Informática Médica | 11 OCT 10

Actualizados en línea

La información científica tiene varias características que en general se aplican a la información escrita: crecimiento exponencial, obsolescencia, fragmentación y referenciamiento.
Autor/a: Daniel Luna 

Mantenerse actualizados es cada vez más difícil, y esto que es cierto en todos los ámbitos y dominios, es más que cierto cuando nos referimos a información relacionada con la salud. Cada vez  mas información surge en diferentes temas y de diferentes fuentes, y dicha información queda obsoleta cuando llega a los libros

La información científica tiene varias características que en general se aplican a la información escrita: crecimiento exponencial, obsolescencia, fragmentación y referenciamiento.

La información científica ha crecido a niveles exponenciales en los últimos siglos y no muestra signos de que esta situación vaya a cambiar. A pesar de que la información crece de manera exponencial, otra propiedad que la caracteriza es que rápidamente se vuelve obsoleta. Una causa de la obsolescencia de la información científica, es que lleva mucho tiempo poder diseminarla. Como adelantábamos, es de público conocimiento que, en el campo de la salud, la información en los libros puede estar desactualizada al momento en que éstos se publican. Sin embargo, hay que tener cuidado. La literatura antigua no es sinónimo de obsoleta.

Qué se entiende por fragmentación: un trabajo de investigación publicado en una revista reporta sólo una parte pequeña de toda una realidad. La literatura científica es escrita por investigadores con el objetivo de comunicar sus experiencias a sus colegas, ergo debe existir un conocimiento previo sobre el tema y éste se apoya sobre trabajos anteriores que le ofrecen cierto mecanismo de control de calidad, de manera tal que ese artículo habla solo sobre el fragmento que el investigador incorpora al tema y no sobre todo el dominio.

El referenciamiento es la propiedad de la información científica por la cual es vinculada o relacionada con otra por medio del uso de referencias bibliográficas.

Según un estudio realizado por Peter Lyman y Hal Varian, investigadores de la School of Information Management and Systems, de la Universidad de California en Berkeley, la producción mundial de información se ha incrementado en un 30% anualmente entre 1999 y 2002. Según este informe, la mayoría de la información original impresa es producida por individuos en documentos elaborados en computadoras y mensajes de correo, no tanto en forma de libros, diarios o revistas.

La ciencia crece a grandes pasos. Según la ley del crecimiento exponencial, se multiplica por una cantidad determinada en iguales períodos de tiempo: cuanto más grande es una cosa, más rápido crece. El tamaño bruto de la ciencia tiende a duplicarse en un período de 10 a 15 años, probablemente menos. Se estima que se publican cerca de dos millones de artículos por año, y el conocimiento médico aumenta cuatro veces durante el ejercicio profesional. Un médico tendría que leer 6000 artículos biomédicos por día para mantenerse actualizado.

Para mantenerse al día, el primer paso es reconocer claramente sobre que nos queremos actualizar, reconocer nuestra necesidad de información.

La noción de necesidad de información es importante a la hora de entender la conducta informativa de una persona y el tipo de información que consume. Podemos definir la necesidad de información como la sensación de carencia de algo, un estado anómalo del conocimiento que debe ser subsanado o corregido.

Los profesionales en su práctica diaria buscan y utilizan sistemáticamente información de diferentes tipos para incorporar los saberes teóricos y formales a las situaciones específicas y contingentes de la propia práctica. Existe un promedio de dos preguntas clínicas por cada tres pacientes con una prevalencia de necesidad de información sobre tratamientos farmacológicos.

Según los estudios que analizan las necesidades de información de los médicos las fuentes de información a las que consultan pueden clasificarse en:

• Colegas y autoridades en la materia
• Manuales y libros
• Revistas científicas
• Bases de datos bibliográficas
• Presentaciones en congresos

La consulta a colegas, si bien es accesible y muchas veces confiable no garantiza que sea actualizada y de calidad. Por lo que vimos además, la consulta en libros y manuales puede ser obsoleta. Quedan entonces las revistas, las bases bibliográficas y las presentaciones en congreso como fuentes de actualización, pero: ¿cómo recuperar esta información? ¿Y cómo hacerlo para estar siempre actualizados?

La explosión de información de los últimos tiempos ha tenido impacto en la recuperación y selección de la literatura. Los métodos para recuperar la información han cambiado enormemente debido a la emergencia de sofisticada tecnología de la información. En la actualidad los profesionales de la salud tienen la posibilidad de acceder a masivas cantidades de información desde la Web y las bases de datos para la recuperación de información. Estas bases no sólo contienen texto, también ofrecen imágenes, sonidos y videos.

En lo que respecta al campo de la salud la recuperación de la información se encuentra muy relacionada con el conocimiento científico en salud porque:

• El crecimiento del conocimiento ha sobrepasado las capacidades humanas de memoria, por lo que tenemos que estar capacitados y dispuestos para buscar información en el momento en que la necesitemos.
• Los médicos tienen necesidades de información frecuentes y no correspondidas.
•  Los investigadores renuevan su conocimiento frecuentemente en nuevas áreas.
• El uso de la Web es reconocido como fuente de información en general y en biomedicina.

 

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