Rara presentación | 21 OCT 13

Presentaciones clínicas de tuberculosis en pene

La tuberculosis de pene (PT) es una rara condición que no se sospecha en los estadíos tempranos de la enfermedad.

Las manifestaciones incluyen la piel del pene y las limitadas a la mucosa, pueden involucrarse algunas veces ambos sitios.  A diferencia de la tuberculosis cutánea, que puede denominarse acorde a las características morfológicas, no se puede extender a PT, particularmente cuando el glande es el único sitio afectado.

Se observaron 15 pacientes de 892 casos de tuberculosis cutánea con lesiones limitadas en pene durante la década 2001-10.  Uno era un niño de 8 años, y los demás adultos entre 19 y 66 años.  Cuatro de los 15 casos (tabla 1), representan un prototipo de una presentación clínica.  Primero, puede localizarse en la piel del pene cuando la morfología es parecida a las formas bien reconocidas de tuberculosis cutánea, como se observó en un niño con lupus vulgar (fig 1). 


Figura 1 Presentaciones clínicas de tuberculosis de pene (a) lupus vulgar en piel dorsal mostrando un borde activo inferior; (b)pápulo nódulos en glande; (c) glande ulcerado; y (d) Muñón de pene con piel que sobresale.


Tabla 1  Detalles clínicos de pacientes con tuberculosis de pene.


 

Se ha reportado al goma escrofuloso presentándose como un nódulo subcutáneo en la parte ventral del pene.  Las lesiones que afectan sólo el glande representan PT que se presentan como lesiones pápulonodulares y/o nóduloulceradas (fig 1 b, c),  siendo las últimas las más comunes.  La cuarta y extremadamente rara presentación observada fue la infección fagedénica con considerable destrucción del pene (fig 1 d).  La infección progresa gradualmente a los tejidos cavernosos por diseminación contigua.

Las lesiones pápulonodulares se observaron en los casos restantes; 8 de ellos mostraron úlceras.  El test de Mantoux fue positivo en todos los pacientes, variando desde 12 a 36 mm; en tres fue vesicular.

El análisis de VDRL y HIV fueron negativos.  De las lesiones ulcerativas se descartó sífilis, chancroide, y donovanosis.  Dos pacientes tenían tuberculosis en otro lado.  El cultivo de orina para M tuberculosis, ecografía de abdomen, programa intravenoso en seis pacientes fueron negativos o normales.  La histopatología reveló granulomas de células epiteloides en 15 pacientes acompañados de células gigantes de Langhans y/o necrosis en algunos.  El edema endotelial de los vasos sanguíneos y vasculitis se observó 1 en cada paciente, respectivamente. 

El bacilo ácido resistente no pudo demostrarse en ninguno de los casos usando la tinción de Ziehl–Neelsen.  En uno con tuberculosis pulmonar asociada las lesiones de pene mejoraron espontáneamente antes de la terapia antituberculosa (ATT), una carácterística reconocida en algunos pacientes.  El resto (14) recibieron rifampicina, isoniazida, etambutol y pirazinamida en dosis apropiadas.  Doce retornaron luego de 2 meses cuando se discontinuó pirazinamida y las otras drogas continuaron por 4 meses más.

La mejoría se observó luego de 3 semanas de terapia mientras que en otros llevó más tiempo, cerca de 2 meses.

Ocho de los pacientes que completaron tratamiento pudieron seguirse por períodos variables de 6 meses a 2 años sin signos de recaída.  Se observaron múltiples cicatrices deprimidas en el glande al curar, y se observó fístula uretral en 1.

Desde la era pre-antibiótica hasta la actualidad, la PT se confunde con carcinoma ya que a veces se presenta como con crecimiento proliferativo.

 

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