En personas de riesgo | 25 FEB 13

La dieta mediterránea ayuda a prevenir el ictus

Científicos españoles han llevado a cabo durante diez años un estudio que indica que la dieta mediterránea, enriquecida con frutos secos o aceite de oliva extra-virgen, disminuye el riesgo de derrame cerebral en individuos con alto riesgo.

El aceite de oliva es uno de los principales elementos de la dieta mediterránea. / Greschoj.

Las personas con un riesgo alto de sufrir enfermedades cardíacas pueden prevenir su aparición mediante la adopción de una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva extra-virgen o frutos secos.

Esta es la principal conclusión de un estudio de casi diez años de duración en el que han participado científicos de diversas universidades españolas.

La dieta mediterránea se caracteriza por un alto contenido de aceite de oliva, fruta, verdura y cereales
 
El estudio, publicado hoy en la revista New England Journal of Medicine, presenta los resultados del estudio PREDIMED en el que han participado científicos de Instituto de Salud Carlos III, en colaboración con instituciones de Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Navarra, País Vasco y Valencia.

Durante la investigación, en la que participaron más de 7.000 voluntarios con una edad comprendida entre 55 y 80 años, se analizaron las diferencias entre tres dietas: dos de ellas de tipo mediterráneo, suplementadas con aceite de oliva o con frutos secos, y otra baja en grasas.

La dieta tradicional mediterránea se caracteriza por un alto contenido de aceite de oliva, fruta, verdura y cereales, una ingesta moderada de pescado y aves y un bajo consumo de carne roja, lácteos y dulces.

Pacientes de alto riesgo

Los voluntarios no padecían ninguna enfermedad cardiovascular al comienzo del estudio, pero todos ellos tenían características (hipertensión, obesidad, colesterol, tabaquismo…) que los clasificaban como pacientes de alto riesgo.

Las conclusiones, tras un seguimiento personal de casi cinco años, muestran cómo los voluntarios que siguieron las dietas mediterráneas suplementadas sufrieron menos eventos cardiovasculares graves (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o ictus y muerte por causas cardiovasculares) que los que siguieron la dieta baja en grasas.

Esta diferencia supondría tres eventos menos por cada mil personas al año, con un beneficio especialmente relevante en el caso del ictus.

No obstante, el estudio presenta ciertas limitaciones, la más importante es el hecho de que en la investigación participaran personas de países mediterráneos que, además, ya tenían un riesgo cardiovascular alto. Si las conclusiones de este estudio son aplicables al resto de la población es algo que requiere más investigación.


Referencia bibliográfica:

Ramón Estruch et al.: "Primary prevention of cardiovascular disease with mediterranean diet". The New England Medicine, 25 de febrero de 2013.

La dieta mediterránea reduce el riesgo de infartos cerebrales

Nuño Domínguez

Un gran ensayo clínico realizado en España demuestra que una dieta rica en aceite de oliva virgen tiene beneficios moderados contra el ictus y otras dolencias cardiovasculares.

El mayor estudio español sobre la dieta mediterránea ha confirmado que esta reduce el riesgo de sufrir infartos cerebrales y otras enfermedades cardiovasculares en comparación con otras dietas. En concreto, seguir una dieta basada en el consumo de verduras, frutas, cereales, legumbres, pescado y aceite de oliva virgen extra reduce hasta un 49% el riesgo relativo de sufrir un infarto cerebral o ictus, comparado con personas que siguen una dieta de reducción de grasas. Así lo confirman los datos del estudio Predimed, un gran ensayo clínico que ha seguido a 7.447 personas de entre 55 y 80 años y con predisposición a enfermedades cardiovasculares durante casi cinco años. 

“Este es el mayor estudio español e incluso europeo que se realiza sobre los beneficios de la dieta mediterránea”, ha explicado hoy durante una rueda de prensa Ramón Estruch, médico del Hospital Clínic de Barcelona y coordinador del estudio, en el que han participado 19 grupos científicos de Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Navarra, País Vasco y Valencia.
 
El trabajo asignó a los participantes a tres tipos de dietas. Una mediterránea con alto consumo en aceite de oliva virgen extra, otra igual pero con suplementos diarios de frutos secos y una dieta de control basada en la reducción del consumo de grasas (tanto animales como vegetales). El trabajo, publicado en el New England Journal of Medicine, muestra que las dos primeras dietas reducen en un 30% el riesgo relativo de ictus, infarto de miocardio y muerte cardiovascular. Es importante matizar que esa es la reducción relativa. En términos absolutos, los beneficios de una y otra dieta son menores. 

 

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