¿Usted qué piensa? | 24 JUN 13

No necesitamos guardias de 24 horas

Un sistema que pone en riesgo la salud de los profesionales y la seguridad de los pacientes.
Autor/a: Fundación de Salud Colectiva del Sur 
INDICE:  1.  | 2. Referencias

La nota en el diario Página/12 referida a las guardias de los médicos “En guardia por las guardias” del viernes 21 de junio, nos propone abrir el debate en torno al trabajo de los llamados “médicos residentes”, y extender esta reflexión a todos los profesionales.

Hace unas semanas, la Subsecretaria de Salud de Rosario declaró que “los médicos residentes son estudiantes, y no trabajadores”. Este dato, a nuestro pensar tan equivocado, contrasta con la realidad de los jóvenes profesionales. Creemos que hay que dejar de verlos y tratarlos como estudiantes, y comenzar a tratarlos como lo que son: trabajadores de la salud en formación. Importantísimo cambio.

Bajo la excusa de que “están aprendiendo”, los residentes médicos (que no son estudiantes, son médicos matriculados con las mismas responsabilidades que cualquier otro médico) son utilizados como mano de obra barata en los hospitales de todo el país. La falta de supervisión por parte de los médicos de planta, y la ausencia de capacitación formal y programada son síntomas de un sistema de formación en decadencia, que le resulta más útil al Estado y a los médicos que no cumplen con el contrato asumido que a los propios residentes. No pocas veces se comprueba que los residentes “cubren el bache” de los médicos de planta. Afortunadamente, hay una tendencia en algunos municipios de ir en contra de ésta lógica.

Sin embargo, persisten en la provincia y en el país, jornadas laborales de más de 12 horas diarias, llegando a trabajar incluso 36 horas seguidas. Esto no ocurre sólo por los contratos irregulares ofrecidos por el Estado, sino principalmente, por un sistema diseñado por médicos, y que es sostenido por esta corporación. El camino es dificultoso, ya que son muchos años siguiendo un modelo de formación, que ha estado más relacionado a generar especialistas antes que trabajadores de la salud. ¿A que nos referimos con esto? Nos referimos a un modelo de formación de los llamados recursos humanos de la salud que responde a una necesidad de las lógicas de funcionamiento del hospital, y que no responde a las necesidades de salud de la población. ¿Acaso la población necesita médicos que no duerman? ¿Necesitamos médicos que se equivoquen por falta de tiempo para el estudio y el descanso?

La respuesta es clara: NO necesitamos médicos dormidos y de mal humor por las condiciones generadas por la cultura médica. Esta práctica tan instalada entre los médicos de realizar largas jornadas laborales, y que es impuesta desde la residencia, debe ser anulada, como lo viene siendo en muchos puntos del país. Afortunadamente, existen muchos ejemplos de este cambio positivo y necesario. Pero aún es insuficiente.

Esta discusión no debe ser ajena a la de los modelos de atención y cuidado de la salud. Abierto el debate sobre la duración de la jornada laboral, más adelante también deberíamos debatir qué cantidad de especialistas en cada especialidad necesitamos, y qué hacemos con el derroche de millones y millones de pesos invertidos en la formación de especialistas que realizaron la residencia en un hospital público y en vez de ser aprovechados por el Estado, encuentran donde desarrollar su actividad en centros privados. No necesitamos médicos que para trabajar deban convertirse en una pieza más del mercado de la salud.

El médico que necesitamos tiene que ser capaz de comprender la complejidad del proceso salud-enfermedad atención-cuidado de las personas, centrándose en ellas, sufamilia y su comunidad, y hacerlo defendiendo la salud como un derecho. De ninguna manera este médico aceptaría que vulneren su derecho a dormir obligándolo a trabajar jornadas extenuantes, que han demostrado el perjuicio que generan para la salud propia y la de los otros.

Hoy proponemos una nueva lógica de trabajo: fuerte compromiso de los médicos para generar un trabajo más saludable para ellos mismos y para la población, orientando los cuidados de salud hacia el primer nivel de atención y haciendo un uso racional de las guardias. Quizás, en un esfuerzo entre todos los sectores, podamos cambiar la historia, y ya no hablar ni de “estudiantes” ni de “residentes”, sino de trabajadores comprometidos con la salud del pueblo.

Algunos datos sobre duración de las guardias y salud

► No dormir durante 24 horas consecutivas afecta la función psicomotora tanto como lo haría una concentración de alcohol en sangre de 0,8 gramos por litro (Dawson 1997). El límite para manejar en la provincia de Buenos Aires es de 0,5 gramos/litro.

► El 60% de los anestesistas de Estados Unidos y el 86% de los de Nueva Zelanda reportaron haber cometido errores a causa de la fatiga (Gravenstein y cols. 1990; Gander y cols. 2000).

► Investigadores de la Universidad de Harvard siguieron el desempeño de veinte residentes durante su rotación por terapia intensiva, y describieron que aquellos que trabajaron entre 24 y 30 horas seguidas cometieron un 36% más de errores considerados "graves" en el cuidado de sus pacientes y equivocaron el diagnóstico hasta cinco veces más que aquellos que trabajaron turnos de hasta 16 horas (Landrigan y cols. 2004; Lockley y cols. 2004).

►Un estudio realizado en EEUU halló que a mayor duración de la jornada, mayor cantidad de errores importantes, efectos adversos de los medicamentos prescriptos y fallas por falta de atención (Barger y cols. 2006).

► De acuerdo a un estudio argentino, la actividad docente depende fundamentalmente de los residentes, siendo escaso lo generado por los médicos de planta. Existe una inadecuada supervisión del trabajo cotidiano; hasta un 50% de los residentes tiene la mitad de su carga horaria sin control (Encuesta Nacional de Residentes de Cardiología 1997).

► Un estudio realizado en residentes de Pediatría halló que 20% de los mismos estaba deprimido y el 74% sufría de desgaste profesional. Los que estaban deprimidos cometieron 6,2 veces más errores en la prescripción de fármacos (Fahrenkopf 2008).

► Un estudio en residentes argentinos halló que la velocidad de reacción resulta deteriorada por la privación de sueño que experimentan los médicos residentes (Domínguez y cols. 2009).

► Los accidentes de tránsito por quedarse dormidos son 6,7 veces más frecuentes durante la residencia que antes de la misma (Kowalenko y cols. 2000).

► En una encuesta realizada en Estados Unidos el 99% de los participantes creía que los residentes de guardia trabajaban turnos de menos de 12 horas (Blum y cols. 2010).
 

 

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