En pacientes diabéticos | 16 NOV 09

Eficacia de bromfenac en la prevención del edema macular post-cirugía de cataratas

Comparación eficacia bromfenac y esteroides contra edema macular e inflamación cámara anterior luego de facoemulsificación e implante de LIO.
Autor/a: Dres. Naoko Endo, Satoshi Kato, Kensuke Haruyama, Munenori Shoji & Shigehiko Kitano Acta Ophthalmol. j.1755-3768.2009

Diversos ensayos han evaluado los efectos profilácticos de soluciones oftálmicas no esteroides para prevenir el edema macular quístico (EMQ), después de cirugía de catarata, Sin embargo, no se han publicado estudios sobre la eficacia de la solución oftálmica de bromfenac para el tratamiento del EMQ y la inflamación como consecuencia de la operación de cataratas en pacientes diabéticos, que no recibieron las soluciones oftálmicas con esteroides que normalmente se utilizan. Con la tomografía de coherencia óptica (TCO), se puede estudiar el edema macular incipiente, lo que resultaba imposible con los métodos anteriores. En el presente estudio se utilizó TCO-3 para comparar el efecto profiláctico de la solución oftálmica de bromfenac y la de esteroides en el tratamiento de la inflamación y el EMQ después de cirugía de cataratas en pacientes diabéticos.

Pacientes y métodos

En el presente estudio prospectivo participaron 62 pacientes (62 ojos) a los que se administró aleatoriamente bromfenac (n=31) o esteroides (n=31). El grosor promedio de la fovea se medio mediante TCO antes de la intervención, después de un día, una, dos, cuatro y seis semanas. En cada control se evaluó la agudeza visual mejor corregida, presión intraocular y flare. Se utilizaron los mismos métodos para comparar pacientes con retinopatía diabética no proliferativa en el grupo de bromfenac (BF) (n=16) y el de esteroides (ST) (n=11).

Existen varias hipótesis acerca de la causa del EMQ después de cirugía de catarata. Una de ellas es que el trauma mecánico actúa como disparador de varias prostaglandinas y otros mediadores inflamatorios y la ruptura de la barrera hemato-acuosa, acompañado por un incremento de la concentración de proteínas en la cámara anterior. Las sustancias que causan la inflamación se acumulan en el humor acuoso y se dispersan por el vítreo, donde aumentan la permeabilidad de los vasos sanguíneos retinianos provocando el EMQ. Las drogas antiinflamatorias no esteroides son eficaces como profilaxis para reducir la incidencia de EMQ después de catarata. Bromfenac es una droga antiinflamatoria no esteroide de la clase de ácidos fenilacéticos.  La epiteliopatía corneal es uno de los efectos adversos de las soluciones tópicas antiinflamatorias no esteroides. Sin embargo, los efectos oftalmológicos de los corticosteroides tópicos incluyen infecciones corneales, glaucoma inducido por esteroides y cicatrización retardada. En el presente estudio no se observaron efectos adversos en el grupo que recibió BF, incluso entre los pacientes con diabetes, que son más propensos a desarrollar epiteliopatía corneal, lo que indica que bromfenac es una droga relativamente segura. La PIO no se vio incrementada en ninguno de los pacientes del grupo ST, aunque los esteroides supuestamente aumentan la PIO aproximadamente 40% en pacientes que reciben tratamiento con gotas oftálmicas esteroides durante 4 a 6 semanas. El uso de bromfenac podría resultar más conveniente ya que las gotas deben ser aplicadas durante varios meses después de la cirugía.

En el presente estudio, no se observó diferencia entre ambos grupo en cuanto al flare de la cámara anterior (indicador de inflamación), en el primer día postoperatorio. Sin embargo, se considera que bromfenac es más efectivo que la fluorometolona para prevenir la inflamación de la cámara anterior en la primera etapa postoperatoria. Tampoco hubo diferencias entre los pacientes tratados con bromfenac con y sin retinopatía diabética. Mientras que estudios anteriores mostraron la eficacia de las drogas antiinflamatorias no esteroides contra el EMQ, en pacientes sanos, bromfenac demostró ser un antiinflamatorio eficaz en pacientes diabéticos con retinopatía diabética no proliferativa.

El grosor foveal  fue similar al encontrado en otros estudios. En el presente estudio los valores en el grupo BF con retinopatía diabética no proliferativa fueron de 222,9±46,0 µm en la semana 2 y 211,1±19,4 µm en la semana 4. Sin embargo, la agudeza visual postoperatoria fue estable.

Los cambios en la agudeza visual fueron aparentemente menos importantes que los del grosor retiniano. Dos pacientes en el grupo ST con retinopatía diabética no proliferativa presentaron degeneración quística en la TCO, en las semanas 1 y 2 respectivamente. La agudeza visual postoperatoria en ambos pacientes fue de -0,1 Log MAR en la semana 6. Otro estudio informó que la agudeza visual tenía un mal pronóstico para pacientes con retinopatía diabética avanzada y EMQ ocasionado por el grosor foveal después de cirugía de catarata. Sin embargo, estos dos pacientes tenían retinopatía del tipo no proliferativo y no presentaban edema macular antes de la cirugía. En el grupo BF, ningún paciente presentó un engrosamiento marcado acompañado de degeneración quística. El presente estudio indicaría que la aplicación de gotas esteroides únicamente puede no ser suficiente para prevenir el incremente del grosor foveal después de cirugía de cataratas en pacientes con retinopatía diabética no proliferativa. En la evaluación cuantitativa del edema retiniano mediante TCO-3, bromfenac fue igualmente efectivo como profilaxis contra el EMQ postoperatorio en pacientes con retinopatía diabética no proliferativa.

 

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