Riesgo a largo plazo | 19 OCT 09

Riesgo de caídas e hipotensión en personas mayores medicadas con beta-bloqueantes oculares

Investigación sobre la relación entre el uso oftalmológico de beta-bloqueantes, prostaglandinas y ambos agentes, y las caídas, mareos e hipotensión en personas mayores.
Autor/a: Dres. Wishal D. Ramdas, Nathalie van der Velde,Tischa J. M. van der Cammen & Roger C. W. Wolfs Graefes Arch Clin Exp Ophthalmol. 2009 Sep;247(9):1235-41. Epub 2009 May 19

Muchas enfermedades oftalmológicas son más comunes en pacientes de edad avanzada, entre ellas el glaucoma, para lo cual está indicado un tratamiento para bajar la presión intraocular (PIO). En la actualidad existen varias drogas tópicas para este tratamiento. Una de las más antiguas, pero que aún se prescribe es timolol. Se trata de un antagonista beta-adrenérgico no selectivo, sin actividad simpaticomimética intrínseca. Se han publicado muchos artículos con respecto a los efectos colaterales cardiovasculares y pulmonares sistémicos. Como no se conoce la existencia de efectos colaterales cardiovasculares en los tratamientos más nuevos con análogos de prostaglandinas e inhibidores anhidrasa carbónicos,  muchos oftalmólogos han dejado de lado los beta-bloqueantes (más baratos y efectivos) para tratar el glaucoma.

Recientemente, se describieron caídas inducidas por beta-bloqueantes como efecto adverso de este tratamiento. Las caídas son un problema grave en la gente de edad, dado que reducen la movilidad y la calidad de vida.  Varios estudios de casos describieron la recurrencia de desvanecimientos en pacientes probablemente causados por gotas oftálmicas con beta-bloqueantes como timolol, replanteando la utilidad y seguridad de dicho tratamiento. Antes de dejar de prescribir los beta-bloqueantes, deben profundizarse las investigaciones  para determinar si estos medicamentos contra el glaucoma, realmente constituyen un mayor riesgo de caídas en relación con otras drogas más nuevas como las prostaglandinas. La exclusión del timolol significaría la pérdida de un tratamiento muy potente y de bajo costo para bajar la PIO.

Pacientes y métodos

Todos los participantes fueron pacientes sometidos a largo tratamiento con beta-bloqueantes, prostaglandinas o la combinación de ambos. Se realizó una encuesta con respecto a las caídas, se midió la presión. El riesgo relativo de hipotensión ortostática y antecedentes de caídas relacionadas con el uso de gotas oftálmicas con beta-bloqueantes se calculó mediante análisis de regresión logística binaria.

Antecedentes de caídas, mareos e hipotensión ortostática asociada al uso de diferentes dogas tópicas.
 

. N % CD* IC 95%* CD** IC95%**
Caídas (1 vez o más)
Prostaglandina
Beta-bloqueante

21
20

33.3
23.3

1.00
0.55
0.252-1.202
1.00
0.60
0.268-1.327
Mareos
Prostaglandina
Beta-bloqueante

16
26

25.4
30.6

1.00
1.00
0.448-2.208
1.00
1.05
0.469-2.369
Hipotensión ortostática
Prostaglandina
Beta-bloqueante

15
24

23.8
28.2

1.00
1.56
0.697-3.500
 

1.00
1.67
0.731-3.793

*=ajustado por edad y sexo, **= ajustado por edad, sexo y cantidad de drogas que aumentan el riesgo de caídas, CD=cociente de disparidad; IC= intervalo de confianza.

Pulsaciones medias
(p= parado) 
Pulsaciones por minuto
 

Los resultados del presente estudio sugieren que el uso constante a largo plazo de gotas oftálmicas con beta-bloqueantes no está asociado a un aumento del riesgo de caídas o mareos en relación con las prostaglandinas, en pacientes de edad avanzada con hipertensión ocular o glaucoma. Estos resultados son contrarios a otros estudios, probablemente porque se investigaron pacientes que utilizaron beta-bloqueantes tópicos, a largo plazo. Podría haber un incremento del riesgo de hipotensión ortostática, aunque en este estudio no alcanzó una relevancia significativa. Sin embargo, se observó un menor incremento significativo en las pulsaciones al minuto de estar parado en pacientes medicados con beta-bloqueantes, lo que en la vida diaria podría contribuir al riesgo de una caída.

Como se mencionó anteriormente, el tratamiento del glaucoma está basado en la reducción de la PIO con medicación tópica. Timolol fue una de las primeras drogas tópicas que se utilizaron para el tratamiento de la PIO elevada, con pocos efectos colaterales oculares. Revolucionó el tratamiento del glaucoma a fines de los ’70. Treinta años después sigue siendo utilizado, a pesar de que ahora se han identificado algunos efectos colaterales sistémicos. Existen cuatro tipos de efectos colaterales de los beta-bloqueantes: cardiovasculares (falla cardíaca, arritmia, alteración de lípidos en suero, baja de presión sanguínea), pulmonares (exacerbación de patologías bronquiales (asma, COPD), del sistema nervioso central (dolores de cabeza, debilidad, depresión) y endocrinos (hipoglucemia en diabetes). Varios estudios indican que la prevalencia de estos efectos colaterales es menos común en los beta-bloqueantes selectivos tópicos (betaxolol), pero también se ha observado lo contrario.

 

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