Revisión | 25 AGO 09

Dermatitis infectiva

También conocida como dermatitis infantil crónica o dermatitis asociada al virus humano linfotrópico de células T-1 (HTLV-1). Es una dermatitis exudativa severa que afecta cuero cabelludo, oido externo, áreas posteriores de pabellones auriculares, párpados, pliegues nasolabiales, nuca, axilas e ingle
Autor/a: Dres. Beatriz Moritz Trope, María Elisa Ribeiro Lenzi. Clinics in Dermatology (2009) 27, 281-284

Desarrollo

La dermatitis infectiva también conocida como dermatitis infantil crónica o dermatitis asociada al virus humano linfotrópico de células T-1 (HTLV-1).  El virus humano de células T tipo 1 fue el primer retrovirus identificado como patógeno en humanos y el primer agente viral humano asociado a transformación maligna en células humanas.  El virus fue identificado por primera vez de linfocitos de un hombre afroamericano con un tipo de linfoma con un acentuado compromiso cutáneo que hasta entonces se diagnosticaba como micosis fungoide.

El HTLV-1 se trasmite horizontalmente por vía sexual y transfusiones de sangre.  La transmisión vertical de madre a hijo puede ocurrir en útero o por amamantamiento.

El virus humano de células T linfotrópico -1 primariamente infecta a las células T CD4.  La fusión del virus HTLV-1 con el receptor de células T conduce a la integración del genoma viral con el genoma de células CD4 infectadas.  Estas células T CD4 infectadas son capaces de evadir los mecanismos de inmunovigilancia ocasionando a una infección latente que puede perdurar indefinidamente.

A pesar de la infección persistente con HTLV-1, la mayoría de las personas con infección crónica por HTLV-1 permanecen asintomáticas; sin embargo, aproximadamente el 4% desarrolla complicaciones hematológicas, más comúnmente leucemia/linfoma de células T del adulto (ATLL), y el 1% al 2% desarrollan enfermedad neurológica, llamada mielopatía o paraparesis espástica tropical asociada a HTLV-1.

El compromiso dermatológico de ATLL varía considerablemente entre los pacientes pero está casi siempre presente.  Una presentación cutánea inespecífica puede preceder al ATLL muchos años, y la infiltración temprana puede ser la precursora de la enfermedad.

Las lesiones cutáneas son extremadamente heterogéneas y se pueden presentar como erupciones eritematosas papulosas, nódulos o eritrodermia.  También se han descripto lesiones tumorales y ulceraciones.

En relación a la mielopatía y paraparesis espástica tropical asociada a HTLV-1, se han descripto varias manifestaciones dermatológicas que incluyen xerosis, eritema malar y palmar, dermatitis seborreica, dermatofitosis, sarna costrosa y foliculitits decalvans.

Manifestaciones clínicas

La dermatitis infectiva fue descripta por primera vez como una presentación clínica distinta en un niño de Jamaica en 1966.  Las lesiones tenían una distribución cefálica con tendencia a recurrir. 

La enfermedad se caracteriza por presentarse como una dermatitis exudativa severa que afecta cuero cabelludo, oido externo, áreas posteriores de pabellones auriculares, párpados, pliegues nasolabiales, nuca, axilas e ingle (fig 1-5).  Puede estar presente un rash generalizado papular fino.  El prurito es común, y si es severo, puede originar dermatitis artefacta e infecciones secundarias.  La rinitis es común, y aunque la distribución del rash es similar a la que se observa en eccemas atópicos y seborreicos, parece no haber historia personal ni familiar de atopía.

Otros investigadores reexaminaron ésta misma población en 1990, y éstos mismos pacientes estaban infectados con HTLV-1, estableciendo una asociación.  Una cantidad significativa de niños del estudio original de 1966 posteriormente desarrollaron leucemia de células T/linfoma en la adultez (ATLL).  Esto condujo a los investigadores a postular que las manifestaciones dermatológicas podrían ser consecuencia de HTLV-1 crónico que induce inmunosupresión de un sistema inmune inmaduro y puede representar un estadío “preleucémico” de ATLL.

La epidemiología de la dermatitis infectiva está pobremente definida. Las manifestaciones clínicas son variables, por lo que muchos pacientes con formas leves de la enfermedad puede ser que nunca se reporten.

La dermatosis infectiva tiene una edad promedio de inicio a los 2 años con una distribución igual por sexo.  Las manifestaciones cutáneas generalmente son menos severas con el paso de los años.  La mayoría de los casos se presentan como lesiones símil impétigo alrededor de narinas y pabellones auriculares que se pueden extender al resto de la cara, cuero cabelludo y cuello (fig 1 y 2). 

Fig 1.  Lesiones símil impétigo localizadas alrededor de pabellones auriculares que se extienden al resto de la cara.


Fig 2.  Lesiones símil impétigo localizadas alrededor de la boca y nariz.

Eventualmente, pueden comprometerse los hombros y tronco.  La evolución de la enfermedad causa exudación y prurito. Tienden a persistir pequeñas fisuras en los pabellones auriculares y nariz, que forman costras con el tiempo.  Puede ocurrir blefaritis crónica (fig 3).

 

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