Impacto en recién nacidos | 04 ABR 11

Indice de ruido en la unidad neonatal

Los neonatos internados en la unidad neonatal se exponen al ruido por largos periodos, con niveles que pueden alcanzar hasta 120 decibeles (dB), lo que sobrepasa considerablemente los estándares de 60 dB en el día y 35 dB en la noche.
Autor/a: Dra. Josefina Gallegos, dr. Jaime Reyes, Lic. Enf. Viridiana Fernández, Dr. Luis González Fuente: Acta Pediátrica de México Acta Pediatr Mex 2011; 32(1): 5-14
INDICE:  1. Desarrollo | 2. Referencias bibliográficas
Desarrollo

Resumen

Los neonatos internados en la unidad neonatal se exponen al ruido por largos periodos, con niveles que pueden alcanzar hasta 120 decibeles (dB), lo que sobrepasa considerablemente los estándares referidos por la Academia Americana de Pediatría (AAP) de 60 dB en el día y 35 dB en la noche. Los ruidos son emitidos por los equipos médicos e incluso por la conversación del personal del área neonatal. Esto repercute en la agudeza auditiva de los recién nacidos especialmente los prematuros. El objetivo de este trabajo fue analizar la producción de publicaciones nacionales e internacionales científicas sobre ruido en las unidades neonatales en la bases de datos entre enero de 2000 a diciembre de 2009. Las publicaciones de bases de Medline, Lilacs, Latindex, Bireme, SciELO y Elsevier, informan niveles de ruido por arriba de los límites recomendados; además, índices de deficiencia auditiva atribuible a la vulnerabilidad biológica neonatal, bajo peso al nacer y al ruido como causas de esta deficiencia. Se concluye que es responsabilidad de la gestión hospitalaria y del equipo de salud adoptar las recomendaciones y estándares para la reducción del ruido en la unidad neonatal en beneficio de la salud neonatal y la calidad de vida del niño.
Palabras clave: Ruido, incubadoras, Unidad Neonatal, sordera, prematuro.

La unidad neonatal (UN) es un área donde existe mucha estimulación para los neonatos por múltiples factores ambientales, entre los que se encuentran los altavoces, los teléfonos, el funcionamiento del equipo electromédico e incluso la conversación del personal. Esto hace que los niveles estándar de dB recomendados por la AAP: 60 dB en el día y 35 en la noche, se eleven y alcancen hasta 120 dB de presión sonora. 1,2 Tal situación repercute en el crecimiento y desarrollo del recién nacido, sobre todo del prematuro al ser estimulado excesivamente, a lo cual responde fisiológicamente de diferentes maneras. Los estímulos de ruido producen hipoxemia, bradicardia, aumento de la presión intracraneana, hipertensión arterial, apnea, estrés, conducta desorganizada e inefectiva y no adaptativa, inestabilidad metabólica, ya que aumentan los requerimientos calóricos a partir de glucosa; se producen perturbaciones del sueño, irritabilidad, cansancio, vómito y pérdida de apetito en el neonato, especialmente en el prematuro.

La revisión crítica de artículos médicos de varias décadas muestra que a pesar de las diferencias en la época y metodología de estudio, las investigaciones sobre efectos de ruido en las alteraciones fisiológicas neonatales coinciden en que existen variaciones de acuerdo a la magnitud y al momento del estímulo sonoro. Hay una respuesta bifásica típica en neonatos de término, de aceleración seguida de desaceleración. Cuando el estímulo es bajo, de 55 a 75 dbA (conversación o música), hay desaceleración de la frecuencia cardiaca, lo que se conoce como una “respuesta de orientación” que se piensa facilita la recepción y aprendizaje del neonato. Por el contrario, un estímulo intenso >80dbA, acelera la frecuencia respiratoria, lo cual significa estrés o respuesta de defensa. La edad postnatal influye en la respuesta bifásica a la estimulación con ruido. Se ha visto que la desaceleración aumenta a medida que la edad posnatal aumenta durante la vigilia y ocurre aceleración durante el sueño. Otros estudios refieren diferencias entre las respuestas de los neonatos de término y los prematuros.

En un estudio se produjo un estímulo sonoro de 100dB SPL (Sound Pressusre Level) durante cinco segundos. Se encontró que los prematuros tienen menos aceleración que los de término en respuesta a la estimulación auditiva con un sonajero; sin embargo, ambas respuestas fueron de aceleración de la frecuencia cardiaca. Los estímulos repetidos produjeron habituación al ruido en niños de término, pero no en los prematuros.

La exposición a los sonidos perjudiciales daña las células ciliadas del oído interno y en el nervio auditivo. Estas estructuras pueden dañarse por el ruido de dos maneras: por un impulso breve intenso, como una explosión, o de una exposición continua al ruido, como sucede en las unidades de neonatología.

A largo plazo se presentan alteraciones en la audición con el riesgo de hipoacusia a veces irreversible y con afección del lenguaje, que a su vez es causa de atraso en el desarrollo social, cognitivo, educativo y socio-emocional, y de dificultades sociales en cuanto a interacción, lo cual tiene como consecuencia el aislamiento. 3-12

La vulnerabilidad del neonato expuesto a un riesgo, lo vuelve susceptible a sufrir secuelas neurológicas, como la deficiencia auditiva, la cual se exacerba en el ambiente terapéutico de la unidad de neonatología con estímulos excesivos, sobre todo por el ruido.13-15

La escasez de informes sobre este tema en México parece indicar que la sordera e hipoacusia en los neonatos debidas al ruido han sido poco estudiadas. De ahí el interés por realizar un estudio y obtener evidencia sobre el efecto del ruido en las unidades neonatales y sus secuelas en los pacientes a fin de contribuir a la práctica neonatal, sensibilizando a la gerencia hospitalaria y al personal de salud de esas unidades, acerca de las repercusiones para los recién nacidos y prematuros expuestos a niveles elevados de ruido y recomendar las acciones para el cuidado del neonato que ayude a evitar la pérdida de la audición.

Metodología

La búsqueda de la literatura sobre el tema se condujo mediante descriptores temáticos en español, inglés y portugués: ruido en la unidad neonatal, noise in Neonatal Intensive Care Unit y ruido em unidade neonatal, entre enero de 2000 y diciembre de 2009. Se hallaron 1,000 títulos relacionados con el tema, los resúmenes se analizaron para corroborar la relevancia del contenido. Se seleccionaron 28 artículos relacionados con el tema central, de las bases de datos Scielo, MEDLINE, Lilacs, Latindex, Bireme, Medigraphics.com, Medigraphics Artemisa en línea, Springer Link, Imbiomed, Medynet.com y Elsevier. El material se clasificó de acuerdo al tipo de estudio con base en el Oxford Centre for Evidence Based Medicine (OCEBM) 16,17. El material bibliográfico se basó en el análisis cualitativo de la información de acuerdo al enfoque sobre la temática de publicaciones mexicanas e internacionales. De estas últimas se tomó una representación por país/continente. Hubo cuatro categorías de contenido: a) Factores, causas y niveles de ruido en la UN. b) Secuelas de ruido en el neonato internado en la UN. c) Diagnóstico temprano de problemas de audición. d) Recomendaciones para un ambiente terapéutico con nivel de ruido seguro en la UN.

Resultados

De las 28 publicaciones, la producción mexicana fue de nueve artículos, una tesis y un proyecto. Su clasificación de acuerdo al OCEBM se presenta en el Cuadro 1. Los 17 estudios internacionales se clasificaron igualmente de acuerdo a la OCEBM como se ve en el Cuadro 2.

Análisis

El ruido u ondas acústicas que se propagan, puede provocar reacciones desagradables al percibirse y puede producir pérdida de la audición. 18 Las unidades logarítmicas o decibeles (dB) miden la intensidad, presión o audibilidad en función de la frecuencia sonora. 20 La medición más frecuente es en decibeles HL (Hearing level) basado en la medición de la capacidad auditiva, comparada directamente con el oído sano. El decibel HL tiene en cuenta estas diferencias de sensibilidad, estipulando 0 dBs en función de la frecuencia de la respuesta plana en pacientes otológicamente sanos. El decibel SPL (Sound Pressure Level) se refiere a la presión sonora mínima que puede ser escuchada por el oído humano en cada frecuencia, se expresa en decibeles absolutos (dBs SPL); sin embargo, no es adecuado para valorar el sistema auditivo porque no detecta pérdidas leves y moderadas. Se mide también el umbral de audición de un individuo con el tipo de decibel SL (Sensation Level). 12,19

El ruido en una unidad neonatal (UN) se genera en el ambiente y en la incubadora. Éste se midió en estudios analizados con equipo especial como el decibelímetro Sper Scientific, modelo digital sound 840029; 6 el decibelímetro digital Minipa MSL-1352; 20 el decibelímetro de presión sonora Brüel y Kjäer Nº 2209 y 2203 y un filtro auditivo modelo 1613; 2 dosímetro de marca Quest 40. 21

Las contaminaciones sonoras del ambiente se originan por diversos factores como el dispositivo de aire acondicionado, que eleva el nivel basal de 60-70 dB a 79.2 dB.6 El nivel de sonoridad en la UN es intenso durante las entregas de turno médico (56.0 dB a 75.7 dB) y de enfermería (55.3 dB y 72.2 dB), así como en la visita médica, por arriba de 50 dB, valor recomendado para la UN. 21 Los niveles de ruido se asocian con la terapéutica empleada; con el equipamiento y con las actividades continuas. 22 Todo ello provoca estrés en el neonato a causa del ruido excesivo que se genera 9 como resultado de las alarmas de los monitores, el movimiento de equipos médicos, radios, conversaciones cerca de las incubadoras y sobre todo con sus portezuelas abiertas, los altavoces y los teléfonos. 4,6

Los niveles de ruido en el interior de una incubadora difieren si se encuentra abierta (60 dB hasta 75 dB) 2,9 o cerrada (76 dB, hasta 86-90 dB); 2,6,9 cerrada actúa como aislante de la voz humana y en cambio sirve como caja de resonancia para los ruidos metálicos y mecánicos que se producen en la unidad. De esta manera, en las incubadoras los niños están permanentemente expuestos a niveles de ruido entre 50 y 90 dB por el motor de la incubadora 2,4,8, durante la manipulación de la incubadora, como la apertura y cierre de sus puertas. En su modalidad suave el nivel de ruido se encuentra en 81 dB, y en el modo brusco, hasta de 85 a 95 dB. 6,20 Cuando se coloca un expediente clínico de pasta de acrílico sobre el techo de la incubadora produce un ruido de 84 a 87 dB, 6 y de 78 a 95.6 dB en su modalidad brusca. Lo mismo sucede al tamborilear los dedos sobre el techo de acrílico de la incubadora. 20 Durante la administración de oxígeno a 10 y 12 litros por minuto los niveles de ruido en la incubadora varían de 81 dB a 84 dB respectivamente. 2

La OMS recomienda que en hospitales no sea mayor de 35 dB, 21 ya que el ruido excesivo puede dañar las estructuras auditivas y causar reacciones fisiológicas y conductuales adversas además de dolor. 2

El ruido generalmente daña al oído interno, aunque también al oído medio y aunque pareciera clara la causa, el efecto de la herencia mendeliana dominante, recesiva e incluso mitocondrial oscurece la relación agente-daño. 14 Por otra parte, se ha demostrado en animales de experimentación que la exposición a niveles elevados de ruido produce daño coclear. 2 Los ruidos patogénicos son capaces de provocar tempranamente daños en la zona basal de la cóclea, y también deterioro de áreas de frecuencias medianas y bajas con mayores síntomas.

 

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