Conductas preocupantes | 04 ABR 12

¿Cuáles son los riesgos de hacerse un tatuaje?

Especialistas advierten sobre tintas que causan infecciones, agujas que desencadenan psoriasis o vitiligo, y pigmentos que pueden ser cancerígenos; el rojo es indicado como el color más peligroso.

Por Brenda Struminger 

Mientras escuchaba el característico sonido de la aguja eléctrica que introducía tinta negra en su piel, Sofía Jaume sintió más dolor que en su primera experiencia con tatuajes, pero no se quejó. Con el pasar de los días, la molestia se acrecentó y su piel mostró signos de que algo no estaba bien. "Se me hicieron cascaritas sobre el tatuaje, y después me salió pus porque lo tenía infectado", describió. Nunca supo el motivo por el cual su piel reaccionó de esa forma. Y si bien después de varios meses la infección desapareció por completo, el tatuaje no quedó como esperaba. Los ideogramas chinos que se había grabado quedaron deformados y decolorados.

Los efectos sobre la piel de Sofía fueron leves en comparación con las graves consecuencias de realizarse un tatuaje sobre las que advierten los dermatólogos. Las inflamaciones y las infecciones, así como la transmisión de enfermedades como la hepatitis y el SIDA por medio de agujas infectadas, son los riesgos más difundidos de la práctica, pero no los únicos.

En diálogo con LA NACION, la dermatóloga Ana Kaminsky se refirió al 'Fenómeno isomórfico de Koebner', que consiste en "el proceso por el cual los tatuajes desencadenan enfermedades cutáneas que el individuo ya tenía, pero que no se habían manifestado". Según explicó, el impacto de la aguja o de la tinta sobre la piel puede desatar dolencias como la psoriasis, el liquen plano y el vitiligo, entre otras.

 El caso de un hombre con diagnóstico de psoriasis, que se tatuó a su abuela y luego de 4 meses empezó a presentar lesiones en esa zona. Foto: Gentileza revista online Piel latinoamericana www.piel-l.org

Por su parte, el secretario general de la Sociedad Argentina de Dermatología, Roberto Glorio, señaló que tanto el método de tatuado como la misma tinta introducida, pueden transmitir infecciones y producir reacciones inflamatorias. "El procedimiento no está exento de complicaciones, las cuales pueden estar vinculadas con la injuria del tejido o con la sustancia introducida", señaló.

Pigmentos peligrosos

Infaltable para realizar un tatuaje, la tinta es un elemento conformado por pigmentos que no siempre son inocuos. De hecho, existen casos que demostraron que pueden ser cancerígenos. Esto se debe a que "las tintas están vinculadas a colorantes que se utilizan en ciertas industrias, que pueden contener productos químicos tóxicos, como metales pesados o hidrocarburos", aseguró Kaminsky. Los casos descriptos en la literatura dermatológica son escasos, aclaró, pero las posibilidades son reales.

Según indicó Glorio los pigmentos de color rojo son las sustancias que causan con más frecuencia complicaciones en la piel, aunque la reacción puede tener que ver con predisposiciones individuales, o ser "una mezcla de ambos" componentes.

Tatuaje en la pierna de una joven con dermatitis por contacto a sales de cromo utilizadas en los pigmentos para tatuajes de color azul. Foto: Gentileza revista online Piel latinoamericana www.piel-l.org

Cuadro de baja frecuencia

Glorio destacó que si se considera la popularidad del tatuaje, las complicaciones que genera son infrecuentes. Según un trabajo realizado en el Hospital Argerich entre 1998 y 2006, durante ese período fueron atendidos allí 21 pacientes por reacciones adversas a tatuajes. "Son un cuadro de baja frecuencia", sostuvo el especialista.

Roberto Ortiz, de 34 años, se considera un amante de los tatuajes. Tiene ocho en total, distribuidos entre las piernas, la espalda y los brazos. El verano pasado decidió extenderse uno de los dibujos en el local de un amigo. "Sé que en ese lugar trabajan con todas las cosas como tienen que ser, ya me había tatuado ahí antes", contó.

En esta ocasión, el tatuador le trazó gruesas barras negras con una aguja y tinta indeleble, a continuación del dibujo de una flor de loto rojiza que tenía tatuada en el brazo derecho. "Al principio parecía que estaba todo bien, pero me agarró una alergia unos días después", recordó, aunque aclaró que no está seguro de que las marcas también rojas que le aparecieron en el brazo sean una alergia. Un dermatólogo se ocupa de su caso en una clínica, y aún no pudo hacerle un diagnóstico exacto. Roberto aseguró que siguió las indicaciones que le dio el tatuador: "Tuve que cubrirlo [al tatuaje], lavarlo con jabón de glicerina y no exponerlo al sol, tomé las medidas necesarias", comentó con voz indignada.

 

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