De la euforia a la pérdida de la memoria | 11 MAY 08
Los efectos menos conocidos del cannabis
* Provoca pérdida de memoria, reduce el rendimiento y altera las capacidades cognitivas
* Puede producir depresión, ansiedad, psicosis y, en el peor de los casos, esquizofrenia
MADRID.- Los poderes psicotrópicos del cannabis, un derivado extraído de la planta del cáñamo ('Cannabis sativa'), son conocidos por el ser humano desde hace miles de años. Sus 'propiedades embriagadoras', como decía ya Herodoto en el siglo V, se deben fundamentalmente al delta-9-tetrahidrocanabinol (THC), el cannabinoide responsable de sus efectos en el cerebro.
Cuando el consumidor inhala esta sustancia, generalmente fumando, el THC llega rápidamente al cerebro a través del torrente sanguíneo, por lo que sus efectos se sienten a los pocos minutos y pueden durar hasta dos o tres horas. Si se consume masticado, la cantidad de tetrahidrocanabinol que alcanza el cerebro es menor y tarda más en hacer efecto, porque se absorbe más lentamente.
El THC se encuentra en diferentes proporciones según el preparado que se utilice: marihuana (que es el resultado de la trituración de flores, hojas y tallos secos, con una concentración de entre el 1% y el 5%. ); hachís (elaborado a partir de la resina de las flores de la planta hembra y con una concentración del 15%-50%) o aceite de hachís (resina de hachís disuelta y concentrada al 25%-50%).
Como destacan los especialistas del Plan Nacional sobre Drogas, justo después del consumo se produce lo que se conoce como 'borrachera cannábica': sequedad de boca, ojos rojos, taquicardia, descoordinación, risa incontrolada, somnolencia, y alteración de la memoria, la atención o la concentración. Una sensación de euforia que no tarda en transformarse en un síndrome 'amotivacional' y una pérdida de interés por las cosas.
Riesgos desconocidos
Como explica a elmundo.es Amador Calafat, psiquiatra y director de la revista 'Adicciones', en las últimas décadas se había extendido en España y en otros países europeos "la sensación de que el cannabis era inocuo. Y parecía que el que no se tomaba un porro no se enteraba de lo que era bueno". No parece casualidad que sea la droga ilegal más consumida en todo el mundo; en 2003, el 30% de los españoles entre 15 y 64 años declaraba haberla probado alguna vez.
En su opinión, esta creencia generalizada se benefició de una cierta complicidad de algunos medios de comunicación ("que apoyaron la legalización"), de lo que él llama el "lobby del 68", y de "los vacíos científicos que existían sobre sus riesgos". Sin embargo, añade, ahora ya no quedan dudas sobre cuáles son los efectos del consumo de cannabis, tanto a corto como a largo plazo.
En el Reino Unido, por ejemplo, el gobierno acaba de endurecer la clasificación de esta droga para aumentar las penas de prisión para los consumidores y "proteger la salud de la gente joven".
Por un lado, explica Calafat, se ha demostrado que los problemas de concentración y de memoria "tienen efectos devastadores en el futuro de los jóvenes, porque les pilla en la mejor época de la vida para estudiar. Muchos de ellos experimentan dific