Se asociaría con peor pronóstico | 16 SEP 13

Deficiencia de vitamina D en los pacientes con enfermedad cardiovascular

La vitamina D cumple funciones fisiológicas más allá de las relacionadas con el hueso y el metabolismo del calcio, por ejemplo, en la salud cardiovascular.
Autor/a: Dres. Vacek JL, Vanga SD, Howard PA y colaboradores American Journal of Cardiology 109(3):359-363, Feb 2012

Introducción

La causa más frecuente de morbilidad y mortalidad es la enfermedad cardiovascular (CV). Si bien hay factores de riesgo claramente establecidos, están surgiendo otros nuevos a partir de los resultados de diversos estudios epidemiológicos.

Las investigaciones recientes indican que la deficiencia de vitamina D se asociaría con mayor riesgo de enfermedad CV, por su asociación con la hipertensión arterial, la arteriopatía periférica, la diabetes, el síndrome metabólico, la enfermedad coronaria y la insuficiencia cardíaca.

La prevalencia de la deficiencia de vitamina D en la población general varía entre el 30% y 50%. A pesar de los datos que señalan la importancia de la vitamina D en la salud CV, es poco lo que se conoce acerca de los efectos de la suplementación en casos de deficiencia.

Los autores de este estudio analizaron la relación entre la deficiencia de vitamina D y la morbilidad y la mortalidad CV, así como los efectos de la suplementación sobre la supervivencia.

Métodos

El estudio presentado fue de observación y retrospectivo; incluyó una cohorte de pacientes seguidos por el servicio de atención CV de un importante centro académico. Se seleccionaron sujetos con determinaciones de los niveles de vitamina D entre el 1 de enero de 2004 y el 8 de octubre de 2009.

Se determinaron los niveles tanto de 25-hidroxi-D2 como de 25-hidroxi-D3. Se consideraron niveles óptimos los de 30 ng/ml o más, y la deficiencia de vitamina D se definió a partir de valores menores de 30 ng/ml. En la base de datos del centro médico se revisaron los datos demográficos de los pacientes, los antecedentes médicos, las medicaciones (incluso estatinas, suplementos de vitamina D y aspirina) y las variables fisiológicas y de enfermedad. Los diagnósticos se obtuvieron de las listas de problemas registradas en las historias clínicas de acuerdo con los códigos de la novena edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades.

La suplementación con vitamina D se definió como la administración de suplementos de vitamina D o sus análogos. Si bien no todas las dosis fueron adecuadamente informadas, las habituales variaron entre 1.000 UI/día y 50.000 UI cada 2 semanas (media de 2.254 ± 316 UI). El uso de multivitamínicos no se consideró suplementación de vitamina D. Los datos referidos a la mortalidad por todas las causas se obtuvieron del Social Security Death Index.

Los niveles de vitamina D se analizaron como una variable continua o dicotómica (normal [> 30 ng/ml] o bajos [< 30 ng/ml]). En la mayoría de los casos, se contempló como dicotómica, aunque al analizarlos como variable continua, los resultados no se modificaron.

Se efectuaron análisis univariados, análisis de regresión logística multivariados para los odds ratios (OR) y los intervalos de confianza del 95% (IC), análisis de supervivencia y análisis por el modelo de Cox. Se estudiaron las interacciones entre la deficiencia de vitamina D y su suplementación. Se consideró significativo un valor de p < 0.05.

Resultados

En total se analizaron 24.895 muestras de 14.261 pacientes para la determinación de los niveles de vitamina D. En los sujetos con determinaciones múltiples, se consideraron los valores más bajos. La investigación de la base de datos aportó datos de 11.017 pacientes control. Una vez excluidos los sujetos < 18 años, el análisis final comprendió 10.899 pacientes.

La media de edad de la cohorte fue de 58.3 ± 14.9 años; el 71% eran mujeres (n = 7 758), y el índice de masa corporal (IMC) fue de 29.9 ± 7.7 kg/m2.

La fracción de eyección media (determinada por ecocardiografía) fue de 57 ± 10%. Las medias y medianas de los niveles de vitamina D fueron de 24.1 ± 13.6 ng/ml y 22.5 ng/ml, respectivamente; en total, 3 234 (29.7%) pacientes tenían niveles considerados normales (> 30 ng/ml) y 7 665 (70.3%) tenían deficiencia (< 30 ng/ml).

En el análisis univariado, la deficiencia de vitamina D, contemplada como variable dicotómica, mostró una asociación significativa con mayor riesgo de enfermedad CV, incluso de enfermedad coronaria (OR: 1.16; IC: 1.012 a 1.334), de diabetes (OR: 2.31; IC: 2.081 a 2.633), de miocardiopatía (OR: 1.29; IC: 1.019 a 1.633) y de hipertensión (OR: 1.4; IC: 1.285 a 1.536) y de mortalidad por todas las causas (OR: 2.95; IC: 2.135 a 4.073). Además, la deficiencia de vitamina D mostró una asociación negativa con el riesgo de fibrilación auricular (OR: 0.83; IC: 0.693 a 0.984).

Los análisis multivariados de regresión logística indicaron que la deficiencia de vitamina D fue un fuerte predictor independiente de la mortalidad para todas las causas (OR: 2.64; IC: 1.901-3.662; p < 0.0001).

La supervivencia se calculó a partir del intervalo entre la fecha de la toma de la muestra y el fallecimiento o el final del período de estudio. Se estimaron los hazard ratios mediante el modelo de Cox, con la deficiencia de vitamina D como variable dicotómica, y el resultado obtenido fue de 2.48 (p < 0.0001) para una disminución de la supervivencia.

Al reiterar los análisis junto con las otras variables predictivas (enfermedades, edad, IMC, fracción de eyección, sexo), la deficiencia de vitamina D se mantuvo como predictor de menor supervivencia, con los mayores OR (2.29).

La suplementación con vitamina D aumentó la supervivencia general, pero en grado significativo sólo en los pacientes con deficiencia de ella.

En el análisis univariado, el riesgo general de mortalidad por todas las causas se redujo en quienes tomaron los suplementos, con OR de 0.62 (IC: 0.469 a 0.806; p = 0.0004). En los multivariados, el OR para la suplementación de vitamina D fue de 0.44 (p < 0.0001), lo que sugiere una asociación con una mortalidad más baja. En el modelo de Cox, el HR para mortalidad fue de 0.40 (IC: 0.335 a 0.576) para los pacientes que recibieron suplementos (p < 0.0001). Esta relación mantuvo su fortaleza con la inclusión de las otras variables predictoras.

El uso de suplementos de vitamina D fue más habitual en los pacientes con deficiencia; el 31.6% de éstos recibió los suplementos, mientras que entre quienes no presentaban deficiencia, lo hizo el 21.3% (OR: 1.71; p < 0.0001).

 

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