La OMS zanja la controversia | 24 AGO 09

¿Se deben usar antivirales en niños con gripe A?

Mantiene la recomendación de que la medicación se administre a los niños con pronóstico grave, especialmente a los que tienen entre 0 y 5 años.
OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el viernes que se sigan suministrando antivirales a los niños afectados por gripe A/H1N1 con pronóstico grave, especialmente a los niños de entre 0 y 5 años, “pues a esa edad existe un mayor riesgo de que la enfermedad se complique”.
 
Con esta recomendación, la OMS zanja las controversias suscitadas por la publicación de dos revisiones clínicas que ponían en duda la conveniencia de administrar antivirales a los niños.
 
Respecto a los niños mayores de 5 años, la organización explica en un comunicado que, “salvo que la gripe persista o empeore”, no es necesaria la administración de antivirales si no existe patología previa.
 
Asimismo, en pacientes con síntomas graves de gripe A o cuyo estado clínico empieza a deteriorarse, la OMS recomienda administrar “de inmediato” -48 horas máximo desde la aparición de los primeros síntomas- el tratamiento con oseltamivir, o con zanamivir si el primero no está disponible.
 
“Esta recomendación rige para todos los grupos de pacientes, en particular las embarazadas, y para todos los grupos de edad, en especial los niños pequeños, incluidos los menores de 1 año”, subrayan los expertos de la OMS. Además, recomienda “administrar el tratamiento antiviral a las embarazadas tan pronto como sea posible una vez que se hayan presentado los síntomas”.
 
En este sentido, los datos examinados por el panel de expertos de la organización indican que el oseltamivir, “cuando se prescribe correctamente”, puede disminuir “considerablemente” el riesgo de neumonía (una de las principales causas de muerte por gripe pandémica o estacional) y la necesidad de hospitalización.
 
En la actualidad, el virus pandémico es sensible al efecto tanto del oseltamivir como del zanamivir, aunque se ha comprobado que presenta resistencias a otra clase de antivirales como la amantadina y la rimantadina.
 
En las zonas donde el virus está circulando “ampliamente”, la Organización Mundial de la Salud recomienda que el personal sanitario “dé por sentado que la causa es el virus A/H1N1”, y no pospongan el tratamiento hasta obtener la confirmación de la infección mediante pruebas de laboratorio.
 
Esta recomendación se fundamenta en los informes, procedentes de todos los lugares donde se han producido brotes epidémicos, que señalan que “el virus A/H1N1 se convierte rápidamente en la cepa dominante”, explican.
 
El 40% de las muertes sin patología de base

Por otra parte, el comunicado de la OMS explica que “la presencia de trastornos subyacentes no predice invariablemente la aparición de todos los casos de gripe A grave, ni siquiera de la mayoría”. De hecho, en todo el mundo cerca del 40% de los casos graves se están observando en niños y adultos menores de 50 años que anteriormente estaban sanos, afirmaron.
 
Algunos de estos enfermos experimentan un deterioro repentino y muy acelerado de su estado clínico, habitualmente al quinto o sexto día a partir del inicio de los síntomas. El deterioro clínico se caracteriza por neumonía vírica primaria, que destruye el tejido pulmonar y no reacciona a los antibióticos, y la insuficiencia de muchos órganos, especialmente el corazón, los riñones y el hígado.
 
 “El personal sanitario asistencial, los pacientes y las personas que cuidan de ellos en casa tienen que estar muy alerta para detectar los signos de advertencia que indican la evolución hacia una forma más grave de la gripe con el fin de tomar medidas urgentes, entre ellas el tratamiento con oseltamivir”, señalan expertos de la OMS.
 
A este respecto, “en casos de gripe grave o en fase de empeoramiento, los médicos pueden considerar la conveniencia de administrar dosis más altas, y por más tiempo, de oseltamivir que las que se prescriben normalmente”, apuntan.

 

Recomendaciones sobre el uso de los antivíricos

La OMS ha dado a conocer hoy las directrices para el uso de los antivíricos en el tratamiento de los pacientes infectados con el virus H1N1 pandémico.

Las directrices representan el consenso logrado por un cuadro internacional de expertos que examinaron todos los estudios publicados acerca de la inocuidad y eficacia de estos medicamentos. Se prestó especial atención al empleo del oseltamivir y el zanamivir para prevenir la gripe grave y la muerte, disminuir la necesidad de hospitalización y acortar la estancia hospitalaria.

Actualmente, el virus pandémico es sensible al efecto de ambos medicamentos, llamados inhibidores de la neuraminidasa, pero resistente a otra clase de antivíricos, los inhibidores de M2.

A nivel mundial, la mayoría de los enfermos infectados por el virus pandémico presentan los síntomas gripales característicos y se recuperan plenamente al cabo de una semana, incluso si no reciben ningún tratamiento médico. Las personas por lo demás sanas que padecen una gripe sin complicaciones no necesitan tratamiento con antivíricos.

Desde un punto de vista individual, las decisiones sobre el tratamiento de un paciente determinado deberían basarse en su estado clínico y en lo que se sabe acerca de la presencia del virus en la comunidad.

En las zonas donde el virus está circulando ampliamente en la comunidad, el personal sanitario que atiende a pacientes con un síndrome gripal debe dar por sentado que la causa es el virus pandémico. Las decisiones sobre el tratamiento no deben posponerse hasta obtener la confirmación de la infección por el virus H1N1 mediante pruebas de laboratorio.

 

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