Una sustancia química del plástico | 26 FEB 13

El BPA es común en la UCI de prematuros

Se ha prohibido en las tazas para bebés y en los biberones, pero se encuentra en el equipo del hospital; el riesgo para la salud no está claro.

Los bebés prematuros que pasan los primeros días de vida en la unidad de cuidados intensivos (UCI) neonatal podrían verse expuestos a una sustancia química posiblemente nociva que se usa comúnmente en la fabricación de los plásticos duros, señala una investigación reciente.
 
La sustancia, el bisfenol A (BPA), se usa para fabricar muchos de los ventiladores, las vías intravenosas, los catéteres y otros dispositivos que los minúsculos bebés necesitan para mantenerse con vida en esos primeros días críticos.

Se cree que el BPA es un alterador endocrino, lo que significa que podría interferir con el sistema hormonal de los humanos. Algunas investigaciones han relacionado al BPA con problemas reproductivos y del desarrollo, entre otros con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. En julio pasado, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. prohibió el BPA en los biberones y en las tazas para bebés.

La autora principal del nuevo estudio, que aparece en línea el 18 de febrero y en la edición impresa de marzo de la revista Pediatrics, enfatizó que su trabajo no incluyó ninguna conclusión sobre los efectos de salud del BPA.
 
"Se trató de un estudio de evaluación de la exposición", explicó Susan Duty, profesora asociada de enfermería en la Escuela de Enfermería y Ciencias de la Salud Simmons, en Boston. "No buscábamos determinar ningún resultado de salud, así que no puedo hablar sobre los efectos de estas exposiciones particulares sobre la salud".

La mayor parte de la exposición al BPA de los humanos proviene de la dieta. El BPA puede filtrarse en las comidas y bebidas de los recipientes que las contienen.

Pero en este estudio, no resultó ser así. Los niveles de BPA en muestras de orina tomadas antes y después de comer (ya fuera leche materna o fórmula) fueron iguales en los 55 bebés que participaron en el estudio. Todos eran recién nacidos prematuros que estaban en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) del hospital.

Pero los bebés que necesitaron cuatro o más dispositivos médicos tenían niveles de BPA en la orina 1.6 veces más elevados, en comparación con los que fueron expuestos a tres o menos dispositivos.

Los dispositivos respiratorios se relacionaron con una mayor exposición al BPA que otros dispositivos.

Y aunque en todos los casos las concentraciones de BPA en la orina eran inferiores a las que la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. ha calificado de peligrosas, seguían siendo entre 16 y 32 veces mayores que las observadas en los niños de la población general, señaló Duty.

Además, añadió, "hay una controversia sobre el efecto de unas exposiciones de dosis baja al BPA, porque algunos estudios sobre la exposición en periodos vulnerables del desarrollo infantil reportan efectos sobre la conducta y la función ejecutiva de los niños, y una reducción en la distancia [anogenital] en el sexo masculino".
 
Duty apuntó que la UCIN particular que estudió había tomado "una decisión consciente y voluntaria de elegir productos sin BPA siempre que fuera posible, y aún así hallamos estas asociaciones con el BPA".
 
No está claro si hay formas alternativas de producir los dispositivos necesarios para mantener con vida a esos bebés minúsculos y vulnerables.

 

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