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Directrices para infecciones de estafilococos resistentes a Meticilina

Los infectólogos esperan estandarizar el tratamiento para este germen potencialmente mortal.

Una asociación para las enfermedades infecciosas ha publicado las primeras directrices nacionales para el tratamiento de las infecciones por Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina (SARM), que son potencialmente mortales.

Las infecciones por SARM, que inicialmente se hallaban en centros de salud, se han convertido en un problema creciente para las personas sanas fuera de los hospitales. Ahora representan el 60 por ciento de todas las infecciones cutáneas tratadas en las salas de emergencia. En la mayoría de los casos, el SARM, cepas de estafilococos resistentes a los antibióticos de primera línea, causa bultos rojos, inflamados y dolorosos que con frecuencia se confunden con picaduras de arañas y generalmente se pueden tratar con éxito si se detectan a tiempo.

El SARM invasivo, una infección que pasa de la piel a otras partes del organismo, es menos común pero mucho más grave. En 2005, e informó sobre cerca de 94,630 casos de SARM invasivo en los EE. UU. Más de 18,000 de esos pacientes murieron, cifra que superó a los que murieron por SIDA ese año.

Actualmente, hay variaciones amplias en los métodos de tratamiento, algo que las nuevas directrices de la Sociedad Estadounidense de Enfermedades Infecciosas (Infectious Diseases Society of America, IDSA) espera abordar.

"El SARM se ha convertido en un problema de salud pública enorme y los médicos con frecuencia ven difícil su tratamiento", aseguró en un comunicado de prensa de la IDSA la Dra. Christine Liu, autora líder de las directrices y profesora clínica asistente de la División de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de California en San Francisco. "Estas directrices establecen un marco para ayudar a los médicos a determinar cómo evaluar y tratar infecciones no complicadas e invasivas".

Los temas cubiertos por las directrices incluyen la gestión de infecciones de tejido blando y de piel, el tratamiento de infecciones cutáneas reincidentes, el uso de antibióticos para el tratamiento del SARM, la gestión de infecciones invasivas y el tratamiento de los recién nacidos infectados.

Las directrices, que serán publicadas en la edición del 1 de febrero de la revista Clinical Infectious Diseases, han sido respaldadas por la Sociedad de Enfermedades Infecciosas Pediátricas, el Colegio Estadounidense de Médicos de Emergencia (American College of Emergency Physicians) y la Academia Estadounidense de Pediatría.

 

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