

http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0188440913001033

 

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