Marcador | 14 NOV 11

Proteína C-reactiva y riesgo en el síndrome coronario agudo

Se discuten los hallazgos de un estudio que muestra los valores de la proteína C-reactiva ultrasensible como un biomarcador de inflamación y su contribución para los algoritmos y puntajes de riesgo actuales.

La gravedad y extensión del daño miocárdico difiere notoriamente entre pacientes con síndrome coronario agudo (SCA), y estas diferencias (además de la edad, disfunción de ventrículo izquierdo y comorbilidades) son probablemente responsables de los distintos desenlaces clínicos. Los factores de riesgo coronario establecidos se incorporaron en los algoritmos de evaluación de riesgo de pacientes con SCA, y se propusieron varios puntajes de riesgo clínico en la última década, impulsados por las normativas internacionales para el tratamiento de esta enfermedad.

Los puntajes de riesgo de los estudios PURSUIT (Platelel glycoprotein IIb/IIIa in Unstable Angina: Receptor suppression Using Integrilin Therapy), TIMI (Thrombolysis in Myocardial Infarction) y GRACE (Global Registry of Acute Cardiac Events) parecen ser indicadores pronósticos eficientes. Sin embargo, tienen limitaciones y los médicos no habrían incorporado su utilización en la práctica clínica. Existe interés en el uso de nuevos biomarcadores, particularmente aquellos que mostraron un valor pronóstico independiente en diferentes subgrupos de pacientes con enfermedad coronaria. Los biomarcadores de inflamación como la proteína C-reactiva ultrasensible (PCRus) dieron nuevas esperanzas en relación con la mejora de los algoritmos pronósticos en el SCA. En la población general, la estrategia de multimarcadores resultó en una mejor predicción del riesgo en diferentes investigaciones, comparada con marcadores simples.

En el estudio de Wang y col., las personas con puntajes altos de multimarcadores presentaron un riesgo de muerte 4 veces mayor que aquellos con puntajes bajos de multimarcadores. Sin embargo, esta estrategia agregó información moderada a la predicción del riesgo basada en los factores de riesgo tradicionales. La PCRus predijo el riesgo de muerte pero no los eventos cardiovasculares no fatales, luego de ser ajustada para otros biomarcadores. Folsom y col. informaron hallazgos negativos similares en pacientes del estudio ARIC (Atherosclerosis Risk in Communities).

Schiele y col. demostraron que el agregado de las mediciones de PCRus al puntaje de riesgo del GRACE incrementaba el valor predictor, sobre una muestra de 1 500 pacientes con SCA, y encontraron un aumento de la mortalidad a 30 días en aquellos con niveles de PCRus en el cuartil más alto. Varios interrogantes surgen del análisis de este importante estudio.

¿Pueden ser extrapolados los resultados a otras poblaciones con SCA?

El estudio de Schiele y col. evaluó individuos del Registre Franc Comtois des Syndromes Coronariens Aigus, un registro prospectivo que incluye pacientes internados por SCA en centros de cardiología en el este de Francia. La muestra incluyó 1 500 pacientes que pudieron completar el seguimiento y en quienes se midió la PCRus. Los individuos con concentraciones de PCRus altas (por encima del tercer cuartil de distribución de los valores) fueron en realidad pocos. No se ofrecieron datos sobre diferencias étnicas en la composición de la muestra y para la extrapolación a otras regiones del mundo, por lo que en sujetos de otras etnias serán necesarios estudios más amplios. El grupo con PCRus inusualmente alta, de mayor edad, con prevalencia de comorbilidades y de compromiso del estado hemodinámico a su ingreso, recibieron tratamientos subóptimos de acuerdo con las normativas.

¿Cuál fue la causa de los niveles de PCRus altos en estos pacientes?

No se excluyeron pacientes con condiciones inflamatorias y, por lo tanto, es difícil conocer la causa de la elevación de la concentración de PCRus en estos sujetos. Se estableció el grupo con PCRus elevada cuando los valores fueron mayores de 22 mg/l y se alcanzó una mediana de 66 mg/l. Como ya fue mencionado, estos pacientes tuvieron más comorbilidades y peor situación hemodinámica comparados con aquellos del grupo con niveles bajos de PCRus, lo cual puede contribuir a esos valores sorprendentemente elevados. Es difícil asegurar si este estado inflamatorio es la expresión de una enfermedad coronaria más agresiva o el resultado de una inflamación sistémica asociada con varias comorbilidades presentes en estos pacientes. Independientemente de esto, el estudio demuestra el valor predictor independiente de mayor mortalidad de la PCRus elevada, a pesar de la presencia de varios factores de confusión. 

 

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