Un estudio, publicado en The Journal of the American College of Cardiology, ha analizado la relación que existe entre la apnea del sueño y el riesgo de muerte súbita y la conclusión es que las personas que sufre de apena pueden tener un riesgo mucho mayor de muerte súbita.
La apnea del sueño o SAOS no sólo es peligrosa por la somnolencia que provoca al día siguiente a los que la padecen. Se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares como hipertensión, arritmias cardiacas, cardiopatía isquémica y accidentes cerebrovasculares (ictus). De hecho, se ha observado que hasta el 50% de personas con SAOS tienen hipertensión arterial, y que el 30% de los hipertensos tienen un SAOS. Pero además, también se asocia con un mayor riesgo de cáncer: son ya varias las investigaciones que han relacionado la apnea del sueño con el cáncer.
SIN DIAGNOSTICAR
El SAOS se diagnostica cuando una persona deja de respirar durante diez segundos o más, por lo menos cinco veces por hora durante el sueño, y sus síntomas pueden incluir ronquidos fuertes, asfixia o jadeo durante el sueño y somnolencia por la mañana. Es una enfermedad más frecuente de lo que parece, aunque muchas personas no están diagnosticadas. "Su prevalencia en la población occidental es alta y es probable que siga creciendo debido a la epidemia de la obesidad y la relación directa entre la obesidad y la apnea del sueño", afirma Apoor Gami, autor principal del estudio y cardiólogo del Midwest Heart Specialists-Advocate Medical Group (EE.UU.).
Los autores de este estudio han examinado la relación entre la apnea del sue&ntild