Pedido de la Unión Europea | 15 MAR 13

Limitar los disruptores endocrinos por su peligro para la salud

“Un primer paso puede ser eliminar la presencia del bisfenol A".
Fuente: Europa Press 

El pleno del Parlamento Europeo exigió este jueves a la Comisión Europea que limite la utilización de ciertas sustancias químicas conocidas como ‘disruptores endocrinos’ por su potencial muy perjudicial para la salud y atendiendo al aumento significativo del número de pacientes que sufren enfermedades relacionadas con trastornos hormonales y reproductivos. La resolución ha sido adoptada por 489 votos a favor, 102 en contra y 19 abstenciones.

Los disruptores endocrinos son una serie de sustancias químicas que contienen esteroides, algunos pesticidas, bifenilos policlorados (PCBs), así como dioxinas y aditivos plásticos o sintéticos, presentes en algunos tejidos, así como en materiales de construcción, plásticos, juguetes, envases o productos cosméticos.

Estas sustancias constituyen una grave amenaza para mujeres embarazadas, niños y jóvenes, cuyos sistemas hormonales son más vulnerables a este tipo de sustancias, que pueden ocasionar desórdenes hormonales y reproductivos, cáncer de mama o de testículos, malformaciones congénitas o trastornos del desarrollo neurológico, entre otros, según advirtió la Eurocámara.

Ante el aumento del número de trastornos hormonales detectados en los últimos 20 años por estas sustancias, los eurodiputados han reclamado medidas urgentes para proteger la salud de los ciudadanos, especialmente de los grupos de población más vulnerables, y limitar su exposición a estas sustancias.

Asimismo, consideran que los disruptores endocrinos deben calificarse como sustancias extremadamente preocupantes en el marco del Reglamento de Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de Sustancias Químicas (REACH) que regula la utilización de las sustancias químicas.

En este sentido, los eurodiputados manifestaron su rechazo a los intentos de introducir la potencia como criterio determinante para definir este tipo de sustancias porque consideran que ello limitaría su definición y sería incorrecta.

Aunque admiten que no existe base científica suficiente para fijar un valor límite por debajo del cual no se producen efectos adversos, los eurodiputados defendieron que se considere que toda exposición “sin umbral” puede conllevar riesgos, salvo que el fabricante pueda aportar pruebas científicas sobre dicho umbral.

6 Este artículo describe vívidamente la extensión de la actual epidemia de fiebre de Lassa que afecta el centro y norte de Nigeria, pero deja de lado el hecho de que el reservorio del virus Lassa es el roedor conocido como “ratón de Benín”, que pertenece al género Mastomys. Estos roedores producen un gran número de crías y son numerosos en las sabanas y bosques del oeste, centro y este de África. Lo más relevantes es su hábito de colonizar fácilmente hogares humanos. Mastomys elimina el virus en la orina y las heces. Por lo tanto, el virus puede ser transmitido a través del contacto directo con estos materiales, por tocar o comer alimentos contaminados con estos materiales, o a través de cortes o heridas. Debido a que los roedores Mastomys a menudo viven en y alrededor de las casas y consumen desperdicios humanos o alimentos mal almacenados, la transmisión por esta vía es común. El contacto con el virus también puede ocurrir cuando una persona inhala las partículas minúsculas en el aire contaminado con excrementos de roedores. Por lo tanto, el control de la infección humana exige una mejora general de las condiciones de vida y el control de los roedores, en lugar de basarse en el despliegue de la atención médica y una vacuna que todavía no existe.

Los eurodiputados han propuesto acciones como financiar programas de investigación para ayudar a elaborar un registro de disruptores endocrinos nocivos para la salud, limitar el uso de estas sustancias revisando la legislación actual en la materia y mejorar la información al consumidor sobre los productos que pueden contener este tipo de componentes químicos.

También reclamaron a la Comisión Europea elaborar una estrategia comunitaria en este ámbito para mediados de 2015, aunque la primera lista provisional sobre disruptores endocrinos debería publicarse antes de diciembre de 2014, y que el Ejecutivo comunitario elabore un protocolo de identificación y descripción de este tipo de sustancias químicas y el refuerzo de las investigaciones sobre estas sustancias.

Varias organizaciones aplauden la resolución

Greenpeace, Ecologistas en Acción, UGT, Comisiones Obreras, Asquifyde, Fodesam y la Fundación Vivo Sano manifestaron su satisfacción ante la aprobación del Parlamento Europeo de una resolución para reducir la exposición a disruptores endocrinos.
Dichas organizaciones recalcan que se trata de un “paso crucial” para que cambien las leyes y se avance hacia una protección efectiva de la salud de los ciudadanos europeos.

La coordinadora de campañas internacionales de la Fundación Vivo Sano, Nadia Bennich, explicó que es necesario que la población tome medidas y evite el contacto con estas sustancias, especialmente las mujeres embarazadas y los niños, que son los grupos de población más sensibles. “Urge adoptar el principio de precaución, y eso es algo que podemos hacer cada uno de nosotros”, apostilló.
Por su parte, el director de la campaña Hogar sin tóxicos de la Fundación Vivo Sano, Carlos de Prada, indicó que “el Gobierno español debe tener en cuenta esta resolución y poner en marcha ya medidas legales concretas para reducir la exposición de los ciudadanos a los disruptores endocrinos”.

“Un primer paso puede ser eliminar la presencia del bisfenol A en los materiales en contacto con alimentos, siguiendo los pasos de lo aprobado recientemente en Francia”, señaló.

 

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