Por Fran Lowry
NUEVA YORK (Reuters Health) - En los pacientes cardíacos con cirugía por fractura de cadera, un enfoque sintomático de la transfusión reduce más de la mitad la necesidad de sangre sin modificar la mortalidad o la función, afirma un equipo de Canadá y Estados Unidos.
La estrategia incluye esperar hasta que la hemoglobina disminuya hasta 8 mg/dL o el paciente tenga síntomas.
"Antes, la literatura sugería que en la población mayor y frágil, como la de nuestro estudio, crecía el riesgo cardíaco si se retrasaba la transfusión, pero hallamos exactamente lo contrario", dijo el doctor David Sanders, de la University of Western Ontario, en Canadá.
El estudio se diseñó para probar la teoría de que un umbral más alto para realizar transfusiones mejoraría la recuperación funcional y reduciría la morbilidad y la mortalidad.
El equipo reunió a 2.016 pacientes con antecedentes cardiovasculares y hemoglobina inferior a 10 g/dL dentro de los tres días siguientes a la cirugía. Los participantes provenían de 47 centros de Estados Unidos y Canadá; tenían alrededor de 82 años y el 76 por ciento era mujer.
Al azar, recibieron sangre suficiente como para elevar el nivel de hemoglobina por encima de 10 g/dL cuando bajaba de ese umbral o una transfusión sólo cuando aparecían los síntomas de anemia.
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