En Tayikistán | 26 MAR 13

La paciente con tuberculosis multirresistente más joven del mundo

La historia relatada por Médicos sin Fronteras.
Fuente: Médicos sin Fronteras 

Fuente: Médicos sin Fronteras

En el hospital de tuberculosis pediátrica de Douchanbe son pocos los niños que parezcan tan activos y saludables como Shirinmo1. La pequeña, que cruza la sala arrastrándose por el suelo, está radiante y desbordante de energía. Pero si nos acercamos a ella, podemos escuchar su respiración jadeante.

El diagnóstico es abrumador: la niña de nueve meses padece tuberculosis multirresistente a los medicamentos (TBMDR), una enfermedad que se propaga fácilmente y que es letal si no se trata.

“Shirinmo no es la paciente con tuberculosis más joven que hayamos tenido, pero si es la más pequeña que hayamos diagnosticado con la forma multirresistente de la enfermedad”, explica el Dr. Christoph Hoehn de Médicos Sin Fronteras (MSF). A fines de 2011, la organización lanzó un proyecto de lucha contra la TBMDR en Tayikistán. “Los bebés corren un gran riesgo de contraer estas enfermedades porque su sistema inmunitario no está totalmente desarrollado”, afirma.

El diagnóstico de Shirinmo constituye la experiencia más reciente de una serie de novedades vividas por el equipo de MSF. La pequeña ha sido diagnosticada mediante dos nuevas pruebas rápidas que fueron introducidas en el hospital en febrero de 2013.

El procedimiento de inducción a la expectoración consiste en hacer inspirar a los pacientes una solución salina que libera las secreciones en el interior de sus pulmones, permitiendo así aspirarlas más fácilmente. Este método no supone ningún peligro para los bebés de menos de un mes. Sus expectoraciones son después analizadas con GeneXpertMD®, una nueva prueba que permite detectar la resistencia a los medicamentos antituberculosos y diagnosticar así a un paciente en solo dos horas en lugar de 42 días.

En una farmacia de Douchanbe, MSF también empezó a preparar un medicamento contra la TBMDR concebido para los niños. Hasta entonces, no existían formulaciones pediátricas contra la TBMDR en el mercado. Los niños debían tomar medicamentos para adultos consistentes en grandes comprimidos difíciles de tragar y con un gusto muy desagradable. El personal de MSF ha fabricado un jarabe para niños disolviendo el medicamento en un líquido aromatizado que dosifica adecuadamente para los bebés y adolescentes. Es la primera vez que una organización utiliza esta formulación en su proyecto para tratar a los pacientes más jóvenes como Shirinmo.

Para combatir la enfermedad, la pequeña deberá hacer frente a un gran desafío: durante los 18 próximos meses tendrá que tomar el jarabe y otros dos medicamentos por vía oral, y durante seis meses de estos 18, se le administrará otro medicamento por vía inyectable. El tratamiento es tan largo, difícil y desagradable que la mayoría de adultos que se someten al mismo tienen dificultades para seguirlo. Por suerte, Hoehn dice que el tratamiento no es tan agresivo para los niños. “Los niños padecen menos efectos secundarios como náuseas, vómitos y dolores articulares”, explica.

Otro efecto secundario es que los medicamentos inyectables pueden causar problemas de audición: hasta la mitad de los pacientes se ven afectados y algunos de ellos contraen sordera permanente. No se conocen los efectos secundarios de las inyecciones en los niños, pues, como explica Hoehn, “no tenemos forma de evaluar la capacidad auditiva de pacientes tan pequeños”.

Existe una importante falta de información y de orientaciones sobre el tratamiento de los niños afectados de TBMDR. “Los niños afectados de tuberculosis han estado relegados al olvido durante mucho tiempo, sobre todo los afectados por la forma multirresistente”, indica Grania Brigden, asesora en tuberculosis para la Campaña de Acceso a Medicamentos Esenciales de MSF. “Tenemos que asegurarnos de que todos los avances en materia en esta enfermedad se aplican de inmediato a los niños. Es crucial que los nuevos medicamentos contra la TBMDR tengan una formulación adaptada a los niños”.

Cuando los niños afectados de tuberculosis son diagnosticados rápidamente, reciben un tratamiento adecuado y lo cumplen, tienen muchas posibilidades de curarse. En lo que respecta a Shirinmo, “en general, pienso que la pequeña tiene buenas posibilidades de salir adelante si su madre la mantiene bajo tratamiento. Por suerte, está muy bien nutrida, lo que evita un problema frecuente”, declara Hoehn. Si todo va bien, dentro de 18 meses, el equipo de Douchanbe experimentará otra novedad: la paciente más joven de MSF con TBMDR a los medicamentos que se ha conseguido curar.2

1 El nombre real de la paciente ha sido modificado por razones de confidencialidad.
2 En sus proyectos en Tayikistán, MSF trata actualmente a 30 niños y adolescentes con tuberculosis multirresistente.

 

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