Más riesgo de ACV con angioplastia | 29 OCT 13

Stents carotídeos vs endarterectomía

Una revisión de la evidencia que comparó la colocación de stents con la endarterectomía halló unos resultados mixtos

En los pacientes tratados por un bloqueo de la arteria carótida insertar un dilatador (stent) podría aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) más en los pacientes mayores que en los más jóvenes, muestra una revisión de la evidencia reciente de gran tamaño.

Sin embargo, el riesgo de morir fue similar entre los pacientes mayores y más jóvenes que recibieron los dilatadores. Y no fue tan alto como para los pacientes mayores que se sometieron a una endarterectomía, para desbloquear la arteria taponada.

El informe aparece en la edición en línea del 23 de octubre de la revista JAMA Surgery.

Hay un debate en curso sobre el mejor tratamiento para la afección, llamada aterosclerosis de la arteria carótida. El tema es si colocar un minúsculo tubo de malla (un dilatador) para mantener abierta la arteria del cuello taponada por la placa es más seguro para los pacientes mayores que la endarterectomía, un procedimiento quirúrgico para abrir la arteria y eliminar la placa.

Para el nuevo estudio, un equipo de investigación liderado por el Dr. George Antoniou, del Hospital de la Cruz Roja Helénica en Atenas, Grecia, revisó 44 estudios que observaron la apertura de la arteria carótida mediante una endarterectomía de la carótida o la colocación de un dilatador.

Los estudios incluyeron a más de 500,000 pacientes que se sometieron a una endarterectomía de la carótida y a unos 75,000 pacientes que se sometieron a la colocación de un dilatador. En este tipo de estudio, conocido como metaanálisis, los investigadores intentan dilucidar patrones comunes de estudios similares, pero distintos.

A pesar del gran número de personas incluidas en estos estudios, el grupo de Antoniou halló que la calidad de los estudios era baja, ya que cada uno usaba criterios distintos para clasificar a los pacientes mayores y más jóvenes.

Sin embargo, los investigadores concluyeron que la endarterectomía de la carótida tenía resultados similares en términos del ACV entre los pacientes mayores y los más jóvenes, pero que resultaba mortal con más frecuencia entre los pacientes mayores.

Además, ambos procedimientos parecieron aumentar el riesgo de ataque cardiaco en los pacientes mayores. Sin embargo, los pacientes mayores que recibieron un dilatador presentaban un riesgo más elevado de ACV que los más jóvenes, hallaron los investigadores.

Dos expertos compararon los hallazgos de la nueva revisión con los de otro emblemático estudio anterior.

"Este estudio complementa y confirma los datos del Ensayo de la endarterectomía versus los dilatadores para la revascularización de la carótida [CREST, por su sigla en inglés] que sugieren que la endarterectomía conlleva un riesgo de ACV más bajo que los dilatadores en los pacientes mayores", aseguró el Dr. Ralph Sacco, catedrático de neurología de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami. Sacco no participó en el estudio.

El estudio CREST fue publicado en octubre de 2010 en la revista Stroke. Aunque el número de muertes fue ligeramente más elevado entre los adultos mayores que se sometieron a una endarterectomía en el CREST, el riesgo absoluto de morir no fue tan distinto y en realidad fue menor que con los dilatadores para los pacientes mayores y para los más jóvenes, apuntó Sacco.

"En los pacientes menores de 70 años, ambos procedimientos resultan efectivos para reducir el riesgo de ACV recurrente debido al estrechamiento de la arteria carótida tras un ACV menor", comentó Sacco. "En los pacientes mayores de 70 años, la endarterectomía podrían tener la ventaja ahora mismo, pero unos mejores dilatadores y dispositivos en el futuro podrían cambiar el panorama".

Otro experto dijo que los últimos hallazgos en realidad no son nada nuevo.

El Dr. Richard Libman, vicepresidente de neurología del Centro Médico Judío de Long Island en New Hyde Park, Nueva York, dijo que "la extensiva revisión de la literatura no añade significativamente a lo que se ha hallado y practicado, en base al ensayo clínico más grande y riguroso, que comparó la endarterectomía de la carótida con los dilatadores de la carótida".

Aunque ambos procedimientos conllevan ventajas y desventajas, la endarterectomía debería seguir considerándose como el tratamiento "estándar de excelencia", pero los dilatadores quedan en un segundo lugar muy cercano al primero, aseguró.

"Además, hay ciertos pacientes en quienes la endarterectomía tiene un riesgo intrínsecamente alto, como los que sufren de una enfermedad cardiaca o pulmonar grave, o los que han recibido antes radiación en el cuello, una arteria carótida que se ha sometido a una cirugía antes o la oclusión completa de la arteria carótida en el otro lado del cuello", planteó Libman.

Esos pacientes de alto riesgo han sido estudiados en otro ensayo clínico, y se halló que tenían menos complicaciones con los dilatadores que con la endarterectomía, comentó. "Por tanto, el panorama no está tan definido, y la decisión en la gestión de cada caso de estrechamiento de la arteria carótida debe ser individualizada", señaló Libman.

FUENTES: Ralph Sacco, M.D., chairman, neurology, University of Miami Miller School of Medicine; Richard Libman, M.D., vice chair of neurology, Long Island Jewish Medical Center, New Hyde Park, N.Y.; Oct. 23, 2013, JAMA Surgery, online.

 

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